Ojos color cafe

45 6 0
                                    

-Muy bien, es hora de que comience esta sesión, a que se debe la intromisión de tu nueva empleada-dijo refiriéndose a mi-

-Ella es inexperta y deseo que aprenda rápido el funcionamiento de la empresa, se llama Samantha, no se percate de ella solo está aquí para hacerme de apoyo. respondió Edgar-

-Mucho gusto señor Crisstoft es un verdadero-

-Vale, dejemos la formalidades y empecemos mejor-interrumpió-

Hablaron de números, tantos que mi mente solo quería salir de allí, estaba agotada, me miraba. Conocía esa mirada de desconfíanza, yo las daba muy seguido, pero no quería que notara mis ojos, asi que solo lo ignoraba. Se hacer eso, se me da de lo mejor.

-Samantha, que opina de las estadísticas-me pregunto-

-Oh, están bien. Supongo-dije, sin saber que carajos decían-.

-Para ser una aprendiz no tomas con mucha atención lo que decimos aquí.

Termino la reunión, edgar me dijo que el jefe necesitaba hablar conmigo, wow quien diría que se me daba tan mal el hecho de fingir ser alguien más.

-Me llamaba señor-dije-

-Si, toma asiento.

Trague grueso.

-Escucha Samantha, somos un grupo de profesionales dispuestos a dejar el pellejo en cada una de nuestras transacciones por eso es que somos tan famosos y predominantes en el mundo de los negocios, espero que seas consiente que no podemos dejar que cualquiera venga a aprender, necesitamos experiencia. Y hoy demostraste tu falta de interés acerca de todo lo que esta compañía representa.

-Lo lamento tenia mi mente en otros asuntos yo..

-No, no puedo aceptar eso, mira, tu y yo no somos tan diferentes. Todos empezamos desde abajo, pero hay algo en tu mirada que dice que muy pronto comprenderás todo los asuntos que tratamos allí, así que, retírate y espero no tener que llamar tu atención por la falta de interés de nuevo.

Salí de su oficina me dirigí a mi pequeño escritorio, me frustres. Estaba en completo desinterés. No me importaría que en este momento todo se fuera a la borda, mi hermano, o eso decía León. Se había dado cuenta de mi mirada, esto cada vez va peor, no quiero involucrarme con mi siguiente víctima, mucho menos si es de mi sangre. Si es, mi hermano.

-¿Qué ha ocurrido?-pregunto Edgar-

-Piensa que no pongo interés en las cuestiones de esta organización, pero sabes? Yo nunca podre comprender tantos números juntos.

-Es que los sicarios no fueron a la escuela o que-Soltó una carcajada-

-Es que no usamos los números para esos objetivos, solo para calcular y disparar-respondí con desprecio-¿Quieres probar?.

-No me hagas echarte de aquí, quedaras sin trabajo y sin futuro.

-Hace mucho tiempo que no tengo un futuro-le dije-

Después de eso, me fui a casa, me recosté a analizar todo lo de hoy, debía hacer un informe, eso era parte de lo diario de una misión.

*toc* *toc*

-Dana, puedo pasar?-dijo León-

-¿Es que acaso respetaras el hecho de que diga que no?-Respondí-

*paso*

-Vale, escucha seré breve, necesitamos que adelantes el día de ejecución de Crisstoft.

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora