Me robaste el corazon

Quedate conmigo

Había subido temprano a su habitación se encontraba totalmente exhausto de escuchar siempre lo mismo por parte de sus padres.

-Hijo ya deberías casarte, encontrar una buena chica y..................

No quería seguirlo recordando, pero es que aún no se sentía preparado para dar un paso de aquella magnitud, se recostó en su cama tapándose hasta la cabeza.

Escucho un ruido y se levantó rápidamente, miro hacia afuera por la ventana, y no pudo ver nada... regreso a su cama y se acostó mirando al techo, pensando una y otra vez en las palabras de sus padres.

-Quizá ya se cansaron de mi –pensaba –por eso quieren que me vaya, que esta mal conmigo acaso no puedo enamorarme, complacer a mis padres y todos felices.

Dio vuelta en su cama cerrando sus ojos tratando de ya no pensar en aquellas cosas que lastiman su delicado corazón.

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-Vamos Kyuhyun será fácil ya lo hemos hecho muchas veces no tienes por qué preocuparte hemos analizado la ruta y nadie te descubrirá, entraras por la habitación que da al jardín, cuidadosamente buscaras la habitación principal, tomaras las joyas y regresaras.... seremos ricos y nos iremos de este lugar.

-Si es tan fácil porque no vas tú, sabes que es muy arriesgado hay muchos guardias es como entregarse voluntariamente a la policía.

-Confía en mi todo saldrá bien y podremos retirarnos de esta vida de delincuencia.

Kyuhyun lo pensó un instante y termino por aceptar no estaba orgulloso por la vida que llevaba, aunque nunca había llegado a matar a nadie como sus demás compañeros sabía que le esperaba una larga condena si lo descubrían.

Tomo el intento de mapa que habia trazado su ''jefe'' en sus manos y subió con cuidado aquel muro, con dificultad logro llegar a la cima y luego de unos instantes ya se encontraba en el jardín de aquella casa, reviso el mapa y camino hasta llegar debajo de un balcón, miro hacia todos lados y percatándose que no había nadie subió silenciosamente hasta el balcón.

Sus pies resbalaron ocasionando un ruido; escucho unos pasos cerca de donde estaba y su sangre se helo, casi no respiraba, escucho el ruido de la ventana abrirse y con una maniobra abrió de manera suave aquella puerta.

Su cuerpo era cubierto por unas sábanas color vino, las cuales no permitían que la persona dentro de aquella habitación lo descubriera, su cuerpo por primera vez en su vida temblaba, tenía miedo a lo que fuera a pasar y lo único que podía hacer era esperar que aquella persona se durmiera o saliera de aquella habitación para poder huir.

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No podía dormir, su cuerpo se sentía extraño como si alguien más estuviera ahí, se levantó de su cama sintiéndose un total idiota, caminaba por toda la habitación paranoico, sentía su cuerpo tembloroso y sus pies pesados ... camino hacia el balcón y retiro las sabanas que cubrían la puerta y su mirada se cruzo con unos penetrantes ojos, su habitación estaba solamente alumbrada por una pequeña lamparita... lo que hacia que su miedo incrementara.

-Qui...quien eres tú que haces aquí –pregunto mirando al chico alto que se encontraba en su habitación.

-Yo... solo... -No encontraba una respuesta para justificar el hecho de encontrarse en aquel lugar, sacó su arma y apunto a la persona que lo miraba totalmente asustado.