Cortos | Cumbia Ninja Fanfics

Last Night

Antes de que sigas leyendo te advertimos que este corto contiene escenas bastante explícitas.
Si este tipo de contenido no es de tu agrado, por favor no leas. Gracias <3

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Hache dio una vuelta más en su cama, sin lograr sentirse cómodo.

Giró, se destapó, se volvió a tapar, se removió e intentó tranquilizarse durante cinco minutos más antes de rendirse y sentarse sobre la cama, suspirando molesto.

No podía relajarse. Se sentía nervioso, intranquilo. Le incomodaba su propia piel, como si no fuera suya, y su estómago se revolvía. Incluso le temblaban un poco las manos.

Salió de su habitación y dio varias vueltas en la cocina, sin poder hacer pasar ni una sola gota de agua a través de su garganta. Se sentó sobre el sofá e intentó mirar un poco de televisión, pero nada parecía poder calmarlo.

Es decir, ¿Qué podía hacer que se relaje una noche antes de comenzar su sueño? En aproximadamente cinco horas y treinta minutos estaría subiendo a una camioneta que le daría inicio a la gira mundial de un año de Cumbia Ninja.

Estaba a cinco horas y treinta minutos de decirle adiós completamente a su vida para comenzar una nueva, una con la que había soñado durante incontables años.

Cualquiera en su lugar estaría saltando de felicidad, mas él no podía dejar de pensar en una mera cosa que lo venía atormentando desde que se enteró de la noticia; se iba a ir durante un año sin haberse disculpado con ella.

Era todo lo que le importaba, todo lo que le molestaba. Era lo único que le impedía estar feliz por la gira.

Suspiró y se dio por vencido mientras caminaba de vuelta a su habitación para tomar su sudadera gris.

Tuvo que tomar "prestada" una moto que encontró por ahí, prometiéndose devolverla al lugar de dónde la sacó.

Caminó por la casa a oscuras sabiéndose casi de memoria el recorrido exacto que tenía que hacer para llegar a donde quería, evitando la habitación que sabía que ocupaba una mujer entrada en años, bastante chismosa.

Observó por un segundo desde el umbral de la puerta la figura de una chica descansando sobre una cama que le quedaba grande. Estaba cubierta por una delgada sábana, y sus labios estaban apenas entreabiertos.

Juana, en medio de su sueño, sintió una mano apoyarse sobre su boca.

Su corazón se detuvo durante un momento y el sueño se disipó más rápido que nunca, mientras intentaba reconocer el rostro frente a ella en medio de la oscuridad y la adrenalina que parecían borronear todo a su alrededor.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, y su mente se despejó lo suficiente como para reconocer a su "agresor", le dio un golpe sobre la mano mientras lo asesinaba mentalmente tres veces.

—¿¡Estás loco o es que ya se te hizo costumbre esto de entrar en mi casa en medio de la noche y despertarme así!?

Hache se encogió de hombros con una sonrisa de infantil travesura adornando sus labios.

 —Quería hablar conmigo. 

—¿Y no se te ocurrió llamarme o algo así? Hache, son las... —dio un vistazo al reloj, mostrándose más indignada al saber la hora—. ¡Dos de la madrugada! ¿Estás loco o qué?

—Si te hubiese llamado, ¿Me habrías respondido?

—¡Claro que no!

—¿Y entonces?