CAPÍTULO 9: A TU LADO

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N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Esta historia tendrá unos 15 capítulos, por lo que la recta final está cerca...

CAPÍTULO 9: A TU LADO

Para alivio de todos, Blaine sólo tenía unas costillas rotas y varios golpes sin más consecuencia. Había tenido suerte porque lo habían dado por muerto cuando asaltaron el campamento al que había acudido para ayudarles en una misión.

Sebastian aun así estaba nervioso. Tenía una lista de las personas que conocían esa misión porque era más que claro que alguien había informado a los Titans del movimiento y eso no lo iba a permitir. Tenía que descubrir al infiltrado antes de que volviera a ponerlos en peligro.

Cooper no tenía otra cosa en mente que el bienestar de su hermano. No sabía si su esposo tenía razón o no, pero en ese momento sólo le importaba que Blaine se recuperara. Tenía la sensación de que el menor querría estar junto a Kurt, que parecía casi tan preocupado como él.

Cuando el herido despertó, sonrió al ver a tantas personas a su lado. Hummel agarró su mano con suavidad mientras Sam y Cooper se quedaron a su lado pero sin tocarlo.

– ¿Cómo te sientes? – Evans quiso saber.

– Agotado... Me duele todo el cuerpo... ¿Qué han dicho los médicos? – El enfermo preguntó con voz suave.

– Tendrás que guardar reposo durante un tiempo porque tienes algunas costillas rotas. Vas a tener que quedarte en casa y dejar que te cuidemos. – El mayor informó.

– ¿Qué es lo que ha pasado? – Kurt estaba intrigado, esperaba no haber sido descubierto. Él había sido el que había informado a los Titans. Sabía que iban a atacar el campamento pero siempre esperó que lo hicieran antes o después de la llegada de Blaine.

– Creo que estaban esperando a que yo llegara para atacar... – El moreno frunció el ceño. – Aunque parezca una locura, creo que sabían qué tramábamos algo y que yo estaría allí.

– Sebastian piensa lo mismo, se ha reunido con Jeff y Nick para investigarlo. Están preparando una lista de sospechosos e irán investigando. Sólo quiero saber quién es el culpable de lo que ha pasado. No quiero ni pensar en las consecuencias que podría haber tenido... – Cooper negó con la cabeza y pasó su mano por su pelo muy nervioso.

– Confío en vosotros para eso, yo ahora me siento muy cansado para hacer nada. – El menor de los Anderson susurró.

– ¡Y no harás nada durante un tiempo! Tienes que guardar reposo. – Kurt ordenó.

Kurt se acurrucó junto a Blaine después de que llegaran a la casa del segundo para tumbarlo en la cama y todos sus amigos los dejaran a solas. El moreno apenas podía moverse, por lo que era el castaño el que tenía que acercarse a él.

– Parece que no hemos empezado nuestra relación con buen pie. – El ojimiel susurró.

– ¿Nuestra relación? ¿Significa eso que...? – El espía se emocionó al pensar que podría ser el novio del otro.

– Que somos pareja si eso quieres. La verdad es que esta experiencia ha servido para entender que tengo que vivir mi vida como quiero y que tengo que disfrutar cada día como si fuera el último porque en cualquier momento puede cambiar todo. – Anderson explicó algo nervioso.

– Me gustaría mucho. Yo pensaba que nunca llegaría este momento. – Hummel explicó con una sonrisa.

– Yo también pensaba que nunca llegaría el momento en el que estaría en una relación, pero todo llega, ¿no? – Blaine intentó moverse para acariciar al otro, pero el dolor de sus costillas lo impidió.

– No te muevas, tienes que descansar. Dime lo que quieres y yo me encargo. – Kurt ordenó.

– Quiero mirarte a los ojos, quiero acariciarte y quiero besarte. – El moreno enumeró.

– Bueno, yo puedo encargarme de todo.

El castaño se incorporó para poder sostenerse sobre sus rodillas y manos, se puso frente a su amado para mirarlo a los ojos. El ojimiel levantó su mano para tocarle la mejilla con suavidad para indicarle el camino hacia sus labios. Se besaron con dulzura, sin querer intensificar el beso y sin dejarse llevar por la pasión para no dañar a Anderson.

La recuperación de Blaine fue lenta, pero Kurt, Cooper, Sebastian, Sam, Brittany, Nick y Jeff se turnaron para no dejarlo sólo en ningún momento. Sin embargo, una última revisión dejó claro que ya se encontraba mejor y que podía hacer vida normal. Aprovechó ese hecho para tener su primera cita de verdad con su novio.

El castaño se sorprendió cuando llegaron a uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad. No se había parado a pensar que al ser uno de los altos mandos de la guerra tenía mucho dinero e influencias. Podría acostumbrarse a esa vida, aunque su corazón se encogía cada vez que pensaba que eso era algo temporal. Cuando la guerra acabara, el moreno estaría en prisión y él tendría un puesto importante gracias a su colaboración.

La pareja estaba esperando la cena cuando alguien se acercó a su mesa.

– Anderson, que alegría verlo. – Un hombre de unos cincuenta años se acercó a ellos.

– Señor Smith, es una sorpresa... ¿Ha venido con su esposa? – Blaine preguntó con una sonrisa mientras se levantaba y apretaba la mano del otro para saludarlo.

– No, he venido con Adam, mi amante... Susan se ha quedado en casa con nuestro nieto. – El mayor señaló al chico joven y rubio que estaba a su lado.

– Yo he venido con Kurt, hace poco que hemos comenzado nuestra relación. – El ojimiel señaló a su novio.

– Eres un joven muy afortunado, Kurt. Blaine es un gran chico y te tratará muy bien. – La pareja se miró y el mayor sonrió. – Nunca lo había visto así y lo conozco desde pequeño... No le hagas daño, no se lo merece.

– Lo mejor será que los dejemos juntos... Estoy seguro de que lo último que quieren es nuestra compañía. – Adam intervino.

– Tienes razón. – El señor Smith asintió antes de despedirse de los chicos.

Cuando la pareja se quedó a solas, Kurt decidió preguntar la duda que tenía.

– ¿Quién es?

– El señor Smith es uno de los militares más importantes de los Warblers. Es un paranoico que cree que todos lo quieren espiar... Su amante, Adam, sólo lo acompaña a algunas fiestas pero si está seguro de que no se hablará de cosas importante. Y su mujer está en casa casi siempre, con mucha seguridad. Sé que Seb se está volviendo tan paranoico como él. – Blaine le explicó.

– ¿Y por qué tú eres más confiado? – El castaño preguntó.

– Soy más feliz así, lo que tenga que pasar pasará.

El resto de la cena fue más tranquila, aunque Hummel notó que Adam no le dirigía miradas muy amables. El rubio tenía envidia de que las cosas le fueran tan bien a Kurt mientras que él estaba teniendo problemas y cada vez era más difícil. Aunque tal vez había tenido una idea más que perfecta para mejorar su situación, ya que había sido repudiado por los Titans.

El Espía (fic Blaine - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora