-Capítulo 2-

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- ¡¡Ma!! Ya llegamos. - gritó Jenny cuando entrabamos a su casa.

- ¿Tu mamá esta? – pregunté.

- No se... Espera, ¡¡MA!!! ¿¡ESTAS!? – Gritó de nuevo ...

- Aquí en la cocina, linda. – gritó Diana.

Jenny y yo nos dirigimos así la cocina y ahí estaba la hermosa y dulce Diana; cocinando como siempre. Yo quiero a Diana como si fuera mi segunda mamá, porque mi verdadera vive en Miami.

- Hola, linda. - le dijo a Jenny y le dió un beso en la frente.

- Hola, cariño. – me abrazó y me dio un beso, eso fue un gesto tan maternal para mí.

- ¡Ma! Vamos a estar estudiando en el comedor. –le dijo Jenny mientras picaba lo que Diana cocinaba.

- ¿Por qué no lo hacen en el estudio? – preguntó Diana.

- Porque el idiota de Julián no nos deja estudiar ahí. –dijo mi amiga

- Ey, no lo llames idiota, solo Ori puede hacerlo. - las tres reímos.

- Ah, ya que me acordé... ¡¡Anoche hice galletas! - dije sacando un pequeña caja de mi bolso. ¡Sí! Yo hacía unas espectaculares galletas de coco, pero anoche no tenía coco así que las hice de vainilla aun así me quedaron deliciosas.

- Dame una cariño, amo tus galletas. – me pidió Diana a diferencia de Jen que solo se limitó a cogerlas si pedirlas hasta que una tercera mano apareció para quitarme una de mis galletas: era Julian pero no lo dejé coger ninguna.

- ¡EY! - me dijo

- ¡EY VOS!- le dije y lo miré mal.

- Está bien, quédate con tus galletas. - dijo desapareciendo de la cocina, Diana solo rió y volví a lo que estaba haciendo, Jenny y yo nos fuimos al comedor.

- ¡Muy bien! Ya empezó la 'Guerra de los Sexos'. - dijo Jenny mientras se sentaba, estuvimos un buen rato tranquilas pero la paz no dura para siempre y más cuando se trata de Julián.

Estábamos tranquilas estudiando, comiendo galletas per llegó el intento quitarnos el plato de galletas claro que él es rápido: pero yo soy aún más rápida. Es la ventaja de haber crecido con dos hermanos varones. Jenny solo nos miraba y reía mientras nosotros luchábamos por el plato de galletas. Yo corría y el me perseguía... Corrí por toda la casa hasta que hubo un momento en que me acorraló en un rincón. Pensaran que era mi fin pero yo soy mucho más inteligente y puse mis galletas detrás mío: si quería coger una tendría que tocarme y estoy segura que no lo hará, pero por un momento me equivoqué cuando lo vi acercándose a mi poco a poco y me miró de una manera tan intensa con la que jamás me había mirado. Puedo decir que hasta llegué a hacerme en mis pantalones. Bueno es una forma de decir, el poco a poco se fue acercando más llegando al punto de que nuestras respiraciones chocaban, no puedo negar que su presencia tan varonil y su perfume me ponía la piel de gallina. Hubo un momento en que solo nos miramos a los ojos y luego el bajo su mirada a mi labios, por un momento pensé que me iba a besar, estuvo así por unos segundo pero luego dañó el hechizo y volvió a ser el mismo idiota de siempre.

- Sabes, si no me quieres dar galletas mételas por...- el grito de Jenny lo interrumpió.

- ¡JULIAN! – dijo mi amiga.

- Wow... – fue lo único que pude decir recuperándome del shock.

- Ya ven y seguimos estudiando. – obedecí a mi amiga y seguimos estudiando puse las galletas encima de la mesa estábamos tranquilas pero Julián no se rinde tan fácilmente. Estaba parado en el marco de la puerta mirándonos con unas sonrisa estúpida.

FALL//ORIAN//ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora