Una Historia De Amor Realista

El descenso

La muerte de mi abuela me cae como un baldado de agua fría, al regresar a la casa después del entierro tenia la leve esperanza de encontrarla en su cama acostada, con su sonrisa de siempre y diciendo Manue como le fue, pero no, la abuela ya no estaba, solo quedaba el vació en nuestras vidas, es impresionante como ayer estabas hablando con ella y de repente hoy solo queda su aroma que se desvanece con el pasar de sus días.

Pasaron los días, poco a poco sales del abismo pero nunca por completo, mis amigos al enterarse se acercaron mas a mi, pero toda compañía la sentía vacía, el chocolate era mi único alivio, salí a comprar mi cargamento diario, para en cerrarme a ver películas de terror. Ya venia de regreso:

- Manuela, me entere lo de tu abuela, lo lamento mucho.

- Hola, dije sin emoción, gracias Lucho, hablamos luego.

- ¿Quieres hablar sobre eso?

- De que me sirve hablar si nadie entiende el dolor de perder a lo que mas amas.

- Paso por ti a las 7:00 p.m

Al parecer después de estos tres años el no había cambiado en nada, creía que podía venir y hablarme y nunca había pasado nada. estaba arta de que todos creían que podían entenderme.

Eran lass 6:00 P.M decidí arreglarme ya que con el no valía un no por respuesta, no hice un gran esfuerzo solo me puse mis jeans Koaj, mis botas cafés, el buso blanco y mi gorro color hueso, a pesar de no concentrarme en como vestirme me veía bien. Golpearon la puerta:

- Hola, por lo que veo estas lista, entonces vamos.

- No se porque después de tanto tiempo me haces hacer estas cosas.

- Deja solo de preocuparte por un momento querida, solo distráete en cerrarte con una bolsada de chocolates, no te hará bien, te ves pálida a simple ojo se nota que te falta sol.

- ¿Porque me pondré gorda?, bien sabes que eso de ser gorda o flaca me vale gorro, soy feliz así, me siento bien con mi cuerpo, no necesito la aprobación de nadie mas, solo la mía.

- jajaja, que cosas dices, siempre me has gustado, tal como eres.

- ¿Gustar? de que hablas...

- Como amiga, tonta.

- Solo decia, cógela suave.

Duramos un buen rato hablando sobre que había sido la vida de los dos en estos años, me contó sobre sus aventuras amorosas y como termina casi siendo papá, esta asombrada, todo lo que había pasado, hasta me contó como fue su primera vez, era mucha información para mi gusto, pero se me hacia cómico como lo contaba, esa gracia que solo el tenia. Se paso el tiempo, ya hacia frió me acompaño hasta mi casa, dudamos un poco para despedirnos, después de todo la habíamos pasado muy bien. Entre directo a mi habitación pero había algo raro en mi, sonreía al recordar lo que habíamos hablado, quise suprimirla pero fue en vano, era una mala señal, una muy mala señal, no quería volver a pasar por lo mismo que cuando estaba con Camilo y mas si era con su mejor amigo, era mejor olvidar y esquivar.