Una Kagome diferente

Ella es mejor

-No pode...s aqu... - unos leves murmullos me seguido de un estruendoso golpe es lo que me obliga a despertar. Mantengo mis parpados cerrados y tratado de escuchar otra cosa pero no hay más ruido sé que no estoy sola siento una presencia rara cerca de mí y el ruido que provocan sus pasos a mi alrededor me lo confirman. Decido seguir fingiendo que estoy dormida lo que logro fácilmente gracias a que todo mi cuerpo esta entumecido.

Estaba tan centrada en no abrir mis ojos que no note cuando se acercaron a mí sino hasta que colocaron un trapo mojado en mi frente, logrando que una corriente eléctrica me recorra el cuerpo de pies a cabeza.

- Sabes - una áspera voz resonó cerca de mi oído - no debes hacer caso de lo que ella dice - suspira - es una buena mujer pero tiene algo de mal carácter - dice soltando una corta risa - pero al final es buena y tiene miedo. Miedo a que todo el tiempo y las cosas que invertimos en ti hayan sido un desperdicio - ¿des...perdicio? - sabes... a veces me siento estúpido por estar aquí, has estado aquí ya seis días y no despiertas, constantemente he venido a visitarte y he charlado contigo un poco pero... no muestras señales de que vayas a despertar y francamente no quiero que nos veamos obligados a irnos y dejarte aquí a tu suerte - dijo soltando un pesado bufido - linda mas te vale despertar en dos días o tendremos que dejarte aquí - poso su mano en mi cabeza y me despeino - nos vemos al rato linda - dijo finalizando su discurso.

No me gusto nada que me llamara linda, pero es el menor de mis problemas, lo que ahora importa es descubrir donde estoy y donde esta mi grupo.

Poco a poco fui abriendo los ojos, los sentía pesados e hinchados. Parpadee un par de veces tranto de enfocar mi visión, en cuanto pude ver correctamente me di cuenta que estaba recostada en una cama con una delgada y sucia manta abrigándome, la aparté de mi cuerpo y trate de levantarme pero una soga amarrada a mi muñeca me lo impidió, me senté en el borde de la cama muy cerca de la pata de la cama y con cuidado quite la soga de mi mano. Ya de pie pude detallar la habitación era pequeña sin muchas cosas: la cama en la que estaba recostada, a un costado un pequeño mesón y sobre esta un recipiente con agua y algo de comida, en una de las paredes colgado un espejo de buen tamaño y para terminar la puerta. Sin ventanas y sin otra posible salida.

Me acerco al espejo colgado en la pared el cual refleja desde mi cabeza hasta mis rodillas. Mi cabello luce maltratado y está enmarañado y al parecer alguien me saco la ropa ya que estoy cubierta únicamente por una camiseta de hombre negra. Paso mi mano por mi cabello y es entonces cuando un agudo dolor aparece en mi abdomen, eso fue lo que desencadeno una oleada de recuerdos. Lentamente alzo la camisa y por suerte descubro que tengo mi ropa interior puesta la alzo un poco mas y descubro que la zona en mi abdomen esta vendada, doy un paso atrás y lo mismo sucede con mi pierna herida. No tengo la menor idea de lo que paso después de me desmayara o cómo fue que me encontraron en medio del bosque.

No tuve tiempo de esconderme o pensar si quiera en un plan cuando la puerta fue abierta y por esta entro un hombre quien al verme se quedo paralizado.

Sin que darle tiempo a nada corrí a él, utilizando toda mi fuerza lo obligué a retroceder hasta que su espalda choco con la pared - ¿Dónde diablos estoy? - dije presionando con mi antebrazo su garganta- responde - lo sacudí un poco contra la pared poniendo cada vez más presión sobre su cuello.

- Despertaste - dijo él con algo de dificultad - si me sueltas... te diré todo lo que quieras saber - poso ambas manos sobre mi antebrazo por no hizo el intento de retirarlo. Lo pensé un momento y dejé de hacer presión en su cuello pero no me aparté - despertaste - dijo con una enorme sonrisa, al fin pude detallar su rostro un chico de unos veinticinco años, alto, ojos marrones, cabello negro rebelde y un arete decoraba su labio inferior al lado izquierdo y en su oreja, todo en el grita que es un badboy - deberías sentarte tus heridas son algo delicadas - dijo señalando mi estomago.