Dia 2

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*sonido de alarma*

Son las 5am. Y quiero seguir durmiendo se que debo ir al trabajo, logre convencer a Matheus sin recurrir a la violencia de que quería ser yo la que matase a Crisstoft, el se habia puesto un poco reacio con el tema. Pero, logre convencerle

*Toc toc toc*

-Samantha, hora de arreglarse. Recuerda que tienes que ir a "trabajar"

*Abriendo la puerta*

-León, escucha, Matheus me investigo, lo sabe todo. Me he puesto de acuerdo con el para ser yo quién matase a Crisstoft. Me costo mucho a que cediera con su idea original. Pero logre que cancelara su pedido con otra organización de matarle.

-Dana, esto es muy importante, ¿porque no lo mencionaste antes?

-No lo vi necesario, además, no me dio tiempo de hacer el informe, creo que hoy tendré mucho trabajo.

-¿Prefieres guardarlo en secreto?

-Si lo hubiese preferido así, no crees que tú serias en la ultima persona que confiaría?

-Oye, se que tenemos nuestras diferencias pero...-lo interrumpo antes de que terminara de hablar-

-Oye, no me importa de verdad, te lo conté porque quizás me darías un mejor consejo que mantenerlo en secreto.

-Me voy, estate lista, parece imposible hablarte, aunque, eso es lo que tanto amo de ti, tú manera de.... -cerro la puerta en su cara-

Me arregle, comí me fui. Tenia que hablar con Matheus, necesitaba hablar con el. Llegué a la oficina un pequeño cubículo que aun no había personalizado. Debo hacerlo para no levantar sospechas.

-Buenos días, señorita Hovers. Tengo trabajo para usted, necesito que revise mi itinerario y me canceles las citas con los proveedores. Hoy voy a tener una junta con Crisstoft.

-Muy bien Edgar, primero necesito hablar con usted. Le parece si vamos a su oficina?-Matheus asintió-

-¿Qué se te ofrece?

-Quiero estar en esa reunión, necesito estar cerca de el. Y ganarme su confianza, entiende?

-No tiendo a ceder a estas cosas.

-Debo estar allí, debo confiar en usted y en que no me delatara. ¿me entiende? No quiero que sea un efecto colateral. Vera, usted es muy joven y apuesto. No quiero verme clavando le una bala en la cien.

-Debo decir que tiene muy poco tacto en cuanto a la selección de palabras para conllevar a una amenaza.

-¿Estaré en la reunión? ¿Si o no?

-Bien, estarás.-la mira de soslayo-Pero debes entender que eso le parecerá un tanto extraño, sobre todo porque eres nueva.

-Puedo ser seductora y hacerlo pensar en algo más si es necesario.

-No hará falta, veras, no tiene gusto por chicas como-soltó un breve murmullo- Tú.

-Este intento de camaretera no era para el, era para usted. Y se ve que usted si tiene gustos por estos atuendos tan reveladores e inapropiados.

-No me importa el atuendo. Me importa el cuerpo y la mente que lo lleve puesto.

-solte un leve bufido-

Después de la hora de almuerzo, después de todas las llamadas que hice, se me dio a conocer la hora de la reunión. 3pm. Suena a una buena hora para entablar una conversación. Espere hasta que se hizo la hora, Matheus me llevo a una habitación o más bien una oficina lo suficientemente grande para un debate de mesa redonda.
Allí estaba el, alto, delgado, blanco, tan blanco como una hoja de papel recién echa. Sus ojos de un marrón bastante cegador, eran idéntico a los míos, por un momento tuve miedo que el se diera cuenta de lo mismo. Pero, ya tenia algo pensado por si se percataba.

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora