Cántame. [Spamano]

(Extra - 1/3)

Bésame mucho - Zoé.

Antonio juega con la mano de Lovino como cualquier otro día. 

Lovino cree que ha perdido la cordura total de todo el asunto. 

¡Estaba saliendo con  Antonio, por Dios santo! ¿Cómo eso llego a pasar de un día para otro? 

—Lovino, mírame...

—¿Qué ganaría a cambio? —pregunto. Le dio un manotazo a la mano de Antonio para que le soltase.

—Me haría feliz. ¿No quieres que sea feliz? —dijo con una sonrisa coqueta. Lovino le miro de reojo.

—¿Qué ganaría a cambio? —repite, cruzándose de brazos.

—Esto.

Antonio se acerca de manera imprudente al pobre italiano, como si fuera un animal en busca de su presa. Lovino da unos tres pasos atrás, hasta que choca con la pared. Desvía la mirada y Antonio sonríe, le agarra del mentón y le obliga a mirarle. Lovino entre-cierra los ojos molesto y Antonio curva sus labios a la izquierda. El italiano se pierde un momento en los ojos del español, si, en esa pradera verde que le deja loquito cada vez que la ve. Antonio sonríe empalagado de ternura por la cara tan rojiza de Lovino.

Se acerca, cada vez más, hasta que respira el mismo aire que su pequeño italiano. Lovino cierra los ojos y apoya sus manos en los hombros de su español. Siente algo húmedo besar su cuello y jadea, luego su mejilla y por ultimo sus labios. Antonio, como buen besador, baila lento con la lengua de Lovino, así de una manera que vuelve loco a su italiano. Gime entre sus labios y Antonio muerde el labio inferior del otro. Antonio detiene el beso, si eso seguía ese paso, las cosas terminarían de una manera muy candente... 

(N/A: Oh, Todos deseamos eso, ¿es verdad o mentira?)

—Eres un imbécil... —susurra Lovino contra los labios del otro.

—¿Quieres otro? 

—... Sólo uno...

Antonio le besa de piquito.

—Otro más... —pide Lovino.

Antonio besa por un minuto sus labios.

—... Otro.

Antonio besa con profundidad, mordiendo sus labios y acariciando su piel desnuda por debajo de su playera. Jadea para murmurar un insulto, pero es callado por los labios de Antonio. Se detienen de forma brusca para respirar.

—Antonio...

—¿Si, mi tomatito?

—Otro, por favor —ruega.

Entonces no aguanta más y se abalanzo contra él.

Bésame, bésame mucho. Como si fuera esta noche la última vez. 

Bésame, bésame mucho... Que tengo miedo a perderte, perderte después. 

Quiero tenerte muy cerca, mirarme en tus ojos, verte junto a mí. Piensa que tal vez mañana yo ya estaré lejos, muy lejos de aquí.