Vecinos por incidente.

Capíulo 8

Miércoles por la mañana. La rutina de todos los días. Me levanté, fui a la universidad, y me tocaba trabajar. Cada euro que ganaba, lo tenía en una caja. Usaba muy poco dinero, solo para comida.
En el trabajo hice lo mejor posible, y el jefe me aduló por la forma de servir a los clientes. Los odiaba un poco, pero la plata la necesitaba, y de momento, eso era lo único que podía hacer.
Cuando salí, me dirigí directo hacia el departamento. Dentro de dos horas, Rubén me había invitado a su departamento, junto a Mangel y su actual novia, la cual era bastante maja (intentando usar vocabulario español)
Habían pasado días desde que me lo encontré en las escaleras, y todo en mi vida había cambiado. A pesar de saber que no iba a pasar, escuchaba con atención los videos, tal vez él mencionaba algo que tenga que ver conmigo. Era obvio que eso no pasaría de todas formas.
Comencé a diseñar folletos y carteles para ofrecer mi trabajo de profesora particular de Inglés, y ya había arreglado un par de entrevistas en escuelas de Madrid.
En eso, me llega una notificación al móvil.

elrubiusOMG ha subido un nuevo vídeo a YouTube.

Abrí el video. Yandere. Me senté el el sillón más viejo y apolillado que tenía (de hecho, era lo único que tenía además de mis libros y videojuegos, le daba un toque cálido a la pieza) y comencé a ver el vídeo.
- Las escaleras en Yandere me dan miedo, tío... es como que, si llevas un cuerpo o cualquier mierda, te ven tío, es que... NO, ES SEMPAI. NO, TÍO. Sempai pls, yo te quería, jo, coñññño.- Comentaba con fluidez y era súper divertido, dejé escapar una risa.
- Las jodidas escaleras, tío. El otro día me he chocado con una vecina mía, nueva, y llevaba cajas de la mudanza. Cuando la choqué, se le cayeron todos los videojuegos de la caja, tío. Un puto cielo de videojuegos, sabes. Me enteré de que es sub, es muy maja... PERO QUE LA PROFESORA ESTA, TÍO. ¿No puedo andar por el colegio con toda la remera manchada de sangre...?
Dejé de escuchar. Mi cerebro se había ido a otro mundo. Había hablado de mí en un video. Me vestí bastante parecida a la primera vez que lo vi.
Toqué su puerta tres veces, y abrió con una hermosa sonrisa, con una campera de colores y un delantal puesto.
- Pasa, querida criaturita.