Hola, creo que no voy a decir mi nombre pero si mi edad, tengo 16 años, soy Ana y Mia, peso 49 kilos y mido 1.70.
Me sorprende que todo empezó cuando tan solo tenía 9 años.
A lo largo de mi vida, muchas personas me han llamado por una infinidad de insultos, al principio todos eran refiriéndose a un problema que tengo en mis ojos que hace que cuando fijo la vista estos se muevan y parecen un poco viscos (o creo que mucho). Me llamaban "virola" "visca" "viro" "ciega" "enferma" "rara" entre más burlas. Cada palabra provenía de personas que quería mucho o incluso de personas que no conocía. Todas sus palabras me afectaban. Odio mis ojos, me odio a mí misma.
Las críticas aumentaron, ahora se burlaban de mi cuerpo (y con mayor razón era gordísima, claro, sigo gorda, pero no como antes) ahora me llamaban "marrana" "gorda" "fea" "asco" "obesa" entre más. Entonces fue ahí cuando comencé a buscar ser perfecta. Entiendo las burlas, no soy delgada ni mucho menos bonita, lo entendía perfecto, si fuera las demás personas, tampoco me elegiría. Lo que más me dolía era que también en mi propia casa era juzgada, también me llamaban gorda, mi madre siempre me ha llamado gorda, marrana y que soy un asco, y no me debo sentir mal, ¡ES LA VERDAD! me están diciendo más que la verdad. Comencé a lastimar mi cuerpo.A los nueve años no me corté con una navaja, yo lo que hacía era que tomaban un compás y con la parte donde tiene la punta de metal con esa me cortaba, era una niña, por dios! No me animaba a tomar una navaja. Es impresionante como las palabras pueden lastimarte al punto de quererte morir. Cada noche rezaba que al día siguiente no despertara, lo deseaba con todo mi corazón. Y las burlan crecieron, gritaban que me suicidara, me decían que era un estorbo, recuerdo lo que un día me dijo una persona: "Oh marranita, mira lo obesa que estas, ¿por qué no te suicidas de una vez? ¡Maldita gorda! Si te mueres dejarías de molestar al mundo, ¿qué no ves que nadie te quiere?" Ese día no paraba de llorar, llegué a mi casa y efectivamente me di cuenta que nadie me necesitaba, era un gran estorbo y me di cuenta que nadie me quiere. Me había dado cuenta lo felices que eran mis padres sin mí. De hecho, he escuchado a todos mis familiares como tías, abuelos, primos, etc decir a mis espaldas que soy un estorbo, que soy una mala persona y a la única que admiran es a mi hermana. Todas las noches moría un poco más por dentro y secretamente.
Me reencontré con una amiga, una amiga del kínder, desde que teníamos 3 años siempre estábamos juntas, y la volví a ver. Nos hicimos muy amigas y se enteró de mi situación. Ella me defendía de todos los que se burlaban de mí. El 19 de septiembre del 2013 cuando yo tenía 13 años se murió mi amiga, falleció en un accidente automovilístico.
Ese año y ese día una persona se volví a burlar de mí llamándome cerda, así que caí en Ana y Mia. Me veía a mí misma y sentía un gran desprecio en mi ser, sentía que me ahogaba. Ser Ana y Mia ha sido lo más duro para mí. Veía cualquier oportunidad para quemar calorías, me bañaba con agua helada, hacia muchísimas horas de ejercicio diario, tomaba diariamente más de 6 litros de agua, usaba laxantes, vomitaba todo, me aprendía el número de calorías de muchas frutas, verduras, y muchas comidas, sabía cuántas calorías quemaba con cada ejercicio o movimiento que hacía, hacía de todo para alcanzar la perfección. Me hubiera encantado tener a alguien para contarle todo esto y desahogarme, pero desafortunadamente estaba sola. Aún hay muchas cosas que no se saben de mí y prefiero que sigan sin saberlas. Ante cualquier cosa intentaré ser siempre una chica Ana y Mia (y eso que mis padres se enteraron) para alcanzar mis metas. A los 13 años me corté por primera vez con una navaja, y de ahí seguí haciéndolo y es que, una vez que lo haces ya nada es igual, se vuelve indispensable. En ese mismo año (2013) intente suicidarme 2 veces, en una termine en el hospital y en la otra fracasé, como en todo. En el 2014 volví a intentar, pero quiero dármelas de valiente, pero no lo soy. 2015, intente tirarme de un edificio pero algo muy fuerte en mi me detuvo. Pasaron los años y sigo totalmente igual, y las burlas también.
Sé que en todo el relato hable en pasado, hable como si antes lo hacía y ya no, pero todo lo mencionado lo sigo haciendo. Esos es todo, sé que me expaaaaandi, pero eso es todo. Muchas gracias por leer.
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Yes, I Cut (Spanish Version)
Teen FictionComo notarán más adelante esta no es una novela y definitivamente no es como cualquier otra historia, aquí cualquier persona con problemas de depresión, anorexia, bulimia, bipolaridad o paranoia entre otros podrán contar su historia, podrán desahoga...