Fifth Harmony, una girl band que consiguió hacer su sueño realidad, pero durante el proceso de vivir su sueño hubo palabras que hubiera sido mejor dejarlas sin decir.
Camila Cabello y Lauren Jauregui. Una amistad que dejas escapar. Un grupo que se s...
Estaba nerviosa moviendo los dedos en la silla de maquillaje mientras me estaban dándole los últimos retoques. Había pasado un tiempo desde que había hecho esto. Varias personas de a mi alrededor y yo preocupada de que mi ropa, mi maquillaje y mi pelo me parecía extraño. Pero era parte de la industria que ya había dejado hace un tiempo.
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Esta noche sería mi primera aparición pública desde que me puse enferma el año pasado. Tenía mejor figura pero eso se debía a tener que vivir un estilo de vida diferente. Después de Italia, Camila y yo nos habíamos mudado a Miami como habíamos planeado y estábamos aun buscando casa. Mi mujer era bastante quisquillosa en cuanto a elegir nuestra nueva casa que se suponía que iba a ser más familiar. Que le gustase el diseño interior y todo eso había hecho que dejase todo a su decisión. Estaba feliz viviendo en su apartamento mientras.
Sin embargo, esta noche era la primera que volvíamos a Nueva York, a mi antiguo apartamento que manteníamos. Aunque era sólo un pequeño evento, estaba demasiado nerviosa. Era como otro 'principio' porque iba a ser honrada por mis trabajos de caridad y no por mi música. A lo mejor eso añadía más presión a mi plato. La cosa más estresante era definitivamente volver al ojo público.
"¿Estás bien?"
Levanté mi mirada y fijé mis ojos en los marrones familiares que me estaban mirando. Camila estaba inclinada contra el mueble de maquillaje y no podía dejar de mirarla. El vestido blanco apretado a su figura y sin mangas abrazaba cada curva perfectamente y hacía que su largo pelo marrón se viera incluso más bonito.
Se veía divina e increíblemente elegante. Amaba cuando se vestía así y acentuaba su ya prominente lado femenino. Sus facciones impecables se enfatizaban por el maquillaje que llevaba; los ojos marrones cogiéndome desprevenida ante lo bonitos que eran.
"Estoy nerviosa", admití respirando hondo. "Pero al menos tengo algo dulce en mi brazo para distraer a todo el mundo", añadí con una sonrisa y vi que me la devolvía.
"Te ves perfecta", dijo la voz ronca llena de sinceridad aunque me sentía lejos de ello.
"Aún estoy delgada", murmuré en bajo, los efectos a largo plazo de mi tratamiento aún me afectaban un poco en apariencia física.
"A lo mejor estas unos kilos por debajo que antes pero estas casi normal. Y te ves sana, lo prometo", me animó la mujer de enfrente.
Era un evento menor comparado con otros shows de premios a los que había ido. Pero mis nervios me estaban matando. Normalmente, yo había sido la calmada y Camila era la que estaba de los nervios. Nuestros papales se habían cambiado completamente esta vez; el hecho de que ella no estuviera en el punto de mira tenía bastante que ver con que estuviera tan relajada probablemente. Aunque, Camila nunca había sido tímida en cuanto a hablar con otras celebridades, incluso en el pasado. Era raro pero yo era extremadamente reacia a hablar con otros artistas. Siempre me sentía maleducada o molesta mientras que la menor no había tenido vergüenza.
