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Hoy a la escuela he traído mi tren de juguete a la escuela, por alguna razón Cecilia fue la primera en verlo.
- ¡Es genial, Ed! Eres muy afortunado de que tu prima te lo haya regalado. - decía mientras me vea usarlo.
- ¡Verdad! Además prende sus luces. - conteste emocionado.

No me di cuenta cuando mis amigos se acercaron sin dejar de ver el tren.
- Ed, ¿te gusta las cosas de bebés? - dijo Mark conteniendo la risa.
- No son cosas de bebés, es divertido ese programa. - se defendió dudosa Cecilia cubriéndose más con su bufanda.
- Lo dice la ñoña del grupo. - se acercó a ella Ramón, y Cecilia se alejó de él inmediato.
Mark tomó mi juguete y me lo acercó a la cara.
- ¿te gustan las cosas ñoñas, Ed? -

Nunca me sentí más tonto en mi vida, no era un ñoño.
Por lo que, respondí con un no profundo.
Aventaron mi juguete a la basura pensando que era de Cecilia, y los seguí dejando al tren ñoño y a la niña ñoña.

Cuando aún no lo entendía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora