8: La Conferencia de los Siete

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  Aquel lugar estaba completamente oscuro, de forma que no se veían ni las paredes. Al final del camino sólo había una cavidad en forma de puerta con marco ovalado. En el centro de la sala, la única luz, una amarilla como de farola alumbraba patio redondo, mostrando un atril en medio, y a su lado, de pie, Bianca. La chica vestía una toga negra con las tiras moradas. Los bajos de la toga eran más largos que ella, arrastrándose por el suelo, y las mangas eran anchas y ligeramente más largas que sus brazos, teniéndoselas que remangar. A su lado se encontraba Phoenix, vestido con una túnica larga y abultada de color blanco, dejando los filos de un color azul claro.

- Gracias por venir en cuanto habéis recibido el mensaje.- Habló la chica, provocando el eco en la sala, en la que únicamente se encontraba ella.- Tras once años, da comienzo la conferencia de los Siete Maestros.- Anunció con voz clara y fuerte.- Venido desde Lyon, Francia, el representante de la familia Barclay. – Comenzaba. En su tono no se mostraba mucho respeto.- El actual Maestro y Cabeza del Clan "Vent Sacré": Gédeón Barclay.

Al pronunciar ese nombre, justo en frente de ella, se iluminó una entrada ovalada y sin puerta. Parecía una especie de balcón elevado apenas unos cuarenta centímetros del suelo.

Se comenzaron a oír unos pasos pequeños y ligeros. La luz amarilla enfocó de pleno a la silueta que se posó justo debajo de ella. Era la figura de un niño de quizá ni doce años, muy pequeño, posiblemente no llegase ni al metro cincuenta y cinco. Su pelo era casi tan largo como él, cayendo hasta el doblado de sus rodillas. Lo que sorprendía era su color tan blanco y puro. En su costado izquierdo era donde se concentraban la mayoría de sus mechones, cortos y picudos. El resto de su melena era lacia, dejando las puntas afiladas como agujas. A cada costado, sobre la zona de las orejas, caían otros mechones algo largos, como si fueran orejas de alguna raza de perro. Su apariencia era bastante madura pese a parecer casi un niño. Sus ojos eran algo grandes, y de un color lavanda completo, dejando una muy pequeña iris en medio. El chico vestía un kimono negro, ajustado a la perfección a su escaso tamaño. La camisa era blanca, al igual que el cinturón, y del mismo color el hakama. Llevaba puestos unos calcetines grises, y encima unas sandalias beige.

Bianca lo observó con detenimiento, aunque el chico mantenía una expresión serena en su rostro, como si no le importase.

- Proveniente desde Kyoto, Japón, el representante de la familia Tukusama, el actual Maestro y Cabeza del Clan "Seikatsu": Lucile Tukusama. – Esta vez lo pronunció algo más formal.-

En la derecha de por donde salió Gédeón, otra luz iluminó otra entrada.

Al pronunciar el nombre Bianca, salió del pasillo un chico de aproximadamente un metro ochenta. Iba con los ojos cerrados, con un aire muy tranquilo y calmado, llevando una sonrisa algo escalofriante en su rostro. Su pelo era de color rubio algo oscuro, sin flequillo, dejando la frente despejada, teniendo sus mechones a los lados, cayendo incluso más allá de su cara, terminando cerca de los hombros. Vestía un uniforme militar blanco, aunque él tenía en sus hombros unas hombreras doradas algo ovaladas, hechas de metal bañado en oro, y en su pecho decenas de condecoraciones. El filo del cuello era de un tono azul claro. Llevaba unos mocasines negros. Se quedó de pie en su balcón, algo más elevado que el del francés.

Bianca se aclaró la garganta, mirando un poco más a la derecha Lucile.

- Proveniente de Múnich, Alemania, el representante de la familia Van Vromme, el actual Maestro y Cabeza del Clan "Drachenatem": Klaus Van Vromme.- Sonaba indiferente al pronunciar ese nombre, como si no le transmitiese mucha confianza o feeling.-

Siguiendo el mismo orden de entrada, se iluminó otra entrada. En esta no había nadie, algo que produjo cierta incertidumbre entre las personas ahí reunidas. A los pocos segundos de pronunciarse su nombre, se comenzaron a oír unos pasos fuertes, pesados y metálicos. Atravesó el umbral un chico de un metro setenta y cinco como mucho. Su pelo era de un rojo intenso y brillante, teniendo todos sus mechones en punta. Los pelos de la cima se elevaban todos hacia arriba, algo inclinados en diagonal hacia atrás, como si hubiese usado gomina en exceso. Los de la sien eran algo más pequeños, y se alargaban muy puntiagudos hacia su lado correspondiente. La parte de la coronilla ya se iban inclinando un poco más, y los de la nuca ya apuntaban todos hacia abajo. Su pelo parecería la espalda de un cuerpoespín.

Zeres: War of SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora