My Lady (TERMINADA)

Me gustas..., y mucho.

Eran ya las siete y media, faltaba poco para que Nathanaël llegara.

Así que me comencé a cambiar, fui a mi armario, y saqué un lindo vestido blanco, era de tirantes, corto, con una pequeña cinta, del mismo color, que me rodeaba la cintura, luego de ponérmelo, busqué unos zapatos que combinaran, entonces encontré unos tacones blancos, sin duda esos eran los indicados.

Por último, me puse unas pulseras, y me revisé frente al espejo una vez más antes de salir de casa, quería asegurarme de que me veía bien.

-¡Wow! Te ves preciosa Marinette - dijo Tikki.

-Oh, muchas gracias Tikki. Bueno, ya casi llega Nathanaël, así que adiós, te veo luego - respondí con una gran sonrisa plasmada en el rostro.

Cuando bajé las escaleras mi mamá y mi papá estaban ahí en la cocina cenando.

-¿A dónde vas Marinette? - dijo mi padre.

-Oh, ¿recuerdas que te había dicho que saldría con un amigo?

-Sí - dijo poco convencido.

-Pues es con él, va a pasar a recogerme aquí.

-Está bien, pero no llegues tarde, comentó mi mamá mientras se despedían de mí.

Salí de la casa, y tan sólo pasaron unos pocos minutos antes de que Nathanaël llegara.

-Hola Marinette, ¡estás preciosa!

-Hola Nath, ¡tú también estás muy guapo! - dije con una pequeña risita.

-¿Nos vamos ya? - dijo él.

- ¡Claro!

Decidimos ir primero al cine, así que cuando llegamos, compramos los boletos y entramos a la sala, era una película romántica, honestamente para mí fue un poco incómodo, pero Nath se veía muy contento, y eso bastó para mí.

Cuando terminó la película, Nath y yo fuimos a cenar a un restaurante algo formal, una camarera nos llevó a nuestra mesa y nos entregó las cartas del menú.

Demoramos alrededor de cinco minutos en decidir que pediríamos. Cuando la camarera nos trajo nuestra comida, no perdimos ni un segundo en empezar a comer, cuando terminamos noté que Nath me estaba viendo, demasiado para mi gusto.

- Nath..., ¿está todo bien? 

- Oh, claro Marinette, es solo que... Te ves demasiado hermosa con ese vestido. En serio, Adrien no sabe de lo que se pierde -dijo con un guiño y una pequeña sonrisa.

Un guiño..., eso me recordó al guiño de aquel día en el receso de la escuela.

- Nath, ¿te puedo hacer una pregunta?

- Por supuesto Marinette.

- ¿Qué significó ese guiño y esas palabras que me hiciste el otro día en la escuela?

- Oh... El guiño..., las palabras...,pues... -se sonrojó demasiado.

- Eras tú ¿no?, el chico que supuestamente conocías al que le gustaba, siempre fuiste tú, ¿no es cierto Nathanaël?

- Yo, Marinette...

- Estoy esperando una respuesta Nath -insistí.

- Sí Marinette, era yo, y sí, me gustas..., y mucho.

Para mí, el resto de la cena fue algo incómoda, así que traté de irme lo más pronto posible.

Al llegar a casa, vi en un reloj que eran las once de la noche, mis papás estaban ya dormidos. Así que subí directo a mi habitación, me puse mi pijama y me dirigí a la cama, creí que me dormiría rápido, pero no fue así, toda la noche estuve pensando en aquellas palabras que salieron de la boca de Nath.  Me gustas,... Y mucho .