Capitulo 7

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Capitulo 7

-Es una larga lista- Agnés se estiro y leyó el folio del revés que James tenía ante sí.

-Un año es un tiempo largo. Pero no hay que elegir todo. Además, durante el proceso pueden surgir cosas, de modo que hay que dejar sitio para dichas posibilidades. Si tuvieras que resumir ¿Con que actividades te quedarías?

Le entrego el papel y la elegante pluma. Ella marco con un asterisco clases de cocina, que acepto porque James le había dicho que los oyentes les encantaría, no porque quisiera conocer realmente la diferencia que había entre flameado y salteado, clases para preparar cócteles, trufas y maquillaje. Esta ultima porque le parecía importante. Estiro la falda decorosamente sobre sus rodillas.

-Esta sí que la quiero hacer- marco una opción próxima al final, corriendo un riesgo. No sería algo que el esperara. Y a diferencia de algunas de las otras, esa sí que le interesaba e intrigaba.

-¿Estatuas de hielo?

-Sera asombroso. Ohhh, y esta...-puso otro asterisco

-¿Escuela de espías?

-¿Te lo imaginas?- Lo miro con ojos entusiasmados.

-No necesito hacerlo- James movió la cabeza- Lo averiguaré- Ella bebió un poco de vino.

-¿Y que me dices de viajar?

-¿Qué pasa?

-¿No te interesa la idea de unas vacaciones?

Volar a otro país le parecía demasiado. Además, no tenía pasaporte. Y la idea de solicitar uno le producía escalofríos.

-¿A dónde iría?-Musitó.

-A donde quisieras- repuso desconcertado.

Como siempre había ido de vacaciones donde vivía, la idea de ir más lejos que el Bronx no se le pasaba por la cabeza.

-¿Dónde sería bueno para tus oyentes?

-¿París?- James se encogió de hombros- ¿Londres?

<< ¿Ankara?>> Pensó animadamente. Después de ver un documental de historia antigua, siempre había querido ir a Turquía. Pero eso parecía demasiado exótico. Al final de las listas escribió Ibiza. La capital de la fiesta de Europa. El lugar que le gustaría a los oyentes de EXOR.

-Puede que vaya añadiendo cosas sobre la marcha. Cosas que se me ocurran-que le gustaría hacer sin que James lo supiera. Aunque no permanecerían en secreto demasiado tiempo.

-Perfecto. Arréglalo con Caitlin. Yo iré a donde ella me envié.

-Eres muy complaciente. La docilidad no ayudara mucho a tu reputación como jefe temible.

-Yo no soy temible, solo quiero que piensen que lo soy.

-¿Por qué?-No era una manera de disfrutar el trabajo.

-Porque así se consigue que las cosas se hagan. No estoy ahí para ser su amigo.

Agnés pensó en su propio jefe. Un hombre divertido y brillante a quien adora.

-¿No crees que la gente trabajaría con el mismo afán si sintiera respeto y admiración?

-Me gusta pensar que me respetan. Simplemente, no necesito caerles bien.

No había mucho que pudiera decir al respecto sin ofenderle. Además, era la persona más triunfadora que conocía. Y, en realidad, no lo conocía.

Reino el silencio.

-¿Qué haces los fines de semana?-pregunto ella al fin.

-¿Qué?

Encontrando a su alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora