"Fieras". [Yaoi One Shots #1]

Amores imposibles (5/?)

Di Caprio y un Oscar

Esto fue difícil de escribir... Uff al fin termine :v

ok no...

Chiste malo, chiste malo!! xD no me golpeen :v tenía ganas de hacerlo. (A pesar de que ya pasó to' eso del oscar xD) 

Ya sé! Estoy Taaaan atrasada -.-'

Pues aquí otro capitulo (y posiblemente el ultimo) de esta saga (?) de amores imposibles.

Disfrutenlo :P

-Konekoseme-chan

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Sol y Luna

Un bello chico peli-plata admiraba desde su lado a su compañero que, concentrado en el perfecto amanecer que estaba creando, hacia muecas mientras coloreaba el cielo.

Tsuki sonreía cada vez que se formaba una extraña expresión en el rostro del contrario.

Al darse cuenta de que lo estaba mirando, Taiyö, quiso aprovechar el momento para molestarle un poco.

— ¿Me amas?- Gritó el rubio sin quitar la mirada del hermoso cielo que había pintado para los humanos.

— Sin ti no seria nada.

Y eso era verdad, pues como todos sabemos la luna no tiene luz si no está el sol.

— Demuéstramelo.

— Esta noche... - Continuó el peli-plata — En Roma, me cruzaré por tu camino el suficiente tiempo como para estar contigo, ahí podré demostrarte lo mucho que te amo.

Taiyö no creyó que se lo fuera a tomar tan en serio. Pero realmente no recordaba la última que había estado con él. ¿Cuanto habrá pasado? ¿Un año? ¿Una década? ¿Un siglo? 

No lo sabia con seguridad. Estaba impaciente por que llegara la hora en la que al fin tendría nuevamente a su amado entre sus brazos.

Se apresuró con su trabajo mientras ocasionalmente miraba de reojo a Tsuki.

Coloreo rapidamente los cielos que tenia que colorear, y estuvo presente en los lugares en los que tenia que estar. Fue tan veloz que escuchó decir a algunos humanos: "uuf.. que rapido se me ha ido el día".

Pero a él no le interesaba, estaba impaciente por que en Roma cayera la noche para ver de cerca a su amado.

Y así fue, el se retiró, con los colores característicos del atardecer acompañándole, y observó como cada vez era menos su color en el cielo. El azul engullía el naranja, y a sus espaldas el peli-plata colocaba cuidadosamente cada una de las millones de compañeras que tenía.

Ambos estaban parados en un sendero de estrellas que los conducían el uno hacia el otro. Ambos dieron un paso al frente, y otro, y otro más hasta quedar a muy pocos centímetros de distancia.

Taiyö besó dulcemente los labios de el peli-plata quien cerró los ojos con fuerza, sus mejillas se tornaron rojas. 

El rubio dejo los labios de su acompañante para después mirarlo tiernamente. Quería tener bien presente cada rasgo del rostro de este, y lo examino. Miró sus ojos plateados, su iris brillaba cual estrella; prosiguió a mirar sus pálidas mejillas que aun contenían un bello pero tenue color rojizo; luego sus labios, eran blancos como el resto de su piel.

Tsuki besó nuevamente los labios del mayor tomándolo por sorpresa. 

El peli-plata sentía cada vez más intenso el calor que desprendía Taiyö. Al darse cuenta de esto se sonrojo nuevamente.