Capítulo 3

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Capítulo tres

De la sorpresa Grace dio un paso atrás y antes de poder hacer algo más Yves había abierto la puerta y entrado a su casa con una sonrisa de disculpa pero sin demostrar mayor arrepentimiento o vergüenza.

Él con su pie cerró la puerta a su espalda haciendo que Grace comenzara a retroceder lentamente, deseando que aquel depredador no fuera nada mas que una ilusión.

Pero, para su mala suerte, todo lo que pasaba era completamente real.


-- Voy a gritar si no te vas inmediatamente -- Amenazó caminando  en dirección a la cocina de su casa y manteniendo siempre un ojo vigilante en él -- Lo digo en serio.

-- Solo harás que tu hermana se preocupes, las casas están tan separadas que no te escuchará nadie -- Este dijo con un tono tranquilo, sin tomarle mucha importancia a las amenazas de ella.

Grace al llegar a la cocina se abalanzó contra a cajonera en la que el servicio se guardaba y con rapidez vio el cuchillo con el que su madre cortaba carne. Este tenía un filo impecable, era delgado, y casi tan largo como su antebrazo.

La chica después de empuñarlo sintió como una pequeña ola de seguridad la invadía. Ahora, era mucho mas intimidante que antes cuando no podía defenderse. Pero al dar media vuelta en dirección a Yves se dio cuenta que este no se encontraba a cuatro metros como hace un segundo, si no justo afrente a ella, justo como el otro hombre había hecho, y con su cuerpo bloqueando su punto de vista.

El temblor de sus manos fue tan repentino e incontrolable que terminó dejando caer el arma blanca al suelo con un ruido sordo. Yves pudo ver los ojos aterrados de Grace cuando comprendió que estaba completamente indefensa y se sintió culpable inmediatamente. Pero no quería siquiera dar la oportunidad a su compañera de intentar apuñalerle, así que con el pie empujó el cuchillo lejos se su alcance.

-- ¿Qué eres? -- Grace finalmente logró decir con solo un hilo de voz -- ¿Por qué haces esto?

-- Nada malvado-- Respondió con voz gentil y dulce. Deliberadamente este evitó la segunda pregunta de la niña --, No es mi intensión provocarte ningún tipo de incomodidad, realmente lamento mucho que sea así.

-- ¡No has respondido ninguna de mis preguntas! -- Gritó Grace, jadeando por el miedo e ira que sentía.

-- Y no lo haré -- Yves se encogió de hombros de manera casual. Todo el tiempo mantuvo sus ojos en los de Grace, con una mirada tan fija y penetrante que esta no podía mantener su mirada mucho tiempo en él sin sentir la necesidad de alejar sus ojos.

-- Quiero que te vayas de mi hogar ahora mismo -- Ella habló con un tono firme aunque la confianza no era su mayor atributo en aquellos momentos.

-- Los amigos de aquella cosa en el parque podrán rastrearte hasta este lugar y vendrán -- Yves habló como si nunca hubiera escuchado la petición de su compañera -- No son buenas personas. Van a lastimarte y a cada persona que te importe. Lo mejor será que me permitas quedarme hasta que esa amenaza desaparezca.

-- Tengo la capacidad de protegerme a mi misma y a mi familia -- Grace contestó, comenzando a perder la paciencia -- ¡Vete ya, lo digo en serio!

El pánico era tan  invasivo que ella a penas podía contener las lágrimas. Después de decir esas palabras temió que su hermana, en la habitación, la hubiera escuchado. Esperaba que aunque fuera así, no se le ocurriera abandonar el cuarto.

Yves también comenzaba a perder la paciencia. Durante toda su vida, nunca se había enfrentado a alguien como esa muchacha. Todas las personas en su círculo cercano eran principalmente objetivas y sensatas, pero Grace como solo una adolescente humana no tenía ninguna de esas características, se dio cuenta que ella no lo escucharía en aquella oportunidad, por mucho que lo intentara, a menos que usara la fuerza lo que no era una opción para aquella situación.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora