CAPÍTULO 6: HAY QUE HACER ALGO
Saber que Blaine no confiaba en él cambiaba las cosas. Kurt necesitaba cambiar de rumbo o se estancaría como lo había hecho Adam. Sabía que había muchas dificultades sobretodo porque sin confianza no iba a poder entrar en la vida de los Anderson.
Después de pensarlo mucho, había llegado a una conclusión, necesitaba ayuda. Sería sospechoso que de un día a otro apareciera información de su pasado, por lo que descartó inventárselo. Contactó con Sue y salió de la ciudad, asegurándose de que nadie le seguía. Se reunió con la rubia en un lugar oculto en medio del bosque que separaba las dos ciudades. Ningún coche había estado cerca de él durante más de 30 minutos antes de llegar a su destino, por lo que suspiró aliviado.
Sylvester ya estaba ahí, esperando por él. El castaño se acercó a ella, estaba muy nervioso pero tenía que hacer algo. Su futuro dependía de que su plan funcionara. La mujer lo miraba con dureza, era otro de sus infiltrados que había fracasado y estaban a punto de quitarle el apoyo.
– No tengo todo el día, Porcelana. – La mujer comentó sin siquiera mirarlo.
– Sé como ganarme la confianza de los Anderson pero necesito tu ayuda. – El ojiazul informó.
– Soy todo oídos...
Kurt ya tenía todo planeado y ese día era el momento en el que iba a comprobar si surtía efecto o si tendría que conformarse con ser el amante. No esperaba una relación, no a corto plazo, pero tenía que ganarse su confianza. Cualquier cosa le valía en ese momento, cualquier opción que lo mantuviera cerca.
Esa tarde había quedado con él para disfrutar de algo de sexo. Era habitual que pasaran la tarde de domingo en la casa del castaño, dejando que su deseo físico se apodere de ellos. Ese día no fue la excepción, ellos tuvieron su momento a solas y después salieron del hotel en el que se veían durante los últimos meses para dirigirse a sus casas.
El castaño miró a los lados disimuladamente, ocultando su mirada detrás de unas gafas de sol para que nadie notara nada. Vio una furgoneta con dos hombres dentro y supo que era el momento. Miró hacia Blaine, que parecía relajado y despreocupado. No era de extrañar, se había encargado de eliminar todas las tensiones de su cuerpo en la habitación. Necesitaba que no estuviera alerta.
Los dos hombres salieron de la furgoneta y se acercaron a ellos para golpear al moreno por detrás, haciéndolo perder el equilibrio y caer. Hummel corrió para enfrentarse a ellos, para salvar a su amante. Durante toda la pelea estuvo intentando no parecer muy profesional, no tenía que notarse que él sabía defenderse. Simplemente necesitaba "entretener" a uno de ellos para que Anderson se defendiera. Para eso, acabó subiéndose a su espalda y sujetándole el cuello mientras el otro se levantaba y comenzaba a dar golpes a su atacante con la práctica que había adquirido en años de boxeo.
Finalmente, entre los dos "consiguieron" que los asaltantes huyeran, tal como habían acordado Sue y Kurt para intentar conseguir el acercamiento. Blaine se acercó al castaño y lo abrazó, agradeciéndole de manera silenciosa que acabara de salvarle la vida. Cuando el abrazo terminó, el moreno no dijo nada, sólo dirigió a su amante por la calle hasta que llegaron a un coche realmente caro. Era el último modelo de una marca de lujo, en color negro, totalmente impresionante. El castaño se dejó guiar dentro del vehículo, en el asiento del pasajero, antes de que el ojimiel se dirigiera al del conductor y arrancara el coche para salir de allí a toda velocidad.
Kurt entró en una gran nave junto a Blaine después de pasar numerosos controles de seguridad. Sabía donde estaba, sabía que ese era el Cuartel General de los Warblers. No sabía qué hacía ahí, esperaba que el moreno no hubiera descubierto su farsa. De ser así, estaban en auténticos problemas.
Entraron a una sala en la que había una gran mesa ovalada y el ojimiel le ordenó que se sentara con tono más serio. Cuando el castaño hizo lo que se le había pedido, Anderson salió de allí cerrando la puerta tras él. El espía se cuestionaba si debía huir o seguir ahí, sabía que su vida y su misión estaban en juego y que si se equivocaba en su decisión, acabaría perdiendo una de las dos.
Respiró profundamente y miró a su alrededor, deseando encontrar algo que le sirviera de información para pasar a sus altos mandos, pero no había nada, ni un sólo papel, ni libros... Ni siquiera había una estantería. Sólo había una pizarra, una mesa y sillas.
Después de unos minutos, entraron varias personas. Kurt las reconocía a todas de la boda de Nick y Jeff, aunque sus expresiones eran mucho más serias que ese día. Cooper y Sebastian fueron los primeros en sentarse, algo alejados de él, aunque sus expresiones no eran de tanta desconfianza como las otras veces que se habían visto. Sam se sentó al lado de Hummel, ellos habían hablado durante la boda y el rubio le sonrió de manera amable. Esa fue la indicación de que no tenía de qué preocuparse. Will y los Puckerman también se sentaron y Blaine se quedó de pie, mirando a todos los presentes.
– ¿Vas a decirme qué te ha pasado en la cara? – El mayor de los Anderson preguntó, preocupado por la salud de su hermano. Hasta ese momento, Kurt no se había dado cuenta de que Blaine tenía un gran moratón en la mejilla.
– Me han atacado esta mañana cuando salía de un hotel. – El moreno respondió relajado. – Si no llega a ser por Kurt me habrían matado o secuestrado, no lo sé.
– ¿Cuántos eran? – Evans miró a su amigo con intriga.
– Dos personas. – Blaine informó.
– ¿Dos? Me parece que exageras, podrías haber luchado contra ellos... – Sebastian intentó explicar pero Puck lo interrumpió.
– No si ellos eran tan buenos como él y si lo sorprendieron con la guardia baja... Hasta ahora no se había producido un ataque en nuestro territorio.
– ¡Exacto! – Blaine estuvo de acuerdo. – Por eso quiero que todos extrememos las precauciones. Esta vez he sido yo y Kurt me ha podido ayudar pero no sabemos cuándo ni dónde volverán a intentarlo. Pensábamos que en Westerville estábamos más o menos seguros pero no es así. Tenemos que empezar a tomar medidas.
– Soy capaz de entender eso pero hay algo que no entiendo... ¿Qué hace el planeador de bodas aquí? – Smythe preguntó de manera ácida.
– Él me ha ayudado a liberarme de los atacantes. He pensado que podríamos enseñarle a luchar, su estilo no era muy bueno, sólo por si acaso. – El menor de los Anderson sonrió.
– ¡Genial! ¿Ahora me va a tocar enseñar boxeo a tus amantes? Eso es lo que me faltaba para volverme loco. – Sebastian protestó, cruzando sus brazos y piernas mientras desviaba la mirada.
– Piensa que así podrá ayudarme a defenderme si vuelven a intentarlo cuando esté con él. – Blaine miró a su amigo con ojos de cachorro abandonado.
– ¡Está bien! Vamos Hummel, cuanto antes empecemos, antes aprenderás a luchar. – Smythe se levantó y Kurt lo siguió para comenzar con su primera clase boxeo. El plan había salido mejor de lo que esperaba.
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El Espía (fic Blaine - boyxboy)
FanfictionKurt Hummel es un partidario del bando de los Titans. Tras varios años preparándose, llega su oportunidad de tomar parte de la guerra. Su misión es seducir a un alto mando de los Warblers para conseguir información. Lo que no espera es que eso cambi...