Capítulo 74

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Después de pasar lo que le quedaba de noche moviéndose de un lado a otro en la espaciosa cama sin poder conciliar el sueño, decidió madrugar mucho aquella mañana y levantarse de la cama.  Se dirigió hacia la cocina y se preparó un zumo recién exprimido el cual se acabó pocos segundos después. Miró por la amplia ventana y contempló el amanecer en silencio recordando las veces que lo había visto desde la cama de su exnovia después de hacer el amor durante toda la noche.

Camila soltó un suspiro y se ajustó la bata que llevaba puesta. Desde la escena del día anterior se había prometido a sí misma no volver a perder los nervios de aquella forma sin estar segura de poder cumplir su palabra. Sin saber qué hacer en aquel piso tan vacío y solitario recordó las palabras de Dinah sobre recoger el correo. No esperaba nada pero aun así los panfletos de publicidad se iban acumulando en su buzón.

Decidida, se calzó unas zapatillas de ovejas que le regaló su madre y cogió su copia de llaves para bajar al portal. Cerró la gran puerta y caminó por el largo pasillo deseando no encontrarse con ningún vecino. Normalmente no salía del piso con aquella vestimenta pero al ser tan temprano lo había dejado pasar. Bajó con su paso firme los escalones blancos hasta el portal y antes de meter la llave  en la cerradura del buzón, observó como un pequeño niño se encontraba tras la puerta repartiendo periódicos. Lentamente se acercó a la puerta del portal y la abrió para saludarlo. Nunca lo había visto por allí y le resultaba curioso y a la vez admirable lo que madrugaba para ganarse una miseria.

- "Buenos días" saludó Camila al pequeño.

- "Buenos días señorita, ¿le apetece un periódico?" preguntó el niño que no tendría más años que su hermana menor.

- "Con mucho gusto" respondió cogiendo uno de los que llevaba en su bolso y dándole unas cuantas monedas que llevaba en uno de los bolsillos de la bata.

- "Gracias" se despidió con una sonrisa antes de montarse en su bici y seguir repartiendo.

Camila se quedó mirándolo durante unos segundos hasta que cruzó la esquina de la calle. Notaba un ruido a lo lejos lo cual le sorprendió siendo tan temprano aun sabiendo que la vida en la ciudad era así a cualquier hora del día. Se giró para volver al portal cuando un gran ruido de sirenas de ambulancias y coches de policía pasaron cerca de su calle. Algo había pasado y debía de haber sido bastante grave. El primer pensamiento que vino a su mente fue la imagen de Lauren y el sueño que había tenido durante la noche.

- "Estás empezando a obsesionarte Camila" se dijo para sí misma en voz baja volviendo al portal.

Se paró de nuevo frente al buzón con su nombre y con el de su mejor amiga y metió la llave dentro de la cerradura. La cantidad de publicidad acumulada cayó al suelo junto con el periódico quedando el pequeño montón sobre las zapatillas de ovejas de Camila. Se rio para sí misma por su mala suerte y se agachó a recoger los papeles. Los apiló en sus manos  hasta que encontró algo que realmente no esperaba. Un sobre azul.

Tenía la respiración calmada, lo sabía porque escuchaba sus pulsaciones en un monitor. Parpadeó unas cuantas veces mostrando sus ojos verdes y se encontró en una sala de hospital. Se miró las manos con vías conectadas en ellas pero eso no fue lo que más le sorprendió. Se las habían lavado pero detrás de sus cortas uñas seguían quedando restos de sangre. Eso le provocó un escalofrío.

Rápidamente levantó la manta que la cubría y notó la herida de su pierna tapada con una gasa. No podía verlo pero sabían que le habían cogido puntos. Intentó moverla y le causó un pequeño dolor. Nada comparado a cuando se extrajo ella misma el cristal.

Cristal. Extraer. Herida. Sangre. Hospital. Todos los recuerdos llegaron de pronto a la cabeza de Lauren como si se los hubieran devuelto todos de golpe. Se tapó los oídos mostrando una mueca de dolor en su rostro. Tenía la imagen de Aleric apuntándole, la de Kate muriendo en sus brazos. Pero sobretodo tenía la de Normani diciéndole que la quería antes de perder el conocimiento. No.

KARLA | camren fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora