Yandere Simulator, el fanfic

11. Periodista

"Parece que todavía funciona... Mientras graba, supongo que podría comenzar a hablar... 

...

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que he usado esta cosa? Habrán sido al menos dos décadas... ¿casi tres? 

Aquellos tiempos eran mejores. Entonces yo era muy joven. Mi futuro parecía... tan brillante... Recuerdo que estaba siguiendo mis sueños. Recuerdo que tenía una carrera prometedora. Recuerdo que era... feliz.

Si pudiera volver atrás, ¿qué cosa habría hecho diferente? ... Lo sé. Sé exactamente qué tendría que haber hecho. No debería haberme involucrado en ese caso... con esa chica. Perseguirla era hacer lo correcto, pero si no me hubiera metido con ella, seguiría teniendo una carrera.

¿Cuándo comenzó todo? Creo que fue... en abril de 1989, en la cima de mi carrera como periodista de investigación. Fue entonces cuando me enteré de un asesinato en el instituto local. La policía no había encontrado ninguna pista. Decidí investigar yo mismo. Traté de ser un héroe... y ese fue el peor error de mi vida.

Los profesores no me dejaron hacer una investigación en el instituto, ya que estaban muy preocupados por mantener su prestigiosa reputación. No querían que ningún policía o periodista estuviera husmeando y arruinara la imagen del instituto más de lo que ya hizo el asesinato, o tal vez tenían algo que ocultar y no querían que las autoridades lo averiguaran. 

A día de hoy aún no sé cómo el instituto se las arregló para convencer a la policía de que todo crimen cometido en el instituto solo podía ser investigado durante 6 horas como máximo. Escuché un rumor de que el director del instituto sobornaba a la policía para agilizar las investigaciones tanto como fuese posible. Hay montones de rumores desagradables sobre ese director... pero ninguno ha demostrado ser cierto.

Como no podía entrar al instituto, traté de recopilar información entrevistando a los estudiantes fuera de allí antes de que entrasen por la izquierda del recinto. En ese momento me di cuenta de que había una chica peculiar que estaba stalkeando (como dicen los modernitos de hoy en día) a un chico de un curso superior a ella. Decidí estar atento a ella y, en muy poco tiempo, empecé a observar un comportamiento perturbador en ella.

Desde la puerta del instituto vi que aquella chica estaba haciendo algo más que stalkear a ese chico, también lo hacía con toda chica que le hablaba. Mientras entrevistaba a los estudiantes, me daba cuenta de que todas esas chicas se convirtieron en víctimas de acoso escolar, muchas fueron expulsadas y, en algunos casos, dejaron de ir a la escuela. Vi con frecuencia que esa chica solía estar corriendo con una mopa y un cubo, como si siempre tuviera algún tipo de lío que limpiar...

...Esa chica estaba usando la manipulación, la intimidación y a veces incluso la violencia para sabotear la vida amorosa del chico.  Si ella se comportaba así, la posibilidad de un asesinato no parecía demasiado lejos. No quería creer que una niña cometiera asesinatos solo para mantener a un chico solo, pero la evidencia me estaba mirando directamente a la cara. 

Fue entonces cuando me enteré de una pieza crucial de información... La chica que fue asesinada a principios de aquel año escolar estaba enamorada del mismo chico que ella acosaba. 

La pieza final del rompecabezas había caído en su lugar. Yo sabía que había encontrado al culpable y me fui a la policía con mis hallazgos. Estuvimos mucho tiempo hablando, pero finalmente fui capaz de convencerlos para arrestar a la chica.

La idea de una colegiala asesina era lo suficientemente escandalosa como para atraer un montón de atención. En cuanto se la detuvo, la noticia se difundió rápidamente por todo el país. El juicio se convirtió en un circo mediático. Me convertí en una celebridad prácticamente durante la noche. Yo no quería ser una figura pública, pero quería ser reconocido por mi habilidad de investigador. Tenía la esperanza de que toda esa atención impulsaría mi carrera. Qué equivocado estaba...

Esa pequeña colegiala manipuladora hizo la mejor actuación que había visto nunca. Ella lloraba sin parar, fingiendo ignorancia en cada oportunidad, siempre con una excusa a cada acusación dirigida contra ella. 

El tribunal se enamoró de ella, los medios de comunicación se enamoraron de ella, toda la nación de enamoró de ella; de hecho afirmó que yo era un sucio pervertido que disfrutaba mirando de reojo a las colegialas y un periodista buscafamas que solo fue a los tribunales para comprar un titular de periódico gracias a ella.

El día en el que el juez la declaró inocente todo el país lo celebró como si fuera un maldita fiesta."

En cuanto finalizó la grabación, me quité los auriculares preguntándome qué hacía Info-chan con una cinta de casette así.