capítulo 21

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Empezó a sonar el despertador y enseguida lo apagué. Me dirigí directamente al baño, donde me asee y cuando acabé baje las escaleras con la intención de dirigirme a la cocina. Cuando llege me preparé una gran taza de leche con cola-cao y un trozo de tarta de chocolate, que anteriormente había preparado mi abuela. Subí, me lavé los dientes y me vestí con mi camisa favorita de color azul celeste, con letras blancas y negras, con mis shorts azul vaquero y mis sandalias. Ese día me deje el pelo suelto y a los lados me hice 2 coletas que até atrás con unas pinzas.
<<Tenia la intención de tener un buen día>>.
Fui al buzón y me encontré con varias cartas a mi nombre. No esperé ni a entrar en casa, las abrí directamente en la calle.
▪La primera era del colegio:
Enhorabuena, señorita Amelia ha ganado el concurso de la ciencia. En la tarjeta de abajo hay 50€ de regalo para que te compres lo que deses. Gracias por participar. El centro escolar.

▪Una carta era del centro de escritura:
Su libro ha sido publicado hoy a las 12:39 h. La entrevista de su libro será el lunes 14 de abril en el palacio real a las 17:39.

▪Otra de Esteban:
Hola, nos vemos hoy en el parque a las 6h. Trae agua. Por favor asiste al evento.

▪La siguiente del laboratorio de la ciudad:
Hemos investigado sobre sus últimos datos que nos dio y son verdaderos, pasese cuando pueda y hablaremos un rato.

▪Y la última de mi abuelo: Querida Amelia. Quería comunicarte que estoy muy pachucho. Cada vez me vuelvo más débil. Bueno, la buena noticia es que, con el dinero que me diste voy a ir a veros. Besos. El abuelo.
Después de leerlas me dirigí hacía casa.
Entré en mi casa y subí a mi habitación donde dejé las cartas en el estante blanco de encima de mi cama.
Y me dirigí hacía la habitación de al lado, el estudio. Allí empeze a estudiar los verbos irregulares en inglés, dentro de poco tendría un examen y era muy importante, así que decidí empezar a estudiar.
Estudiaba unos 102 verbos ¡me iba a morir! Forget-forgot-forgotten= olvidar... ¡muerte al alcance😲! -dije yo en voz bajita.
-Sí, esta claro. ¿¡Amelia!, cuando es tu funeral?- me dijo una voz mis espaldas.
Miré en dirección hacía la ventana, que era el único lugar de donde podía provenir el ruido.
Me giré y... ¡Esteban!- grité.
¡Amelia! -dijo él.
¿Qué hacés aquí? ¿Tu no vivías en...? -De repente me corto una voz.
Sí, vivía en Llombart, a la otra punta de la isla.
Pero...Entonces que haces aquí -dije.
Me he mudado. Así estamos los 4 más juntos y así, cuando quedemos lejos, no te irás sola caminando.
Sí...tienes razón- reconocí yo, dándole la razón.

¿¡Que es eso!?.
¡Ahhhh! ¡Ahhhhhh! ¡Ahhhh!.

...

¿ Por qué no me contestastes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora