—Tom te presento a Nagini.
Fue aterrador, ni las serpientes en el zoológico eran tan grandes. Antes de que Tom pudiera contestar un gran estruendo se escuchó en el pasillo y la puerta del compartimiento se abrió dejando entrar a una chica de quinto con el uniforme de Slytherin y una placa. Por el humo que se veía en el pasillo y la prisa que llevaba al cerrar tan rápido la puerta claramente venía escapando, era de piel pálida, cabello largo, rizado y revuelto de color negro, sus ojos eran grises y traviesos como si estuviese planeando alguna broma.
—¡Walburga! —gritó Hyperion con felicidad a la vez que se ponía de pié y corría a los brazos de la chica— creí que tus padres no te traerían hasta la próxima semana por la broma que le hiciste a tu abuelo.
Hyperion tampoco era bueno con el contacto físico, pero había excepciones a la regla, Walburga era parte de las excepciones.
—Logré escapar de mi celda y evité a los aurores —respondió la joven mientras se soltaba de Hyperion y se acostaba en el asiento libré—, de hecho vengó huyendo de los señores "aurores".
—¿Estuviste en Askaban?
La pregunta había sido en broma, claro que sabía a que se refería la chica, tal vez no captaba muchas cosas y el sarcasmo a veces lo costaba, pero tenía práctica con ello ya que Abraxas era el rey del sarcasmo, aún así Walburga en verdad creyó que Hyperion no había entendido, bueno, le precedía una reputación al menor de los Malfoy.
—Tu serás tonto, pero yo soy bruta por olvidar que no se te dan bien las metáforas ni el sarcasmo. Estoy hablando de mis queridos hermanos he intento explicarte que escapé de casa para poder venir.
Claro, Hyperion no se molestó, nunca lo hacía.
—Oh, ¿no es más fácil esperar a que te levanten el castigo?
—Dulce, tonto y querido Hyperion, ¿qué tiene de divertido la parte fácil? —ella miró el rostro confundido del menor y sonrió negando con la cabeza—. Déjalo, no lo entenderías —el tren comenzó a moverse y suspiró aliviada al saber que ya había ganado—, ¿quién es éste? —preguntó apuntando a Tom—. He tu, el enano feo —intentó llamar su atención—.
Walburga podía ser algo directa y mala, así que Hyperion intervino, al menor a veces le costaba también entender los sentimientos de los demás, pero con éste chico Tom era tan evidente la incomodidad que Hyperion lo defendió rápidamente.
—No le digas así, es mi nuevo amigo Tom Riddle.
Tom se removió un poco por la palabra amigo, jamas la habían usado con él y éste chico lo llamaba así después de un simple saludo.
—¿Amigo? —cuestionó Walburga con extrañeza al ver las ropas muggles del niño— ¿no es uno de ellos?
—¿Uno de qué?
Pero antes de responder un estruendo sonó fuera del compartimiento junto con una serie de pasos y risas alejándose.
—¡Maldito Potter y sus malditos amigos! —gritó una voz femenina en el pasillo— ¡cuando los encuentre van a saber lo que significa el dolor real!
Walburga se pusó de pié y abrió la puerta dejando ver a tres chicas enojadas y empapadas de los píes hasta la cabeza. Eran sus primas, Augusta que era regordeta, morena y un poco patosa, Cedrella, una niña rubia, delgada y de carácter fuerte, Y Euphemia, ella tenía un largo cabello pelirrojo ojos negros y solía ser dulce pero en presencia de Potter eso cambiaba radicalmente volviéndola un monstruo sediento de sangre.
—Un día de estos lo volveré cenizas —declaró la pelirroja con rabia antes de poner su atención en los otros y sonreír con dulzura—, hola chicos.
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El Mejor amigo de Tom Riddle
Fiksi Penggemar"Tu eres el débil, y nunca sabrás lo que es amor, o a la amistad, y siento lastima por ti" Eso lo había dicho Potter sin saber que en realidad Voldemort entendía perfectamente lo que aquellas palabras significaban.