-Capítulo 9-

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Hoy es miércoles, no tenía clase hasta el viernes, así que decidí ir a casa de Jen, no la había visto desde el lunes después de desmayarme, quería saber cómo estaba así que me vestí y fui directo a casa de Jenny, no fui en patineta porque quería caminar, ya me sentía mucho mejor pero la paz no dura para siempre. Cuando llegué a la casa de Jenny toqué el timbre y Diana me abrió.

- Hola cariño – dijo abrazándome.

- Hola Diana – sonreí.

- ¿Cómo estás mi nena? ¿Ya estás mejor? –me preguntó dulcemente.

- Si ya me siento bien. – le dije.

- ¡Bien! Es bueno saberlo. – dijo regalándome una sonrisa.

- Diana, ¿Jen está? – Pregunte.

- No cariño, no está pero te dejó algo. – dijo entrando para sacar algo y luego me entrego una carta.

- ¿Una carta? – me pareció extraño.

- Si cariño, no sé qué dice pero dijo que te la entregara si venias a buscarla. – explicó Diana.

- Okay Diana, entonces me voy. – dije

- ¿No quieres entrar? – me preguntó.

- No, solo venía a ver a Jen, pero no está. – dije sonriendo falsamente.

- Ok, cariño, pero no te olvides de mí.

- No ¿Cómo crees Diana? – dije abrazándola, luego me despedí y me di la vuelta para irme, Diana cerró la puerta.

Camine hasta la acera de frente la casa y me senté. Abrí la carta empecé a leer y cada vez que leía más me llenaba de rabia y tristeza que las lágrimas se apoderaron de mí, nunca me había gustado que me vieran llorar y sin embargo ahí estaba yo sentada en la calle llorando de rabia y tristeza... la carta decía que nuestra a mistad necesitaba un tiempo; que ella necesitaba crecer y yo se lo impedía. Que lo mejor era que acabáramos con nuestra a mistad por ahora, que ella necesitaba ser alguien más que una tonta virgen, que ahora que tenía novio. Todo el mundo la saludaba, la respetaba: cosa que no pasaba cuando estábamos juntas, que ella me quería pero que esto era lo mejor para las dos.... Cuando terminé de leer rompí en llanto.

¿Acaso esta era Jenny Serrano? ¿La chica que me había jurado a mistad eterna? ... La que ahora me daba la espalda porque tenía "novio", ¿Quién era esta estúpida que se hacía llamar mi mejor amiga? Esa no era ella, esa no era la Jen que conocí la chica que le encantaban las bromas, la que la valía un comino lo que pensaran de ella, la chica que decía que lo que único que importaba en la vida era la a mistad... ¿Dónde estaba esa Jenny? Acaso ¿Le lavaron el cerebro? Si acaso esto es un mal sueño que alguien me despierte ¡Por favor! No, no lo era, esto era real y me sentí vacía y más sola que nunca. Ahí estaba yo Oriana Sabatini, la chica que no le temía a nada, que se enfrentaba a todo y que no era débil, dejando el paso a Oriana Sabatini: la chica con sentimientos que odiaba que la vieran llorar, la niña de papá la chica que se entregaba a una a mistad con el corazón... estaba destruida, no ponía atención a lo que pasaba a mi alrededor solo sentía que mi corazón se encogía de dolor, luego sentí que alguien se sentó junto a mí, no le voltee la cabeza, lloraba mirando mis pies con la carta entre las manos pero podía saber quién era , reconocía su aroma y su presencia.

- ¿Qué te pasa? – dijo, yo alcé mi cara y lo mire, apuesto que yo estaba enjuagada de lágrimas, sin decir nada el abrió sus brazo dándome la señal que necesitaba, así que me tire en sus brazos y lloré. Llore como nunca lo había hecho en la vida, pero me sentía protegida entre sus brazos: el me rodeaba y me daba besos en la cabeza, después de estar un rato en silencio donde solo se escuchaba mis sollozos el volvió a preguntar

FALL//ORIAN//ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora