Capítulo 2

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~Narra Lexx~

Escuché el sonido del timbre de mi apartamento, en ese momento mi corazón se estremeció y mi mente se vació totalmente, no pude tener ningún pensamiento.

- Hola hermano, ¿ya pediste la pizza? El partido no tarda en comenzar.

- Ethan... eh... si, si, ya la pedí no debe tardar en llegar.

Pasó a la sala y se recostó en el sillón. Él está muy familiarizado con mi apartamento, él solía vivir aquí, conmigo, antes de casarse con mi hermana.

Aquellos días eran maravillosos pero también eran una tortura, amaba verlo cada mañana al despertar y verlo antes de dormir pero, no poder tocarlo, abrazarlo y devorármelo a besos... era demasiado.

- ¿Qué haces ahí de pie como estatua? - preguntaste.

- ¿Eh? Ah, recordaba cuando vivías aquí... - reí. Ví que por un instante un pequeño sonrojo. - voy por una cerveza.

- Cla-claro - tartamudeaste. Mi corazón perdió la calma y comenzó a latir como un loco.

Cogí la cerveza de la nevera, la abrí. Sentía tu mirada en mi espalda toda la distancia, me seguías por toda la cocina como mi sombra, era inquietante pero me gustaba, sentía tu atención pero, después de todo lo que ha pasado... es un poco incómodo.

- Toma, te traje una - te extendí la cerveza.

- Gracias.

Hubo un largo silencio mientras veíamos la televisión, aquél fue quebrado por el sonido del teléfono.

- Si, claro déjelo pasar - respondí al portero a través del teléfono - llegó la pizza - le dije a Ethan.

- Perfecto, el partido está por empezar.

Una vez empezó el partido volvimos a ser nosotros mismos.
La sala se inundó de risas, de los choques de las latas al brindar y de miradas intensas.

Una vez el partido terminó propusimos ver una película, él ama las películas de terror, yo las odio. No puedo comprender cómo pueden gustarle, se asusta como una niña pequeña pero aun así le gustan, supongo que se acostumbró por mi hermana, ella las ama.

- Hoy me quedaré a dormir, no puedo manejar así, creo que estoy muy borracho.

- No te preocupes hermano, está bien, déjame sacar las sabanas y unas almohadas, puedes usar el que antes era tu cuarto... - fui interrumpido por un cuerpo - ¡oye! ¡quítate, pesas mucho!

- ¡No quiero! - Ethan se abalanzó sobre mí. Caí al suelo.

- ¡Ethan! - reíste.

- ¡Bebamos! - me pasó una cerveza, a decir verdad también estaba bastante borracho también, sin embargo no debo perder la cabeza.
Al ver la expresión con la que me pasaba la cerveza y lo antento que se encontraba me hizo dudar en cuán borracho realmente estaba.

Tomamos un par más y fingí una vez más, me juré que sería la última vez. Ya me estoy cansando de ésta situación y siento una gran obstrucción en mi pecho sabiendo que no era correcto esperar nada de mi mejor amigo, ya que ésta persona es más que eso, es el esposo de mi hermana.

- Lexx... - se sentó a mi lado mirándome fijamente.

- ¿Eh? - tomó mi rostro con ambas manos, se acercó lentamente. Mi mente estaba en blanco pero aun así podía sentir como mis mejillas ardían.

En unos segundos, sus labios rozaban con los míos.
Me dejé seducir por éstos, sus besos son más cálidos que en mis vagas memorias.

Su mano recorrió mi espalda, ésta se irgió. Yo hice lo mismo, su cuerpo se estremeció y lo presionó contra el mío con más fuerza. Intensificó el beso, su lengua recorría cada espacio de mi boca, mi cuerpo temblaba con cada caricia, se calentaba, las sensación que me dejaban sus dedos, ardían.

El esposo de mi hermana (Yaoi-gay) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora