capítulo 11

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Salí de la sala más rara a la que nunca había entrado.
Los pensamientos que acababa de tener se habían esfumado por completo, no quedaba rastro de ellos.
- ¡Acababan de operarme! Y según el doctor no tendría más problemas con la respiración ¡por fin!- dije levantando la voz lo suficientemente alto para que el doctor me oyera. - A el se le escapo una risista.
Giré la cabeza analizando la sala esperando encontrar algo mi compañero de clase, cuando una chica de recepción me dijo -¿Esperas a alguien? -Yo le dije que no.
-Pues a ti te espera alguien. Me dijo y a la vez me señaló con el dedo a un chico que estaba sentado al final de la fila de sillas de la derecha.
Reconocí quien era y me dirigí hacía él. Rápidamente me vio y camino hacía mi.
Nos encontramos en medio de la sala. -El me pregunto que tal estaba. -Yo le conteste que bien.
-Me alegro mucho que estés bien. No se que haría sin ti en las clases de mates. Gracias por todo. -Me dijo bajito mientras me abraza.
De nada.-Contesté yo.
Le iba a preguntar por qué no contestaba mis mensajes pero el me corto y me dijo. -Siento no haber contestado antes tus mensajes...pero es que...no podía, no sabía cómo, que palabras utilizar.- Me dijo. -Tu les das vida a las palabras sin rumbo, sin sentido, tu al igual que le pones sentido a las palabras se lo pones a mi vida. Por esa razón no sabría que hacer sin ti. Eres mi mapa, mi brújula... De verdad no podría soportarlo.-Dijo mientras me abrazaba.
Yo note que derramaba una lágrima por su rostro, y le ofreci un pañuelo. El lo acepto encantado.
Antes de irnos le dije-¿Podemos ir al parque?. Me hizo un gesto de afirmación con la cabeza, indicándome que sí podíamos ir.

¿ Por qué no me contestastes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora