Alivia Mi Corazon

Traicion

Estaba cerca del baño cuando oyó desde la puerta, sin entrar, como caía el agua de la ducha.

-"Que extraño que se este duchando a estas horas sabiendo que es la hora de cenar, además para que Luffy se duche se le tiene que amenazar o chantajear, ya que no lo hace voluntariamente"- Pensó el rubio desde el pasillo.

No le dio mas vueltas al asunto, ya que la cena se enfriaría, entro de golpe a la habitación sin haber tocado antes a la puerta.

-Oii Luffy, la cena ya esta lista, ¿ es que no me has...?- Se quedo mudo al ver en el estado que encontraba su capitán.

Se encontraba de rodillas con la ropa empapada, mientras amargas lágrimas caían sin parar de su rostro.

Al oír los fuertes sollozos que salían de la garganta de su capitán, salio del shook del que se encontraba.

Rápidamente cambio su expresión neutral , que habitualmente tenia respecto a los chicos, por una expresión de preocupación y angustia por el azabache.

-¡LUFFY! ¿¡QUE TE SUCEDE!?- Le pregunto alterado, mientras se acercaba deprisa a donde estaba el pelinegro.

Se arrodillo hasta la altura del joven capitán, mientras le sacudía de los hombros desesperado para que le respondiera a la pregunta.

Luffy alzo la cabeza lentamente, para encontrarse con la mirada completamente aterrorizada del rubio.

-S-Sanji... Y-Yo...- Pero no pudo decir nada mas, porque su voz se rompió de nuevo, empezando a soltar nuevos sollozos.

Sanji no soportaba ver a su capitán de tal manera.

Destrozado, perdido, desolado...

El rubio no pudo evitarlo, necesitaba que se calmara, por lo que lo atrajo a su pecho mientras lo abrazaba fuertemente con los brazos.

-Shhh... Calma Luffy... Tranquilizate por favor... - Le susurro con voz dulce, algo anormal en el pero que no pudo evitar en hacerlo.

Sanji con una de sus manos acariciaba el cabello negro de Luffy suavemente para intentar conseguir que se tranquilizara al menos un poco.

Parece que funcionaba ya que al menos sus temblores se detuvieron por el momento.

-Luffy... ¿Que ha sucedido?- Pregunto, nuevamente, con voz dulce.

Luffy alzo la mirada perdida hacia los ojos negros de Sanji que lo miraban con infinita preocupación.

Al ver como su nakama estaba tan preocupado por el no pudo evitar soltar un sollozo de dolor, no quería que lo vieran en aquel estado tan lamentable.

Inconscientemente se agarro de la camiseta de Sanji con fuerza, ya que no quería que lo abandonara.

Sanji se mordió el labio inferior con nerviosismo. Quería saber lo que le sucedía para poder ayudarlo, pero al parecer era tan grande su tristeza que no podía detener sus sollozos.

El aura asesina de Sanji ardía dentro de el. Su intuición le decía que había sucedido algo con uno de sus Nakamas, y como averiguara quien le había hecho tanto daño a su capitán, esa persona conocería personalmente sus patadas del infierno.

Pasaron los minutos en donde Luffy continuaba apoyado en el pecho del rubio, mientras este seguía abrazándolo contra el y acariciando con suavidad su cabello negro.

Por fin, después de unos largos y angustiosos minutos, Luffy se tranquilizo lo suficiente para poder hablar entre tartamudeos.

-S-Sanji, me duele...- Empezó a decir con voz ronca.