Dark Paradise

Capítulo 1

Capítulo uno

Grace y Katy se encontraban en uno de los mas grandes parques de Londres. Durante todo el día una tras otra capa de nieve había caído sobre la ciudad y Grace decidió llevar a su hermana menor a jugar con algún otro niño que pudiera encontrarse también en el lugar. La adolescente estaba principalmente concentrada en el libro que tenía entre sus manos y ocasionalmente cuando no escuchaba la conversación de su hermana con los otros niños levantaba la vista para asegurarse de que todo estuviera bien.

La madre de ambas la había llamado para avisar que tal vez llegaría mucho mas tarde de lo que acostumbraba. Al parecer,  la nevada había provocado que la carretera que conectaba el hospital con su casa fuera cerrada y ella se había visto obligada a refugiarse en un hotel cercano mientras esperaba noticias. En Londres era algo bastante común el frío, pero por lo general eran capaces de evitar el cierre de las avenidas principales. 

Grace era una fantástica hermana mayor desde el punto de vista de cualquiera que la conociera. Siempre estaba pendiente de Katy, como una segunda madre. La niña había nacido cuando tenía 10 años, su madre no sabía que estaba embarazada cuando se divorció del padre de ambas. La última vez que escuchó de él fue cuando viajó a Canadá y dejó de pagar pensión alimenticia. Grace agradecía que el dinero en su familia de 3 nunca faltó. Su madre era una reconocida cirujana en un hospital público y el sueldo era mas que suficiente para incluso darse algunos lujos.

Katherine había sido el nombre que Grace sugirió cuando supo qué tendría una hermanita. Luego comenzó a ponerle apodos hasta que todo el mundo terminó llamando a su hermana simplemente Katy. De pequeña, a Grace siempre le gustaron los nombres largos que podían derivar a varios apodos, pero lamentablemente el suyo no era uno de esos. Ella, simplemente, era Grace.

De cualquier manera pasar tanto tiempo con su hermana había hecho que esta adoptara una personalidad similar a la de los adolescentes actuales aunque aún así se las había arreglado para mantener el encanto de los niños pequeños.

Grace estaba enfocada en terminar el libro antes de irse a casa, por eso había pasado por alto el hecho de qué poco a poco las personas y niños que ahí habían se habían marchado hasta que al final solo quedó ella en la banca con su hermana haciendo figuras con la nieve recién caída.

Realmente no se preocupaba demasiado. El parque siempre tenía presencia de guardias y la ciudad de Londres tenía una baja tasa de crímenes además de que la zona, por lo general, era siempre tranquila.

Pero por alguna razón cuando a la lejanía pudo identificar la silueta de un hombre, alto y de figura musculosa, comenzó a sentir un sabor amargo en la boca y un su mente le decía  que debía escapar de ahí antes de que él se acercara más.

Con un simple gesto de su mano su hermana apareció a su lado preocupada por la seriedad en el rostro de la adolescente. Grace envolvió su mano alrededor de la muñeca de la pequeña y lentamente comenzó a retroceder intentando parecer casual y despreocupada pero fracasando: su postura era tan tiesa que parecía estar echa de acero.  

Se sentía realmente intimidada por aquella figura que caminaba directamente hacia ellas. Grace era mas alta que la mayoría de las mujeres pero de cualquier manera podía ver que aquel hombre tenía al menos una cabeza mas que ella. Y el lugar estaba completamente vacío, ni siquiera había alguna señal de guardias.

-- Oye, Katy -- La joven dijo con un tono casual y dulce. No quería alterar a su hermana más de lo que claramente se encontraba -- Es momento de volver a casa y esperar a mamá ahí, ¿Quieres hacer una carrera?

-- Sí. Pero, ¿Vas a dejar tu libro aquí?

Grace no se había percatado que dejó la copia de "El Guardián entre del Centeno" en la banca. Estaba ya a algunos metros de distancia, y el desconocido todavía tenía que recorrer al menos unos doscientos metros más hasta llegar a ellas. Rápidamente caminó a la banca aún sujetando firmemente a su hermana por la muñeca, lo cogió, y al dar media vuelta para finalmente salir de aquel lugar, pero se encontró de frente con ese hombre. Como si él se hubiera teletransportado allí.