Vecinos por incidente.

Capítulo 6

- ¡Que lindo!- dije enternecida por Ust, que tomó una cuchara y la hizo bailar en el aire.- ¿Sabés cocinar Ust?- me miró sonriente.
- Ust... ust.- Caminó hasta la heladera.- ¡Ust!- tomó un huevo de la misma, y mientras bailaba, se acercó a una sartén, y lo colocó ahí sin más, con la hornalla apagada. Dejé escapar una risa nerviosa. Él se agachó junto a la hornalla, mientras movía los índices bailando.
- Ust, ust... ust...- me acerqué a él y prendí la hornalla, se asustó.
- ¡UST! ¡UUUUST!
- Tranquilo, tranquilo... es fuego.- sonrió.- No, no, NO LO TOQUES, SUBNORMAL.-reí. Rubius regreso entre carcajadas.
- Jo, tío. Vale, no tengo mucho para cocinar pero...
- Una pizza de la pizzería de Bonellio estaría bien. Yo inv...
- Nope, yo te invito a casa a cenar, yo pago.- me resultó extraña la forma tan común con la que nos hablabamos. Cada vez que lo veía, olvidaba completamente que lo amo hace 5 años. El simple hecho de estar con él ya me alcanza y me sobra. Mis sentimientos se reprimen. Rubius tomó el teléfono.
- Tengo un cuerno de mamut, y te lo meto por el... ¿hola? Sí, quería ordenar una pizza. ¿Qué, Mangel? AH, QUE ME HE EQUIVOCADO DE NÚMERO, COÑO. Soy subnormal, tío. ¿Estás con Beatríz? Pues ve, suerte.
Sonreí al pensar en Rubelangel.
- Rubiuh, traje un juego genial.
- Dime.- dijo mientras marcaba el número de la pizzería.
- The Last Of Us.
- HOSTIA. De puta madre, ______. ¿hola? Sí, una pizza... ajá...
Luego de que terminara de ordenar, me ofreció sentarme en el sillón, mientras acomodaba la play.
- No pensé que eras así de agradable en persona, con una chica que apenas conoces.
- Me la juegooooo.
- Pensé que eras más tímido en persona.- él sonrió.
- Lo soy. Pero nuestro encuentro se dio de forma que me resultó imposible sentirme tímido, ¿sabes? Además, tengo una vecina que juega videojuegos, la lógica es hablarte.
- Todavía no caigo en eso.
- Me gusta hablar con mis suscriptores. Si lloran y gritan es un poco raro, pero cuando se relajan son la hostia.
- Sí, es súper goals eso.
- ¿goal no sería lo tuyo? Que forma de conocer a alguien, eh.- se sentó junto a mí. Habían bastante cosas que tenía pensado preguntarle cuando lo conociera, pero en ese momento... no recordaba nada. Pensé en todo lo que quería saber de Noruega, a él le gustaría hablar de eso. Lo miré, mientras tomaba el mando.
- Quiero viajar a Noruega algún día.- rió.
- No te arrepentirás. Es la hostia.
- Me encantaría vivir ahí, o en Alaska.
- ¿En Argentina no hay nieve?
- Sí, obvio que sí, pero... me llama la atención cosas que están lejos, y solo veo por el tele. Igual, no tengo un mango así que...
- ¿mango? ¿la fruta?- lancé una carcajada.
- Un peso, vocabulario argentino.
- ¡Ust, ust, ust!- lo miré con ternura.
- ¿Cuál es el problema Ust?
- Uuuuuust... ust, ust.- Rubius volvió a la normalidad.
- Dejale, el niño se está divirtiendo.
- ¿Conmigo? Pf, que milagro. Siempre pensé que solo le caía bien Mangel.
- Así es, pero Ust adora a las chicas gamer que tienen mucha decición en su futuro a pesar de no tener ni un... mango.- lo dijo como en broma. Me limité a reir.- En ese sentido, Ust y yo nos parecemos mucho. A que sí, Ust.
- ¡Ust!