Dia 1

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Eran las 5:00 am. Este iba a ser el primer dia de mi misión, apesar de todo, no estaba ansiosa. Estaba decidida a acabar con todo aquello que se interpusiera entre la organización.

Toc toc toc

-¿estás lista?

-Por asi decirlo, si estar medio desnuda conyeva a ello.

-abre la puerta-

-¿estoy bien asi?

Estaba vestida como una camaretera, tenia una falda tan ajustada que el simple hecho de caminar, parecia un esfuerzo terriblemente doloroso, estaba preparada para muchas cosas, pero nada me prepararia para llevar tacones. Tenia una blusa con escote, donde claramente no dejaba mucho a la imaginación y unos tacones tan altos y incomodos. ¿porqué las mujeres usaran esto?

-Te ves estupendamente.

-Gracias. Entonces, ¿ya me puedo ir?

-Claro, aqui esta todo lo que debes saber, Samantha Hovers.

-Me fuera gustado que me consultaran al menos el nombre, pero es mejor que otros.

Me fui inmediatemente, llegué al lugar donde la dirección me indico. Era un edificio alto tan alto. Se veia que se me iba a hacer dificil encajar pero, yo soy Dana, Lo puedo todo.

-Disculpe, ¿la puedo ayudar en algo?

-Me llamo Samantha Hovers, vengo a mi primer dia de trabajo.

-Adelante, el señor Matheus la esta esperando.

Camine. Y llegué a su oficina. Entre y era un lugar bastante decorativo, diria yo que aquí trabaja algo asi como un payaso.

-Samantha?

-Si, usted es el señor Matheus?

-Por favor llamame Edgar, el señor Matheus es mi padre.

-Esta bien, señor Edgar.

-Sin el señor. Escucha se quién eres y todo lo que has echo a lo largo de tú vida, Aunque no lo parezca, también quiero acabar con Crisstoft.

-No se de que esta hablando Edgar.

-Estemos sin rodeos, se de donde vienes. Quien te envío y esas cosas, Si nos unimos seria más sencillo no crees?.-dijo guiñando un ojo-

-¿Qué propones?

-Es todo muy sencillo. Solo tienes que hacer las cosas que te diga ¿vale?. Por ahora no te necesito. Vete a tú guarida. Déjame tú número y vete.

-Y perderme de la diversión? Para nada. Dime tus planes, y yo decidiré si me sirve.

-He mandado a una corporación a hacer el trabajo sucio. Tú ni te preocupes.

-Mala idea, edgar. Yo hare el trabajo sucio. Asi que, sera mejor que dejes de andar de listillo. Y me trates como una empleada normal.

-No es sencillo, No es asi de sencillo.

Me acerqué a el y le mire. Fijamente. Le dije que si llegase a decir algo o intentar algo. Yo misma lo asesinaria. El intento hacerse el lindo y calmarme. Pero ¿cómo calmas una tempestad?

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora