La vida de Carly

Capítulo 10

 Antes de nada quiero avisaros de que no se qué mierda se me ha pasado por la mente para escribir esto, pero bueno, aquí está. si recibe malas criticas o algo será eliminado.

-Espero verte pronto- la voz de Cameron resonó en mi oído, haciéndome estremecer un poco.

-Dudo que me veas este fin de semana- descendi ni mano hasta su trasero, para darle un leve apretón -Espero que sobrevivas dos días sin mí- juguetee con él, regocijandome del efecto que causaba en él para conseguir que la mirada de Cam solo estuviese en mis ojos.

- Podría pasar a por ti y traerte a mi casa, así pasaríamos la noche juntos- en este punto seguía sin saber si era un obseso sexual, aunque no hayamos pasado de besos y caricias, o si de verdad su imagen respecto a mi había cambiado de verdad y quería algo serio.

-Ya te he dicho que estaré con mi...hermano- me fijé en sus labios, entre abriendo los míos para cazar los suyos.

-¿Te refieres a ese tal Nick? - ya le había contado la mitad de mi vida, y aún seguía sin saber por qué.

-Sí- dije y él asintió hundiendo su cabeza en mi cuello.

Después de ofrecerse a llevarme a casa, nos despedimos con un beso al que podría denominar necesitado.

No entendía que estaba pasando.

Esto era demasiado extraño al principio, ahora parecía tener sentimientos más allá de un simple juego como diversión, y eso me asustaba muchísimo.

Llevábamos con esto dos semanas, desde que ayudé a su hermana pequeña y aquí seguimos.

Un sentimiento extraño se había instalado en mi estómago, impidiendome probar bocado desde anoche.

Los besos se habían hecho necesarios, aunque yo quisiera negarme. Me gustaba sentir sus caricias, pero no sólo por excitarme, era porque en verdad las necesitaba para sentirme bien...sentirme querida por alguien, y esa persona era Cameron.

Cada vez que pensaba en eso la bilis se me subía a la garganta solo de pensarlo.

-Buenas tardes Carly - Calum y Aleisha me saludaron, nada más entrar a casa.

Iban a salir con mis padres o algo así, no me moleste en escucharlos, ya sabía qué era una fiesta para ese grupo de padres hormonados.

Subí a mi cuarto y me di una ducha rápida, atando mi pelo en un moño. Me puse el primer pijama que encontré, y aunque era de pantalón corto, era ideal para hoy.

Bajé de nuevo, y mis padres ya no estaban.

-¿Te quedas a dormir? - le pregunté a Nick entrando al salón.

-Sí...nuestros padres ya se han ido, ¿te lo han dicho, no?-Nick me miró con sus bonitos y vacíos ojos marrones. Juraría que eso era pena.

Me encogí de hombros y caminé hasta él, apagando la televisión que ninguno estábamos viendo, odiaba ese trasto.

-Algo me han dicho, harán lo de siempre, se irán a cenar y se creerán nosotros, para luego irse a un club y volver al amanecer- me reí y Juraría haberle visto hacer una mueca.

-¿Carolina y Alex vendrán?- Yo negué, ya que los gemelos se habían ido con sus respectivas parejas, escuchando un suspiro por parte de Nick.

-¿Se puede saber que te pasa?- normalmente no solía preocuparme por los sentimientos del resto, pero me he criado con él, al igual que los gemelos, son como hermanos para mí.

-Nada...es solo que...nada- gran explicación la que me dio, si señor.

-Nick, puedes contar conmigo para lo que sea.-Me senté a su lado, centrándome en su mirada pérdida, mientras juguetear a vos sus manos y su labio temblaba.