LOS PERSONAJES PERTENECEN A RUMIKO TAKAHASHI
Bien chicos espero les gusten este mi primer fic
Era un día como otro en el sengoku.
En este se podía ver a un hanyu y kitsune peleando por comida, una exterminadora y un monje observando la pelea atentamente o al menos la exterminadora ya que el monje pervertido acercaba su mano peligrosamente al trasero de la exterminadora, para luego de unos segundo recibir una bofetada que lo deja K.O.Como digo un día normal.
Por otro lado apartada del grupo se encontraba una joven miko sentado en el verde pasto metida en su burbuja mental, sin percatarse del show dado por sus amigos.
POV INUYASHA
Luego de pelear con Shippo y terminar golpeándolo como siempre, esperaba pacientemente el ya acostumbrado " abajo " de Kagome. Que para mi sorpresa nunca llego.
Busco a Kagome listo para molestarla pero nuevamente, la encuentro apartada de nosotros envuelta en su burbuja de indiferencia, casi puedo apostar que ni siquiera se percato de lo que acaba de pasar.
Aunque ante todos actué como si no me importa lo que Kagome hace o le pasa, nunca la pierdo de vista y estoy alerta a los peligros que nos rodean.
Es por eso que he notado que ya son varias semanas en las que ella actúa de esta forma tan fría, distante y casi déspota con todos nosotros.
Lo único que quiero saber es que demonios le está pasando.
FIN POV INUYASHA
- Oye Kagome.... me podrías explicar qué diablos es lo que te está pasando has estado demasiado extraña estos días - hablo Inuyasha con una falsa indiferencia a la vez que formaba una burlona sonrisa en su cara.
- Kag sabes que puedes confiar en nosotros... ¿cierto? - dijo Sango tratando de suavizar la pregunta de Inuyasha.
Un denso silencio se formo en lugar, silencio que fue interrumpido por el llanto de Kagome.
Comenzó derramando silenciosas lagrimas intensificándose a lastimeros gritos para todos fue evidente la desesperación y el dolor que emanaba de cada uno de ellos.
- Con los ojos cerrados - un débil susurro inaudible para el oído humano pero lo suficientemente clara para el hanyu quien en el momento no entendió lo antes dicho - Una nueva batalla se acerca, muchos morirán, los débiles de la muerte regresarán y los desafortunados sobrevivientes por su vida lucharan - para sus acompañantes Kagome recitaba palabras sin sentido dichas por el repentino ataque de pánico que acaba de sufrir - Yo no creo volver a esta época pero... se de alguien que si lo hará y me gustaría pedirles que los cuiden... por favor – dijo secando bruscamente las lagrimas en su rostro con una expresión vacía en su rostro, repentinamente mira el reloj en su muñeca levantándose apurada de su lugar.
Todos permanecen en silencio sin saber que decir, aun analizando las palabras de Kagome, la cual aun con su mente en blanco comienza a alejarse de ellos.
Eso hace que todos salgan del trance en el que se encontraban y la sigan, caminando lentamente a sus espaldas tratando de encontrar un porque, pero a la única conclusión que llegaron fue a que Inuyasha tuvo la culpa.
- Perro...sarnoso que le hiciste a Kagome - decía el pobre zorrito con lágrimas en los ojos, quien no dudo en saltar a Inuyasha y golpearlo.
- Shippo, basta – ordeno – el no tiene nada que ver con respecto a mi decisión – con cansancio los encara – mi época... ya no existe... se acabo, la muerte llego a mi época y hasta que no sepa cómo hacer que mi familia venga aquí y este segura no pienso dejarlos solos.
- Y por eso tanto drama – dice Inuyasha con una actitud desinteresada – camina te voy a ayudar a resolver esto.
- No – esa simple palabra dejo helados a los presentes y mas por la frialdad y prepotencia con la que se dijo – esta es mi batalla y no pienso involucrar a ninguno de ustedes – dice mirándolos uno a uno – tengo que irme – dice encaminándose de nuevo al pozo.
- ¡¡PERO QUE ESTAS DICIENDO!! – grita alterando a todos – tú no te puedes ir prometiste quedarte a mi lado y ayudar a recuperar los fragmentos de la perla.
- Lo siento Inuyasha – dice serena – al final ninguno cumplió su promesa – forma una melancólica sonrisa – tu prometiste cuidarme de todo y todos y al final he resultado herida más veces de la que me hubiese gustado admitir – lentamente se acerca a Inuyasha y toma su mano deposita algunos fragmentos de la perla – y yo prometí quedarme a tu lado – dice formando una cínica sonrisa – yo te libero de tu promesa y espero que tú hagas lo mismo – se pone de puntillas y susurra en su oreja – ahora tienes la opción de formar una familia con... Kikio – bruscamente se aleja de el aun sin borrar si cínica sonrisa – si Inuyasha los vi.
Todos caminaron lo que les faltaba hasta el pozo devorador de huesos en silencio, siendo Kagome quien lo rompe.
- Gracias por preocuparse por mi chicos – dice cabizbaja – espero que nos volvamos a ver en un tiempo no muy lejano.
- Kagome cuídate mucho – dice Sango algo insegura.
- Estaremos esperando su regreso señorita Kagome – habla el monje – orare todos los días por su bienestar – dice regalándole un cálido abrazo que muy pronto dejo de ser cálido, al este bajar sus manos y posarlas en su trasero.
- Miroku – advirtió Kagome, quien no pudo castigarlo ya que Sango se le adelanto tirando de la oreja del monje.
Todos voltearon a ver a Inuyasha esperando que diga algo pero cuando abrió la boca sorprendió a más de uno.
-Cuidate mucho, te extrañare – muestra una sonrisa sincera pero la cambia rápidamente – y ten por seguro que no olvidare esta traición – dicho esto corrió saltando de árbol en árbol hasta perderse en el bosque.
Kagome soltó un bufido divertida, vio una última vez a sus dedicándoles una sonrisa ladeada pero al darse cuenta que ya no tenía tiempo, decidida salto al pozo rogando no llegar tarde a su hogar, lista para empezar una nueva vida llena de adrenalina y miedo.
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Una Kagome diferente
SpiritualUn extraño virus ataca la época de kagome haciendo que los muertos vuelvan a la vida comiéndose a los vivos esto hace que tenga que madurar para proteger a los que mas quiere. Teniendo que separarse de su grupo de amigos del sengoku , dejando atras...