Cecilia y sus amigas desaparecieron el lunes del lugar donde siempre comían, también al día siguiente. Hoy regrese al salón antes de terminara el recreo y encontré lo que desapareció.
Estaban todas comiendo sentada con las bancas juntas riendo y sonriendo, y Lucia también lo hacía. El club de las raras se reúno.
— ¡Hola Ed! — grito Valeria cuando me vio entrar. — ¿Quieres comer con nosotras? —
Todas empezaron a darle golpecitos a Cecilia mientras ella solo sonría con sus mejillas rojizas.
— Solo vine por algo. — respondí buscando mi yoyo en la mochila.
— A Cecilia le gustaría que comieras alguna vez con nosotras. — Estela continuó con su voz chismosa.La cara de Cecilia se hizo un tomate y solo pudo tartamudear algo:
— Silencio chicas, Ed está ocupado con sus cosas. Déjenlo... —
— Cecilia tiene razón, tengo cosas que hacer. Adiós. — conteste sin voltearlas a ver.
Pero tuve que voltear enseguida porque sentí un escalofrío, era la mirada fría de Lucía. Salí con más rapidez.
¡Qué miedo me da esa niña!
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Cuando aún no lo entendía ©
Teen FictionCecilia siempre lloraba Edward siempre ganaba en fútbol Cecilia fue el blanco fácil para las burlas en primaria Edward fue el centro de atención en primaria Cecilia le gustaba Edward en primaria Edward rompió el dibujo que Cecilia le hizo El pri...