Once

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  El viernes llegó más rápido de lo que esperaba Camila. Todo fue llevado a cabo de forma normal. Despertar, ir a la escuela, y escabullirse lejos de todos para poder pasar el almuerzo en el cuarto de Lauren. A Camila le gustaba pasar tiempo a su alrededor. Lauren tenía una manera de hacer que se sienta normal, incluso por poco tiempo.

Dinah había salido de la cirugía el día anterior. No se les había permitido volver a visitarla, pero se le habían enviado mensajes de texto a todos para hacerles saber que estaba bien. Todo lo que Camila supo era que el dispositivo se implantó y que su amiga estaba actualmente con un ventilador para ayudarle a respirar.

Ahora era viernes por la tarde, y Camila se sentó en silencio en la habitación 305, viendo como Lauren y Normani estudiaban las cartas en sus manos con atención. Camila había renunciado a vencer a cualquiera de ellas en las cartas desde hace mucho tiempo, por lo que se quedó observando. Lauren vez en cuando deslizaba hacia ella uno de los skittles que habían dejado en el centro de la mesa.

"Fold," murmuró Normani, tirando sus cartas sobre la mesa y rodando los ojos. Lauren se rió triunfalmente, recogiendo el premio mayor de skittles de la mitad de la mesa. Camila tomó uno rápidamente, haciéndolo estallar en su boca y riendo en voz baja.

"Me gusta este método," Camila se pasó una mano por el pelo y agarró otro pedazo de caramelo. "Ustedes hacen todo el trabajo, y yo obtengo todas las recompensas," ella rió, mirando por encima a Lauren. La chica de ojos verdes se limitó a rodar los ojos en broma.

"Bueno, en ese sentido, yo tengo que estar en algún lado," Normani asintió, agarrando las tarjetas y lanzando las cosas en su mochila. Ella prácticamente desapareció de la habitación antes de que cualquier chica pudiera interrogarla.

"Ya sabes, nosotras nunca terminamos las 20 preguntas," recordó Lauren, volviéndose hacia Camila, quien estaba sentada en el borde de la cama. La pequeña chica asintió vacilante.

"La muerte," Camila dejó escapar, rompiendo rápidamente el contacto visual con la chica mayor.

"¿Qué?" Lauren se rió en confusión, mirando a Camila interrogante.

"La última vez tú me preguntaste cuál era mi mayor miedo," la chica levantó la vista con timidez. "Es la muerte. A eso le tengo más miedo."

"¿Por qué?" Lauren inclinó la cabeza hacia un lado.

"Hey, yo pregunto ahora," Camila rió nerviosa, pasándose una mano por el pelo. Lauren rodó los ojos en broma, pero dio luz verde para que continuara. Camila frunció las cejas, pensando.

"Si tu cáncer se ha ido, ¿por qué sigues aquí?" Camila soltó, sin darse cuenta de lo que había dicho si era demasiado tarde. Ella observó como el rostro de Lauren cayó ligeramente.

"L-lo siento," Camila negó con la cabeza, regresando rápidamente su pregunta. "No tienes que responder a eso."

"Está bien," Lauren se rió suavemente. "Cuando... bueno, cuando la quitaron..." comenzó ella, haciendo un gesto a su pierna, que actualmente estaba cubierta por la manta. "Tenía un tiempo estimado de recuperación. Todavía no lo conozco."

"¿Qué quieres decir?" Camila frunció las cejas.

"Debería ser capaz de caminar perfectamente bien ahora, pero apenas soy capaz de usar muletas," murmuró Lauren, apuntando al par de muletas apoyadas contra la pared junto a la puerta.

"¿Cómo puedes caminar si no tienes una p-?"

"Prótesis," respondió Lauren a su pregunta antes de que pudiera terminar la oración.

"Oh," susurró Camila, inclinando la cabeza hacia abajo y pensando por un momento. "¿Hay alguna razón por la cual t-?"

"¿Sabías que hay algo llamado el "miembro fantasma"?" soltó Lauren, riendo nerviosamente mientras trataba de cambiar el tema de conversación. "Me dijeron sobre él antes de la cirugía y yo no tenía ni idea de lo que significaba, pero después de que y-"

"No tienes que hablar de ello si no quieres," Camila la interrumpió, extendiendo la mano y colocándola en la parte superior de la de Lauren antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo. "Está bien."

Lauren la miró en estado de shock, después mirando hacia abajo a sus manos. La cara de Camila rápidamente se puso roja y empezó a apartar la mano, pero Lauren rápidamente envolvió la suya en torno a ella y entrelazó sus dedos juntos.

"Gracias," susurró la chica mayor, dándole una tímida sonrisa. No estaba acostumbrada a estar con alguien como Camila. La chica más pequeña era increíblemente comprensiva.

Camila bajó la mirada hacia sus manos, sintiendo mariposas en el estómago. El momento fue interrumpido de forma rápida, sin embargo, cuando sonó un golpe en la puerta del dormitorio y Normani apareció momentos después. Las dos chicas incrementaron rápidamente la distancia entre la una y otra y separaron sus manos.

"Terapia musical," Normani señaló a Camila y luego con la cabeza hacia el pasillo. Camila suspiró, mirando de nuevo a Lauren.
"Diviértanse," Lauren se burló, ganando una mirada menos-que-emocionada de la chica de ojos marrones. Ella le dio a Lauren un pequeño saludo antes de deslizarse por la puerta después de Normani.

Las dos chicas caminaron en silencio durante unos momentos antes de que la curiosidad de Camila se hiciera cargo.

"¿Por qué esta Lauren todavía aquí?" Camila preguntó en voz baja. Normani la miró y levantó una ceja.

"¿Por qué te importa?" La chica de piel oscura observó como Camila de repente se puso nerviosa.

"Yo-yo sólo lo hago," Camila se encogió de hombros. "No lo sé."

"Ella es terca," murmuró Normani, sacudiendo la cabeza mientras doblaban en la esquina. "A ella no le importa realmente si se pone mejor o no."

"¿Por qué?" Camila no pudo evitar preguntar. "¿No quiere todo el mundo mejorar?"

"Piénsalo de esta manera," Normani se detuvo justo atrás de la sala de música, volviéndose hacia Camila. "Al menos cuando estemos mejor, podemos esperar volver a casa y tener nuestras habitaciones de nuevo y abrazar a nuestras familias. Ella no tiene eso."

Camila sintió a su corazón caer ligeramente. No podía imaginar estar en el lugar de Lauren. "Yo... ¿Cómo se conocieron?" preguntó en voz baja, sin prisa para llegar a clase.

"Estábamos en otro hospital juntas antes de esto," Normani asintió suavemente, apoyándose en la pared. "Tuvimos terapia en grupo y la enfermera seguía tratando de hacerme hablar, pero no lo hice, así que fui expulsada fuera del aula. Como... unos minutos después, oí un grito y luego Lauren salió corriendo. Ella me defendió y ambas terminamos metiéndonos en problemas, pero nos hemos simplemente defendido la una a la otra desde entonces, " la chica se encogió de hombros.

"¿Por qué nunca me dijiste esto antes?" preguntó Camila, inclinando la cabeza hacia un lado. "Tu dijiste toda esta mierda sobre ella delante de mí."

"Sí. Para protegerla," Normani sacudió la cabeza. "Ella es lo más cercano que tengo a una mejor amiga," agregó la joven. "Si le haces daño, las cosas no van a terminar bien. Solo digo."

"¿Cómo voy a hacerle daño?" Camila se paró más alta, pasando una mano por su pelo con nerviosismo.

"Dejándola enamorarse de ti," Normani asintió bruscamente, dandole a Camila una última mirada antes de desaparecer por la puerta al lado de ellas. La pequeña chica se quedó en estado de shock durante unos momentos, mirando hacia abajo al suelo y luego sacudiendo la cabeza.

Camila corrió a la habitación, encontrando a Maia y a Justin en uno de los sofás de la esquina. Ella se dejó caer al lado de ellos, sentándose con las piernas cruzadas y explorando la habitación.

"¿Dónde están los demás?" preguntó ella, inclinando la cabeza hacia un lado.

"Sólo puedo imaginar lo que Luke y Bea están haciendo," Justin se rió entre dientes, ganándose un empujón alegre de Maia.

"No lo sabemos," Maia se encogió de hombros. "Y entonces somos tres," agregó con una risa suave.

Pronto uno de los terapeutas entró en la habitación, cotilleando sobre algo que a Camila particularmente no le importaba. Se encontró ligeramente fuera de la zona, mirando hacia abajo a sus manos sobre su regazo.

"No te duermas," susurró Maia, tocando el hombro de Camila. La pequeña chica levantó la vista rápidamente, parpadeando un par de veces para despertarse a sí misma.

Levantar la cabeza tan rápido le dio una repentina oleada de mareo, y se llevó la mano a la frente. Ella se preocupó cuando no desapareció después de unos momentos.

Se sentía agotada. Ella se deslizó hacia atrás en el sofá un poco, acostando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos. Todo su cuerpo empezó a doler y ella cerró los ojos, tratando de alejar el malestar.

No estaba segura de lo que pasó después, pero ella cayó en una especie de sueño por el resto de la clase. Oía a todo el mundo hablar, pero no podía comprender lo que decían. Sólo fue sacada de vuelta de su trance cuando Maia empujó suavemente su hombro.

"Hey, ya terminó," susurró la chica, levantando una ceja a Camila. "¿Estás bien?"

"Yo... no lo sé," Camila respondió con honestidad, incorporándose lentamente y secando sus ojos. "Sólo tengo que ir a descansar un poco."

Después de haber rechazado la oferta de Maia de acompañarla hacía una enfermera, Camila hizo lentamente su camino fuera del aula. No podía luchar contra el deseo de llevar una de sus manos a su cabeza, tratando de detener el dolor en su cráneo. Odiaba este tipo de ratos enfermos.

Una vez que finalmente llegó a su habitación, la chica más pequeña estaba ansiosa por entrar y acostarse. Ella abrió la puerta de su habitación solo para encontrarse con Normani y unas pocas personas que asumió que eran miembros de su familia. Camila tuvo que contener un suspiro de frustración. Antes de que nadie pudiera siquiera reaccionar a la intrusión de la pequeña chica, Camila ya había salido de la habitación una vez más y había cerrado la puerta detrás de ella.

Tomando una respiración profunda, Camila exploró el pasillo por unos momentos antes de que sus ojos se posaran en la puerta de Lauren. Sin pensarlo dos veces, llamó una vez y lentamente abrió la puerta.

Lauren se incorporó, levantando una ceja cuando la pequeña chica de ojos marrones asomó la cabeza por la puerta.

"Hey..." dijo Camila en voz baja. "¿Puedo...?"

"Si, uh, sí, claro, " Lauren tartamudeó, cerrando su libro y colocándolo en su mesa de noche. Se dio cuenta de inmediato que algo estaba mal cuando Camila se dirigió lentamente hacia la cama de la chica.

"¿Qué pasa?" preguntó Lauren, inclinando la cabeza hacia un lado. Camila se limitó a sacudir la cabeza, llegando a tirar de una de las sillas de plástico junto a la cama de Lauren. Lauren se lo impidió, sin embargo, sacudiendo la cabeza y acariciando el borde de su cama.

"Estoy bien," murmuró Camila, sentándose, vacilante. Lauren le dio una mirada de conocimiento.

"Yo- ¡Yo ni siquiera sé!" resopló Camila, cediendo y tratando de contener las lágrimas. "Estoy mareada y me duele todo y yo sólo quería descansar, pero no puedo y... y... ¡¿y desde cuando hace tanto frío aquí?!" se quejó, llevando sus brazos hacia arriba y abrazándolos alrededor de su torso.

Lauren fue sorprendida por el estallido de Camila, pero rápidamente se compuso. Deslizándose rápidamente, Lauren dio unas palmaditas al espacio a su lado y miró hacia Camila con simpatía.

"¿Q-qué?" Camila estaba confundida. Lauren se rió suavemente.

"Tu dijiste que quería descansar," Lauren hizó un gesto al espacio al lado de ella.

"Pero, yo-yo..." Camila se mordió el labio, jugando con sus manos en su regazo.

"No lo pienses demasiado, Camila," Lauren negó con la cabeza. "Tu no te sientes bien y necesitas acostarte." La pequeña chica asintió, tragando su miedo y llevando sus piernas hacia arriba en la cama, acostándose de espaldas al lado de Lauren y mirando hacia el techo. Ella cruzó los brazos sobre su pecho, tratando de ocupar el menor espacio posible.

"Empiezo quimio esta noche," dijo Camila en voz baja, un tanto delirante. No se dio cuenta de lo que había dicho hasta que vio a Lauren sentarse un poco y levantar una ceja.

"¿En serio?" preguntó la chica de ojos verdes. "¿Acabas de descubrirlo?"

Camila negó con la cabeza y cerró los ojos. "Lo he sabido durante una semana."

"¿Y no me dijiste?" Lauren se mordió el labio. Camila simplemente se encogió de hombros.

"No le dije a nadie," confesó la pequeña chica, suspirando suavemente.

"¿Por qué?" Lauren se acostó de nuevo al lado de Camila, mirando hacia el techo junto con la chica de ojos marrones. Camila sólo pudo encogerse de hombros, frunciendo los labios en sus pensamientos mientras estaban en silencio.

"Sólo hace que sea más real," susurró Camila, haciendo una mueca ligeramente cuando sintió un repentino dolor pulsante en sus manos. Ella las hizo una bola en sus puños, inhalando bruscamente y tratando de alejar el dolor. Lauren notó eso.

"Hey, hey," la chica de ojos verdes se puso de lado para apoyarse con el codo. "Relájate," susurró, extendiendo la mano lentamente y pasando sus dedos hacia arriba y hacia abajo por el brazo de Camila.

Camila se estremeció, sintiendo su aliento atrapado en su garganta por diferentes razones ahora. Se encontró con los ojos de Lauren, notando cuán bonita era la chica de cerca.

"Estoy asustada," admitió Camila, su voz cada vez más inestable. Lauren negó con la cabeza.

"Tienes permitido estar asustada, yo también lo estaba," continuó trazando patrones en el brazo de Camila, dandole a la chica algo en qué concentrarse que no sea el dolor en su cuerpo.

"¿Qué se siente...?" Camila preguntó vacilante, preguntándose si era un tema que Lauren querría volver a visitar.

"Es algo borroso, de verdad," admitió Lauren. "Es un asco. No voy a mentir. Pero es mejor que la alternativa."

"Supongo," Camila suspiró, dejando caer la cabeza hacia atrás para poder mirar a las grietas en el techo. "Estoy asustada. Realmente asustada."
"Todos lo estamos," Lauren asintió, mirando como los pequeños ojos marrones de Camila se movían lentamente, estudiando el techo. "Hay gente que se preocupa por ti, sin embargo. Creo que pasaras por ello solo bien."

"¿Cómo quien?" susurró Camila, sintiendo a las lágrimas en sus ojos rebosar. No estaba segura de si tener a gente preocupándose por ella la emocionaba o la aterrorizaba.

"Tus padres, todos tus amigos aquí, tu hermana..." Lauren se encogió de hombros. "Yo."

"¿Tú?" Camila levantó la cabeza, apoyándose en sus codos. Lauren se rió suavemente y asintió.

"Por supuesto," se rió. "Si no te diste cuenta todavía... Tú algo así como que me gustas," confesó. "Mucho."

Camila observó como el rostro de la chica de ojos verdes se puso rojo y poco a poco se dio cuenta de lo que Lauren quería decir. "Tu... Tu... qué..." Camila negó con la cabeza. "¿A que te refieres con "gustar"?

Camila atrapó a Lauren mirando sus labios y sintió que sus mejillas se teñían de rosado. Contuvo la respiración cuando la chica de ojos verdes se acercó más a ella, ahuecando su mejilla y pasando su pulgar sobre la piel suave.

"¿Puedo mostrarte? " susurró Lauren, mirando a los ojos a Camila antes de mirar hacia abajo a sus labios. Camila se estremeció, mojando sus labios antes de asentir lentamente.

Hubo un momento de completo silencio entre ellas antes de que Lauren se inclinara. Camila se reunió con ella a la mitad, cerrando la brecha entre ellas y sintiendo mariposas estallar en su estómago cuando la chica mayor capturó sus labios en sus propios.

El beso sólo duró unos segundos, pero Camila estaba sin aliento en el momento en el que se apartó. Las chicas se miraron una vez más, ambas visiblemente conmocionadas por lo que acababa de suceder. Definitivamente había algo allí.

"Me- me gustas, también," susurró Camila, sintiendo alivio sobre ella una vez que esas palabras escaparon de sus labios.  

La Verdad Sobre El Mañana (The Truth About Tomorrow traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora