Capítulo 4

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Capítulo cuatro

Yves sabía que Grace no le permitiría entrar a su hogar, por lo que ni siquiera formuló la pregunta. Ella fue apenas consciente cuando él pasó suavemente por su lado. Vio como en terrorífico hombre pasaba más allá de su hermana, que observaba desde los pies de la escaleras, y dejó a la mujer en el sillón.Él ya sabía quien era la mujer. Había podido ver el reconocimiento en el rostro de su compañera, y la menor de las hermanas era la réplica exacta de su madre.

Grace lo miró escéptica durante unos momentos. No podía creer que seguía dando vueltas alrededor, o que tuviera la valentía de volver a presentarse en su casa después de todos los problemas que ya causó para la estabilidad mental de ella. Pero allí estaba. Mirándola. Grace decidió que esta vez no sería tan amable como la vez anterior para correrlo. Con un movimiento de su mano indicó a su hermana que volviera a la habitación, la niña corrió escaleras arriba y solo cuando Grace escuchó el ruido del seguro de la puerta siendo colocado se permitió actuar de nuevo.Sin decir una sola palabra a Yves, cogió su teléfono celular de su bolsillo y llamó a la policía 

-- Policía de Londres -- La voz de una profesional se escuchó, monótona, acostumbrada a cientos de llamadas en un día -- ¿En qué puedo ayudar?

-- Hay un intruso en mi casa -- Mientras hablaba sus ojos permanecían fijos en él. Temió que de pronto se volviera violento con ella. Era perfectamente capaz de hacerle daño. Tragó el sabor del pánico en su boca para continuar hablando -- Se ha colado en mi casa por segunda vez y ha lastimado a mi madre. Y asesinó un hombre hace una hora.

-- ¿Cuál es tu dirección? Enviaremos una patrulla inmediatamente.

La chica rápidamente musitó la calle y el número de la casa. El Policía le pidió que mantuviera la calma y cooperara mientras la patrulla no estuviera allí. Luego cortó la llamada.

Ahora que sabía que en breve podría entregar a Yves a la justicia, aunque si  Las neuronas en el cerebro de él funcionaban medianamente bien, se marcharía. Pero él no hizo ningún  movimiento hacia la salida. Sus ojos continuaban sobre ella, y tuvo incluso la sensación que no pestañeaba.

-- Yo no le hice nada a tu madre. Ni siquiera sabía quien era hasta hace unos pocos segundos  -- Dijo él sonriendo sin humor. No podía creer que ella creyera que sería así de fácil deshacerse de él -- Y lo que maté en ese parque no era un hombre. Era un monstruo.

-- Pero dime, ¿Qué te hace diferente a él? -- Exigió. Él permaneció en silencio -- Quiero que te vayas de mi hogar ahora mismo -- Esta vez puso aún más énfasis en cada una de sus palabras que antes.

A lo lejos comenzaron a escucharse el sonido de sirenas policiales y una nueva ola de confianza la inundó. Pronto tendría ayuda. Grace giró hacia él con sus ojos relampagueando con tanta vida que estuvo muy cerca de dejarlo sin aliento. El silencio fue absoluto mientras el sonido de las sirenas se hacía cada vez más potente mientras se acercaban. No pasó mucho tiempo antes de que estuvieran estacionadas frente a su casa. Se tocó suavemente la puerta, casi imperceptible, sin querer alterar a un intruso en caso de que estuviera allí dentro. Pero el sonido fue muy claro para ambos.

-- Anda, abre -- Yves la animó. No parecía ni mínimamente asustado -- No esperaran demasiado antes de tirar abajo la puerta, ¿No?

Manteniendo un ojo en él, Grace tiró de la puerta abierta tan rápido como pudo. Inmediatamente se encontró cara a cara con dos oficiales apuntando un arma directo a ella. Había unos cuatro más en los vehículos. Ella giró donde Yves debía estar, pero estaba vacío. Él se había desvanecido en el aire. La oficial de policía la jaló suavemente fuera de la casa mientras otros entraban y comenzaban a registrar todo.

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