Un enemigo encubierto

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Lenna estaba dormida, solo faltaba minutos para aterrizar. Harry se quedó mirándola, examinando cada parte de su rostro y cuerpo. Sus pestañas eran curvas e increíblemente largas, sus facciones muy femeninas y delicadas, sus labios eran mullidos y rosados, y su cabello castaño claro, algo ondulado, caía por su espalda hasta su cintura. Era delgada, no muy alta, en verdad no parecía pasar el metro sesenta y utilizaba zapatillas lo cual no contribuía mucho a su estatura. Aún así era muy atractiva.
Harry la observaba con expresión seria, sabía que la iba a necesitar pronto, sabía que era ella la que podría solucionar sus problemas, tenía que continuar todo como estaba...

En los altavoces del avión se oye la voz de una de las azafatas indicando que se debían mantener en sus asientos y abrochar sus cinturones ya que el avión estaría aterrizando en segundos. La azafata encargada de corroborar a los pasajeros, para por un momento al lado de Lenna, quien seguía dormida, y con dulzura la despierta.
-Señorita, debe abrochar su cinturón, estamos aterrizando- le sonríe.
-Que?- Responde Lenna con voz ronca, saliendo de su ensueño- Ah... Sisi, muchas gracias
Se estira en su asiento y refriega su cara con los puños de su campera, luego abrocha su cinturón con torpeza.
-Dormiste bien? -le pregunta Harry, mirándola fijamente a sus oscuros ojos.
Lenna se sobresalta al oírlo, no se había percatado de que aún él seguía allí  -Ay lo siento mucho, me quedé dormida mientras hablabas, me siento muy mal- lo mira con vergüenza, mientras se ruboriza.
Harry suelta una risa ronca que hace estremecer a Lenna- No importa cariño, te veías cansada- forma una sonrisa torsida.
-Si, espero no haber roncado mucho- dice con tono divertido, aunque en parte en verdad lo esperaba.
-No, solo un par de veces y aun así te veías hermosa - dice serio reprimiendo una sonrisa, para luego soltar una carcajada divertida al ver ruborizarse nuevamente a Malenna.-
Luego hubo unos minutos de silencio entre los dos en los que no dejaron de mirarse.
-Bien, cuéntame, al llegar al aeropuerto te vendrá a buscar alguien? - Dice Harry para romper el silencio.
-No, tomaré el tren de la estación hasta Cinque Terre, estaré en  casa de mi familia. Tu?
El avión aterrizó y segundos después las azafatas dieron señal para descender del avión.
-Estaré aquí en Pisa y probablemente luego viaje hacia Genova o hacia La Spezia... -dice dudoso, mientras carga su mochila en sus hombros.
Bajan del avión y comienzan a caminar hacia donde deben retirar sus valijas.
-No estaremos muy lejos - continua diciendo Harry con tono juguetón.
Lenna reprime una risa- Mi maleta!- exclama tratando de empujar a la gente para llegar hasta la cinta giratoria  y alcanzar su maleta. Harry extiende su  brazo y la recoge por ella- Gracias- dice con una sonrisa.
-No hay de que cariño- Siempre que la llamaba así, Malenna se estremecía.
Ella mira el reloj de su muñeca y se sorprende al ver que su tren salía en 5 minutos
-Dios! -exclama- El avión se retrasó, el tren saldrá en 5 minutos- se apresura a acercarse a Harry y se para en puntitas de pie para alcanzar su mejilla y depositar un torpe beso- Un gusto conocerte, espero vernos en algún momento, debo apurarme! Gracias por la maleta.- Se gira para salir corriendo, pero él la agarra de su muñeca y la voltea, están muy cerca, tanto como para ella darse cuenta de que los ojos de Harry se mantienen de un verde esmeralda intenso y al mismo tiempo tienen tonalidades doradas y oscuras, son fantásticos.
-Lo mismo digo, pero no nos quedemos asi por favor. -Harry saca una lapicera de su mochila y un ticket de compra que tenia guardado en su pantalon, comienza a escribir en él, luego se lo extiende a Lenna y sonríe.
Ella observa su letra descuidada, "Harry (el  increíble chico del aeropuerto)" está escrito, seguido de lo que parece su numero celular. No logra reprimir una sonrisa al verlo
-Bien, ahora si me quedo mas tranquilo- suena divertido- solo espero que me llames.
Lenna suelta una risita y lo mira durante unos segundo a sus ojos- Lo haré
-Bien, te estaré esperando. Se te hace tarde
Ella aguarda unos segundos y luego responde- si, adiós- pero sus ojos le ruegan que vaya con ella.
-Nos vemos- le sonríe

Lenna gira sobre sus talones y comienza a andar hacia la estación de trenes del aeropuerto.

Querido diario... En aquel momento| H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora