Capítulo 11

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-No digas eso, no pienses eso sobre ti...-expresó el negando ligeramente. Agnes escondió esa gran desilusión que sintió al no tener la respuesta que esperaba.

-Tu mismo lo has dicho James, soy alguien metida en la rutina. No tienes que mentir para hacerme sentir mejor, se todos mis defectos, los que son muchos y...

-No, No, No...-James le interrumpió antes de que continuará torturandose a si misma- Agnés, las desilusiones te hacen abrir los ojos y cerrar el corazon, pero no por eso debes de acabar contigo misma- Agnés no pudo ocultar su asombro al escuchar esas palabras salir de su boca- Si, te creía alguien metida en la rutina. Tenia la convicción de que las personas metidas a la rutina, simplemente eran así en todas partes, eran...predecibles. Pero tu me hiciste cambiar esa conviccion- James avanzó hacia ella, lo cual corto su respiracion, impidiéndole retroceder- Se que sonará cliche, pero no tienes que ser perfecta para ser unica, para ser tu...Para ser hermosa - En ese momento, Agnés se dio cuenta que, si no fuera por aquel poste del cual se sostenia, estaría en aquel frio y doloroso suelo de aquella acera.

Agnés quería responder, ella quería decirle que tiene ese no se que, que le gusta. Que eso era lo más hermoso que alguien le había dicho en su larga vida llena de fracasos y aciertos. Que desde que el llego, su vida a sido lo más maravillosa posible. Que simplemente no lo anhelaba como jefe, lo anhelaba como algo más.

Pero no dijo nada, no salió nada de su boca. Sólo una silenciosa y solitaria lágrima recorrío su mejilla. Y así fue como, James Rush, deslizó su suave pulgar por la mejilla de aquella chica que le parecía impresionante, pero que no se diganaba a conocer. James le dedicó una sonrisa sincera. Una de las pocas sonrisas sinceras que el le había dedicado en lo que llevan conociendose. Y una de las pocas sonrisas que le encantaban de las personas que habían pisado el planeta.

-Hasta luego, Agnés.

Y vio como James Rush desaparecía en aquel viernes en la noche, dejándola sola y con deseos de más.

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Y ahí se encontraba Agnés Stone. En su habitacion, sola. Un sábado en la mañana. Tratando de tomar una decicion. Ir o no ir. Hacer el intento, o quedarse de brazos cruzados y no ganar nada. Lo peor que le podría pasar seria otro rechazo, lo cual sabría manejar. Se levanta de un salto. Se duchó y se vistió con unos vaqueros, una camisa roja con cuello, una chaqueta negra y unas botas bajas de color marron. Se enfrentó a la puerta de entrada y suspiro, repitiendo en su cabeza una y otra vez: "No me rendire"

Dos horas despues...

Agnés se posicionó en la gran barandilla de aquel gran bosque. Se había perdido varias veces pero al fin había podido llegar. Divisó a los corredores acercandose. Busco a James con la mirada. Hasta que lo vio, sudado, tenso, pero totalmente irresistible.

James no pudo ocultar su sorpresa al ver a Agnés Stone en la barandilla cerca de la meta. De pronto sintió algo extraño en si al ver que alguien lo apoyaba, al ver que ella estaba alli. Lo que lo llevo a correr más rápido y ganar. Se dirigió rápidamente a su encuentro con Agnés. Esquivando todas las felicitaciones. Sólo tenía un gran proposito. Ella. Se posicionó en frente de aquella mujer que no se permitía ver más allá que una socia en trabajo. Le sonrio. Ella le dedicó esa sonrisa que hace su mundo caer. Su pecho subía y bajaba. Se hacía creer que era por la carrera, pero dentro de sí sabia que no era asi.

-Agnés, no es por ser descortes, pero, ¿como encontraste este lugar?

-O, eso fue facil. Había visto un papel en tu escritorio con la dirección, lo recordé y aquí estoy- dijo haciendo unas extrañas manos de yazz. El río. Admirando la belleza de aquella mujer de la cual negaba sentir algo.

-Bueno, ¿Quieres ir a tomar algo? Siempre vamos a un lugar después de las carreras.

Agnés se sorprendió bastante por aquella invitacion. Hasta quedo en shock. Sólo pensaba en que esta vez, si saliera algo de su boca.

-Cla-Claro - dijo y lo siguió, limpiando una fina capa de frio sudor que recorría su frente. Llegaron a un local después de que James se duchara y vistiera. Era algo rustico. Mesas echas de madera y caoba. Caoba muy fina. Se sentaron en una mesa y nadie hablaba. Reinaba un gran silencio incomodo.

-¿Qué hacés aqui? O sea, porque te apareces aquí de la nada- Es increíble como esas simples palabras hicieron que Agnés lo mirará algo sorprendida. Sentía que con aquellas simples palabras, el James amable y encantador había desaparecido y el James frio e indiferente había vuelto con unas simples palabras.

-Bueno, pensaba que como conviviríamos en las actividades desde el lunes...seria bueno que nuestra amistad sea mas...profunda. Conocer uno de otro- Ni Agnés se creía lo que acababa de decir. Ella sólo rogaba porque el le creyera. James la miraba atenta. Esa mirada fría y evaluadora, como la noche anterior.

-No somos amigos Agnés- Ella se sorprendió por su tono de voz. Frio. - Sólo estamos aquí por trabajo- Desvío la mirada hacia la gran pantalla donde pasaban un juego de fútbol americano. Agnés simplemente no creia su frialdad. Ella sólo quería llegar a el. Y el no lo entendia.

-Tu mismo te ofreciste a ser mi "amigo" en las actividades- Le encaró ella sin mas, sin compacion. No dejaría que alguien más la humillara. Nunca más se dejaría humillar.

-Sólo porque tu no tienes "amigas" las cuales llevar a las actividades- Un golpe muy bajo para Agnés. Esta se le quedo mirando atentamente. Mientras esté solo veía un punto fijo a lo lejos. Se preguntaba como una persona asi, fria, indiferente, serio, podría atraerle de tal forma. De su mente rebotaban muchas preguntas que anhelaban salir de alli. Pero solo una generalizaba todo aquello que quería decirle.

-¿Cual es la razón?-James giro la cabeza y la miro fijamente. Pero ella no quitaría la mirada. No se intimidaria.- ¿Cual es la razón de ser tan frivolo? ¿Cual es la razón de que esa sonrisa, que veo muy pocas veces, no esté ahí para siempre? ¿Cual es la razón de no querer tener amigos? ¿Cual es la razón...de no dejar entrar a nadie?

James se quedo pensativo un momento. Pensaba. ¿Confiar o no confiar? Pero el seguía con la misma imagen. En la confianza es que esta la traición. Así que simplemente salió de alli dando un portazo. Dejando a Agnés sola. Viendo a todas las personas reir, hablar y divertirse. Y ella alli. Acabando de recibir otro rechazo en su vida. Pero lo diferente de este, es que no se rendirá tan facil.

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Holaaaaaa!!!

VOLVIIIIIII. SE QUE NO ME ESTRAÑARON, SOLO ESTRAÑARON AL ZEZUAL DE JAMESSS. Okno. La verdad es que me siento super mejor so...eme aqui!!! Y ahora habrá muchos más capítulos ya que tengo la inspiración a millonnnnnnnnnnn. Okno.

Preguntas

¿Qué opinan de lo que dijo James? ¿Qué opinan de lo que hizo Agnés? ¿Y de lo que dijo Agnés? ¿Pensaron que habría beso? A me ziiii.

Todo eso muy pronto. Si les gusto, dejen su voto y comentario. Me encanta cuando los dejan. Y gracias por su apoyo cuando me sentí pesimo.

Las quiere,

-Daniela.

Encontrando a su alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora