Capítulo 8

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Saludos, me disculpo por la demora, pero aquí está el tan esperado capítulo. Espero lo disfruten :)

Narra Ethan

"Estoy embarazada" esas palabras resonaban como el eco de una cueva en mi cabeza, sus palabras me dejaban sin aliento. Quisiera que todo fuera una vil mentira. Pero no era así, ella no me mentiría, tampoco tiene motivos para hacerlo.

Ella dormía mientras yo deseaba estar muerto sentado en nuestra cama, una que maldecia y odiaba con todas mis fuerzas. Mi mundo había dejado de girar, el eje había explotado perdiendo la órbita de mi existencia. ¿Cómo se lo diría a Lexx? ¿Cómo reaccionaria? "Hola amor, vas a ser tío" simplemente es la peor noticia que pude haber recibido, y precisamente hoy que iba a terminar éste calvario al que nos habíamos sometido.
Ya no hay marcha atrás, no puedo dejar a mi hijo a la deriva, debo hacerme responsable de mis erróneos y estúpidos actos.

Quisiera volver en el tiempo y reunir el valor necesario para decirle que lo amo y así poder ahorrarnos todo ésto. Quisiera recuperar el tiempo perdido, pero eso no es posible y tampoco puedo enmendarlo en el presente, quizás en otra vida pueda.

Los rayos del sol penetraban salvajemente las persianas e irritaban mis ojos con el resplandor, el dolor y el hecho de no haber podido dormir eran la prueba en carne de que la noticia de anoche no era una mentira, una burla a mis deseos y sentimientos. Es solo un recordatorio de mis pecados, de mi falta de valor, de la traición, de que soy un hombre que no sirve para nada.

-Mi amor, ¿qué sucede? ¿te encuentras bien? - me preguntó Sara con una voz melosa y preocupada posando sus manos en mis hombros. Podía sentir un leve aura negativa proviniente de ella, sentía que veía odio en sus ojos, locura, rabia. Pero quizás, es solo mis ojos los que la ven de esa manera.
-Estoy bien -. Dije secamente. Le daba la espalda, con la esperanza de que no viera mi expresión.

Me levante y quité sus manos de mí, no podía soportar sus piel sobre la mía.

No quiero volver a sentir su tacto, tampoco quiero tocarla, no quiero ni verla. Su voz se ha tornado como un pito en mis oídos, su tacto quema como el carbón recién encendido, sus ojos me siguen como buitres alrededor de la habitación y mi cuerpo se volvió pesado como toneladas de hierro. El aire en mis pulmones fue arrebatado de mí, como si me estuviera ahogando en un océano de miseria, deseaba estar muerto, deseaba que todo fuera mentira, que esta pesadilla había solo sido eso, una pesadilla y siguieramos duermiendo en aquél parque donde lo besé por primera vez, donde descubrí mis sentimientos. El lugar en mis memorias donde tuve que haberme confesado de inmediato. Pero, ésta es la realidad.

Dejé caer el agua de la ducha sobre mi piel mientras mis lágrimas corrían por mis mejillas y se mezclaban con el agua. Mi corazón palpitaba lento y constante, sentía que estaba muriendo.
Me preguntaba sobre qué haría Sara si se enteraba de mi relación con su hermano y solo podía imaginar su rostro bañado en lágrimas y sus ojos me mostrarían un alma quebrándose.
Lo que hice, no tiene perdón. Cada vez me hundo más en la desesperación y la miseria, mi vida, no, nuestra vida, va de mal en peor y no hay nada que yo pueda hacer para rectificarlo.

-Me voy amor, ten un gran día - me dijo Sara dándome después un gran beso, uno que automáticamente respondí, pero no sentía nada.
Ella salió por la puerta dejándome aturdido y abatido.

Le escribí a Lexx alrededor de las once de la mañana.
-Necesito verte, pasaré a tu casa a la hora del almuerzo -. Lo siento no puedo, respondió -. ¿Qué harás? - Tengo trabajo que hacer, mañana será mejor -. Iré ésta noche -. No respondió más.

Cómo prometí pasé esa noche a su casa, entré con la copia de la llave que él me había obsequiado hace un par de días.
Pero lo que encontré, no fue al Lexx de siempre, fue a un alma abatida, destrozada, al borde de la muerte sentado en su cama mirando a la ventana de su habitación, dándome la espalda.

El esposo de mi hermana (Yaoi-gay) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora