-Capítulo 14-

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Durante la semana no deje de recibir halagos por mi reciente cambio de "look", los chicos me saludaban y sonreían como si lo hubieran hecho siempre. Las chicas se creían mis amigas sólo por darme el saludo y por supuesto no faltaban las idiotas que durante toda la semana se comportaron amables conmigo y me alagaron por mi ropa nueva, se puede decir que hasta me invitaron a salir con ellas, pero yo me negué eso si lo hice "amablemente" como dice Julián, y Julián es otro cuento.

No conozco a un hombre más bipolar que JULIÁN EZEQUIEL SERRANO. Que en la universidad acordamos no hablarnos por bien a su reputación, porque aunque yo hubiera cambiado de look aún no era una de las chicas más linda, se puede decir que estaba en el 3er lugar, así que a veces si "a veces" me llamaba el muy ingrato y pretendía que nada pasaba.

Llegué a pensar que me evitaba y yo creo que lo hace ya que jamás se había abierto a una persona como lo ha hecho conmigo, cuando le conté lo de la cita él estuvo de acuerdo con el lugar y lo que le dije a Jason.

El miércoles en la noche me llamó solo porque quería hablar conmigo, cuando dijo eso me pareció lo más tierno que había podido escuchar alguna vez en mi vida. Duramos toda la noche hasta la madrugada hablando, preguntándonos que habíamos hecho cada uno durante el día y no faltaron las risa de algún comentario estúpido que alguno hacía. Cuando terminé de hablar con él me sentía feliz ya no me sentía tan sola después de todo y dormí tranquila. Al otro día el me había saludado en la Universidad y eso me pareció algo extraño ya que él no me hablaba delante de las personas y yo le respondí con una sonrisa y guiño, a lo que él sonrió también. Podía ver que Francisco nos miraba extraño a los dos, y luego lo vi preguntarle algo al oído a Julián, haciéndolo cambiar de actitud, y después de ese día no volvió a llamar tampoco a aparecer. No lo vi en la Uni y me dolía: como lo extrañaba, extrañaba su aroma, sus abrazos, su aliento susurrándome, su risa y su sonrisa, su calor, su voz, extrañaba hasta sus defectos como cuando se enojaba.

La verdad es que él se veía lindo enojado, hoy ya era viernes y estaba en recreo, habían timbrado para la 4 hora y ya todos estaban en aula de clases. Yo ya iba tarde así que me apresuré a buscar los libros de historia en mi casillero cuando un escalofrio recorrió mi espalda y sentí unos brazos rodearme por detrás, me susurró.

- Hola – sentí mi corazón latir con velocidad al oír su voz, su hermosa voz..

- ¡¡Ja!! Miren quien viene aparecer. – dije sin darle mucha importancia a su cercanía pero la verdad es que los nervios me comían.

- ¿Por qué lo dices? – susurró besando mi cuello, haciéndome estremecer.

- Bueno, un día me llamas, otro no, un día me saludas y al otro ni te veo – dije haciéndome la enojada, pero era para disimular que por dentro me derretía y empezaba a sentir calor.

- Perdón – dijo, besando mi hombro, y me sentí desmayar si seguía así, no me haría cargo de mis acciones, me voltee y quede frente a frente con él y él sonrió. Su sonrisa me enloquecía.

- Bueno un amigo no hace eso. – dije nerviosa a su cercanía y mirando sus labios.

- Créeme hay muchas cosas que yo hago que no lo hacen los amigos – dijo sonriendo de medio lado, OH POR DIOS era tan sexy, mi corazón amenazaba con salirse y gritaba que lo besara mientras mi mente decía que huyera.

- Ah si, ¿cómo que cosas? – dije siguiéndole el juego y acariciando su mejilla, el acarició mi hombro desnudo ya que llevaba una blusa que dejaba ver mis hombros, y me estremeci ante el contacto de su mano que hizo que todo en mí, se encendiera.

FALL//ORIAN//ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora