14. Avion

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Entramos a el avión y una azafata nos dijo que nuestros asientos estaban casi los últimos. Por "suerte" los asientos eran de dos y bueno ¿os lo podéis creer? Discutieron por quien se sentaría conmigo. «¿pueden ser más infantiles?»
— ¡no pienso sentarme con un desconocido total! —grito Dylan. Todos le miraban
— ¡yo tampoco! —dijo Thomas— ¡tú eres más sociable, hazte un amigo anciano!
— ¿qué? ¡No! ¿¡Porque no tu?!
— ¡¿PODÉIS CALLAROS?! —alce la voz y todo el mundo me miro. «intento dormir chavala» se escuchó por el fondo. Mire pero no llegue a encontrar a la persona que habló.
— yo me siento contigo ¿vale? —dijo Thomas rápidamente
— ¡no! Yo
— NINGUNO —asegure— vosotros os sentaréis juntos y yo con otra persona
— ¿qué? —dijo Dylan, Alce una ceja desafiante— vale, vale. Vamos Thomas —puso su mano en la espalda de Thomas para que avanzara y se sentaron.
— ploffes —susurre
Pasó como media hora y ya me moría de sueño. Mire a mi derecha donde estaban sentados ellos. Thomas escuchaba música y Dylan estaba roncando en el hombro  de Thomas con la boca abierta. Reí al ver que se le caía la baba, Thomas me miró en sufrimiento y aparte mi vista como si no me hubiera dado cuenta. Los ojos se me cerraban cada vez más y más, hasta quedar totalmente cerrados.
— Hey muchacha, por favor —abrí lo ojos de golpe al oír su voz. La anciana del asiento de al lado. No me di cuanta pero mi cabeza estaba en su piernas «¿me estaba durmiendo en las piernas de esta anciana?» me parte a la velocidad posible quedando otra vez en mi postura anterior.
Repentinamente los ojos se me cerraban otra vez. Apenas había dormido ya que me desperté a las 4:00 de la mañana para poder escaparme. Todo estaba en silencio, quizás eso era peor para mí. Aunque poco duró. Se escucho unos ruidos raros en el motor, poco a poco el avión empezó a temblar. No muy fuerte pero tampoco flojo. Mire a Thomas instantáneamente. Su expresión había cambiado por completo en segundos. Mire sus manos. Temblaban. "Relájate" dije en tono bajo. Me levante para poder ir con él y no dejarlo solo en estas situaciones, ya que Dylan sigue roncando.
— hey Thomas, tranquilo —me puse frente al el mirándole fijamente a los ojos. Él estaba asustado, lo notaba. Sus manos no paraban de temblar y pronto sus piernas también.
— por favor, tomen su asiento y abróchense los cinturones —empezaron a decir todas las azafatas. Agarre la mano de Thomas y la acaricie— por favor vuelva a su asiento —me dijo una de ellas. Mire a Thomas y me susurró «no te vayas por favor»
— todo va estar bien Thomas, de seguro no es nada grave. Te prometo que no te va a pasar nada —le di un último caricia en su mano y volví al lado de la señora anciana. Una azafata paso por al lado y aproveché para preguntar— ¡perdona! ¿Qué es lo que pasa?
— nada, solo tienen que averiguar un cosa. Tranquila. —eso fue lo único que me dijo. Sé que algo no va bien. Aparte de escuchar el motor, presiento algo. O alguien.

KIN-DAYR | Dylan O'Brien DO'B | #wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora