Dark Paradise

Capítulo 2

Capítulo dos

Y, por primera vez, Ives miró directamente hacia ella.

Grace no sabía que hacer, ¿A caso debía escapar? ¿Era ese momento que estaba esperando para volver a ser libre?  haber visto como la persona justo frente a ella había arrancado el corazón del pecho de otro hombre, solo la hacía sentir aún mas vulnerable y sentirse paralizada.

Para la adolescente el tipo anterior era un loco, alguien que había perdido su cabeza hace quien sabe cuanto tiempo, pero este era un completo psicópata. ¡Acababa de robar una vida! Y no parecía sentir remordimiento alguno. La amenaza se hizo cada vez mas grande, el miedo cada vez mas intenso, y el pánico comenzó a nublar los pensamientos racionales.

Una brisa de viento cruzó el lugar haciendo que el cabello del hombre bailara con él, se ondeó sutilmente para luego volver a caer en su lugar. Solo fue un breve momento, pero había sido suficiente para despejar el rostro de Yves unos momentos y para que Grace pudiera ver sus rasgos.

El cabello le llegaba unos centímetros sobre su cuello en ondas delicadas, notó que su mandíbula estaba marcada y especialmente rígida, los pómulos del hombre eran altos, sus ojos tenían una curvatura perfecta y sus labios parecían tener la forma ideal. Grace notó que era guapo, pero de cualquier manera en su mente no era importante ese detalle en aquel momento. Lo que realmente importaba era salir de ahí.

La mente de Yves no estaba clara. Cuando sus ojos llegaron a conectar con la castaña sintió que algo diferente estaba pasando, lo supo de inmediato: Por fin la había encontrado. En su especie, los hombres que no encontraban a su compañera se volvían violentos y peligrosos, perdían cada sentimiento y emoción y solo quedaba la lujuria y sed. Era un proceso gradual, pero Yves se encontraba muy cerca del límite.

No estaba seguro de como enfrentar la nueva situación. Aun con muchos metros separándolos podía sentir los latidos frenéticos del pecho de la chica y también de la otra que no estaba en su campo de visión. Las dos estaban asustadas. Comenzó a preguntarse como debía acercaese a las niñas sin que pusiera causar un daño mayor a sus mentes, pero aun después de tener la experiencia de siglos, no pudo encontrar una manera de lograrlo.

Cuando comenzó a dar pasos lentos hacia la entrada de la cueva en la que estaba su compañera, esta retrocedió rápidamente. Grace se puso de tal forma que su cuerpo estuviera cubriendo a su hermana, Katy era tan pequeña que si tenía algo de suerte no sería notada. No tuvo suficiente valor como para que sus ojos permanecieran abiertos para cuando el desconocido entrara. Los mantuvo firmemente cerrados teniendo como única advertencia de que se acercaba el sonido de pisadas cada vez mas cerca.

Se sentía enferma por lo que había visto. Estaba segura que se debía ver como un completo desastre y así era: Su cabello estaba despeinado, el maquillaje que acostumbraba usar la hacia parecer un mapache, sus ojos estaban hinchados y su cuerpo ni podía dejar de temblar. Katy no se veía mucho mejor.

Grace supo cuando los pasos finamente se detuvieron, el hombre estaba muy cerca, tal vez un metro o menos, no tenía manera de saberlo con certeza sin tener que abrir los ojos. Un sonido ahogado salió de su garganta cuando sintió la mano del hombre en su cabello, dejando algo similar a una caricia. La mano bajó hasta su cien donde comenzó hacer una leve presión y a mover su mano como al dar un masaje. Era eso lo que hacia.

-- ¿Podrías abrir tus ojos para poder hablar, cariño? -- La voz sonó suave, como una súplica y no una orden. Grace no quiso caer en el tono tranquilizador sintiendo que no era más que una trampa, una ilusión, se negó a sucumbir a ella.

-- Vete -- Esta respondió con un tono firme.

-- Lo único que deseo hacer es ayudar.

Grace negó con la cabeza. No lo conocía, él no la conocía, si ambos eran sólo unos desconocidos -y el hombre un asesino- no veía como sus palabras podían ser reales. Si Yves le haría daño, prefería ser tomada por sorpresa que ver su propio sufrimiento.