Mi hermana y los chicos no me creen lo que les dije. Piensan que estoy mintiendo sobre lo que escuché mientras Marie y Shailene hablaban.-¿Theo, escuchaste bien?-
-¡Sí, Karen! Marie no es la persona que pensábamos, o que ustedes pensaban, que era-
Pedimos algo de comer, pero esta vez, tuvimos de abonar, no volvimos a cruzarnos con Marie Woodley.
-No..no puedo creerlo-
Veo en Alex, luego de sus palabras, alguna lágrima que quiere salir.
-Pensé que ella nos quería ayudar-
-Si, yo también creí eso- dice Ansel -¿Por qué, entonces, nos dio ropa, algo de comida...? No entiendo, chicos-
-No lo sé- aclaro -No sé nada-
Corto y como el último pedazo de milanesa con una pequeña porción de papas y tomo algo de gaseosa que nos sirvieron.
-Ya...no tenemos nada de plata- dice Karen
Gasté los $100 de hoy y algo que encontré en mis bolsillos, supongo que de ayer.
-No importa. Ahora conseguiremos más-
-¿Para comer algo por la noche?-
-No lo sé, Ansel, tengamos...esperanzas-
Luego de unos minutos más sentados, esperando que la comida baje al estómago y no quede por el camino, salimos del Centro.
-¿Queda algo de monedas?-
Ansel me responde, buscando en su bolsillo y justo llega el colectivo. De vuelta al callejón.
Nos sentamos en los asientos que son para persona discapacitadas, el transporte está vacío, así que no hay ningún problema. Karen a mi lado, y frente a nosotros, de espaldas al camino, la otra pareja de hermanos.
-¿Nunca se preguntaron de que va la vida de nuestros padres?- pregunta Ansel
-A veces los vimos- Karen comienza -Se hacen los disimulados, pareciera que ven fantasmas cuando nos encuentran-
-Nosotros nunca nos vimos nuevamente- cuenta Alex -Creo que si los veo, me pondría a llorar y les pegaría, una y otra vez-
Coloca su cabeza en el hombro de Ansel y el le besa la frente.
-¿Por qué no somos así nosotros, Karen?-
-No me gustan las expresiones de amor- me fulmina con la mirada -Las odio-
Río.
-¿Te gusta la chica esa, Theo?-
-¿Qué chica, Alex?-
-La hermana de la falsa. Shailene-
-No- digo -no me gusta-
-Mejor...- susurra, pero la escucho
-Ey, Theo, huelo celos por aquí cerca- me dice mi amigo
-¿Celos?- dice su hermana y ríe -Hay que proteger a Theo de esa chica...quizás es como su hermana-
-No parece mala persona- aclaro
-¡Ya te enamoraste!-
-¡No, Karen!-
Los tres ríen, pero Alex, sin ganas.
-Dejen de reir y caminen, estamos por llegar-
Me levanto del asiento, los chicos me siguen, agradezco al conductor y bajamos del transporte.
-¿Hay que trabajar?-
Alex pregunta y, luego, bosteza.
-Descansen si quieren-
Los tres sonríen y caminamos hacia nuestro lugar.
Busco el pequeño balde, un trapo y la esponja, coloco algo de jabón y ya está.
-¿Theo?-
-¿Qué?-
-¿Te vas?-
-Sí, Ansel. Ustedes duerman, hagan lo que quieran. Cuidá a las chicas-
-No vas a ir vos sólo a limpiar-
-Es una orden. Se quedan-
. . .
Algo de dinero conseguí, como también, mucho cansancio; desde la mañana estoy despierto, estuve con la bicicleta, es demasiado para un día.
Deben de ser, recién, las 18:00, pero necesito dormir hasta mañana, recuperar fuerzas e ir a entregar los periódicos.
El semáforo se pone en rojo y un auto estaciona, esperando al verde. Me acerco y me sorprendo al ver quienes están dentro, bueno, quién está dentro. Shailene... y un adolescente, manejando.
-¡Ey!-
Escucho un grito, proveniente del auto en que está Shailene.
-¿No queres limpiar los vidrios, niño pobre?-
En una mano tengo el balde, pero la otra, la tengo libre, por lo que aprieto mi mano en un puño, aprieto la mandíbula; quiero golpearlo.
-Nahko...- escucho que Shailene le dice al otro
-¿Qué?- ríe
Mientras tanto, yo voy caminando hacia el auto de atrás, pero me interfiere el paso la puerta abierta del conductor.
-¿No te parece de mala educación no contestarme?-
Se baja del auto, se para frente a mí; no me da miedo, es algo más bajo que yo.
-¿Tus padres no te enseñaron modales?-
Rodeo la puerta abierta, trato de seguir mi camino, pero agarra mi brazo.
-Te ví mirando a mi chica, el otro día y recién ¿Quién te pensas que sos, pobre?-
-Sueltame- hablo, al fin
-¡Hablás!-
Varias bocinas comienzan a sonar, el semáforo cambió.
-Déjalo en paz, Nahko-
-Sí, claro-
Me suelta con brusquedad, paso, rápidamente, por detrás de su auto, hasta la acera; mientras camino, miro a Shailene, quien está riendo. Ríe con ganas. Lo percibo.
¿Por qué la gente es así? Falsa. Mentirosa. Mala persona.
Creí que ella era distinta. Pero, obviamente, no; no podía creer algo cuando nunca hablé con ella.
Pero parecía diferente.
Los ricos son todos iguales, dinero, popularidad y más dinero. Superioridad y pisar al resto, a los que consideran inferiores a ellos.
Dejo las cosas en el fondo del callejón, en silencio, tratando de no despertarlos.
Salgo.
Comienzo a caminar, sin un rumbo preestablecido. Sólo camino, camino y camino.
Miro a las personas de mi alrededor, familias, amigos, parejas: gente feliz.
Luego me veo a mí reflejado en un vidrio. Un adolescente torpe, sin estudios, que piensa cambiar la situación en un mismo día. Que trata de confiar en alguien y lo traicionan. Alguien al que le mienten, una y otra vez; desde sus padres, su entorno, una mujer que conoce y quizás, una chica. El sistema lo engaña y miente, la sociedad actual lo lastima.
Eso soy.
Un Nadie en la ciudad, en la provincia, en el país y en el mundo.
ESTÁS LEYENDO
Homeless {Fanfic Sheo}
Romansa"¿Creiste en la posibilidad que, a pesar de nuestras notables diferencias, me enamoraria de vos?"