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Nunca le había visto con esa cara. No sé si su cara significaba odio o inocencia. No soltó ninguna lagrima pero estoy seguro que las vería muy pronto.
Al llegar a la escuela, Mark y Tody se divertían jugando a lanzar y atrapar una pelota, o eso vi desde lejos pero al estar presente me di cuenta que no era una pelota, si no un estuche rozado, el estuche de Cecilia. Ella trataba de alcanzarlo mientras volaba entre los brazos de mis amigos; gritando y moviéndose agitadamente.

— ¡Parece un gato! — se burlo Mark y Tody reía.
— ¡Déjenlo! Se lo diré a la maestra, es mío. — chillaba Cecilia.
— ¡Chismosa, Chismosa! — gritaron los dos juntos; y entre un lanzamiento el estuche termino arriba del árbol. Los niños salieron corriendo dejando a Cecilia mirando hacia arriba.

Camine cerca de ella tratando de ignorar lo que vi y por primera vez ella también me ignoro.

Cuando aún no lo entendía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora