Kise confiesa su amor.

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Capitulo dedicado a dyspnoea

Kise caminaba por los pasillos de la escuela tranquilamente, cuando de la nada visualiza a un peli-azul que a la perfección conoce, ya que guarda un eterno amor hacia él, en fin, aquel mocoso de cabellera llamativa entro a un salón.

- ¡¡Kuroko!! Espera -grita eufórico-.

- ¿Qué quieres Kise-kun? -mira al peli-rubio-.

- ¿Tienes un momento kuroko? -dice con voz temblorosa.

- Sí, pero que sea rápido lo que me quieras decir -emitía con voz clara y precisa-

- Te espero detrás del colegio, después de clases, esperare por ti ya que en serio debo decirte algo -un leve rubor hace hincapié en sus mejillas-.

- Estaré ahí Kise-kun -responde un poco frio-.

El mayor se va a su respectiva clase y Kuroko entra a su salón para empezar a tomar apuntes de la materia. Al terminar las clases todos los alumnos se retiran a sus casas, pero aquel muchacho de cabello azul se dirige hacia donde acordó encontrarse con el otro.

- ¿Estuviste esperando mucho tiempo Kise-kun? -dice entre cortado por la falta de oxígeno, ya que había corrido para llegar lo más pronto posible-

- Te demoraste mucho Kurokocchi -hace una expresión de dolido-.

- kuroko ignoro el comentario del contrario- entonces... ¿Qué es lo que querías decirme?

- ¿Q-quisieras salir conmigo? -el rostro suyo era como un tomate, rojo hasta las orejas-

- ¿Eh? No logro entender lo que quieres, ¿Qué tramas con decirme aquello? -su ceño se frunce-

- Kurokocchi, en otras palabras, ¿quieres ser mi novio? -le deposita un tierno beso al adyacente-.

- K-kise-kun d-detent... -no termina la oración por el repentino beso-.

El beso seria solo un pequeño roce entre los labios, pero de a poco comenzó a tornarse más pasional, con mayor placer, la lengua del mayor jugueteaba hábilmente con la del menor, logrando así, sacarle unos cuantos gemidos, los cuales fueron acallados en su boca, el pequeño solo correspondía con sus mejillas sonrojadas. El beso continuo, y era tal la intensidad que el menor no podía mantenerse en pie, el mayor lo tomo al estilo princesa, y además seguía profanando la boca del contrario. La falta de oxígeno se hizo presente, evitando que siguiesen con aquel acto íntimo.

- K-kuroko no puedo resistirme más -se sonroja por las palabras que salieron de sus labios-.

El más alto bajo al menor, este por su parte se agacho, quedando a la altura de su cintura, desabrocho los pantalones del agresor, los bajo junto con su ropa interior, admiro aquella entrepierna por segundos para luego acercarse y lamerla tímidamente, de arriba hacia abajo, sacándole unos cuantos suspiros de placer, al contrario, al estar lo suficientemente erecto, lo introduce con destreza en su cavidad bucal, saboreando y deleitándose con aquel trozo de carne.

El rubio gemía de placer por las acciones de su pequeño, lo hacia tan bien, se veía tan adorable e inocente, claramente era todo lo contario, pero disfruta de la felación que le estaba otorgando.

Ngh... -jadeaba-

El individuo de cabello azul, succionaba el miembro del contrario al mismo tiempo que se movía sobre este. El mayor no aguanto más y se vino sin previo aviso en la boca de él. Después de que se tragara su semen, se acuesta encima del pasto, por otra parte Kise empezó a lamer la entrada del menor, introduciéndola dentro, esto provocaba que se retorciera de placer y gimiera. Mientras dilataba su entrada, también masturbaba su miembro, para generarle un mayor placer.

- K-kise, ngh... n-no... q-quiero tu pene dentro... -sumido en el placer, dice aquellas palabras entre gemidos-.

Inmediatamente deja de masturbarlo y dilatarlo, para posicionar su longitud, comenzando así a introducirlo con sumo cuidado, una vez todo a dentro, empezo a moverse lentamente para no dañarlo.

- T-tu miembro está tocando una p-parte muy sensible para mí!! – gime gustosamente por lo que está sintiendo-.

- Kurokocchi tu interior es tan apretado y blando ¡¡ah!! -jadea roncamente- eres el mejor en el sexo pequeño -lo mira con lujuria mientras continúa penetrándolo a un ritmo intermedio-

- Ngh... m-me vengo -musita entre lágrimas de satisfacción-.

Lo embiste con más velocidad y precisión al escuchar las palabras del menor, este gemía al sentir como la virilidad del contrario rozaba y penetraba su interior, simplemente era perfecto. El mayor no se quedaba atrás, también jadeaba de placer, el interior era tan estrecho, y aquello solo lo excitaba más.

El de cabellos azules al sentir esas embestidas, solo logra gemir, mientras miraba con lujuria al agresor, excitado comienza a masturbarse. Seguía penetrándolo duramente, aquel niño lo tenía vuelto loco, le excitaba, lo provocaba, aquello era sencillamente demasiado utópico. Entonces en breves minutos más, ninguno de los dos pudo resistirse al éxtasis, llegando así al orgasmo juntos, el mayor esparciendo su semilla dentro y el menor manchando con su viscoso liquido tanto su estómago como el del contrario, los dos respiraban pesadamente, recomponiéndose. Sale lentamente del interior del menor, al finalizar se escucha un sonido bastante comprometedor. Por último, besa en la frente al contrario, mirándolo como si fuese los más preciado en su vida.

- Te amo tanto kuroko, ¿quieres ser mi pareja?

- Kise, lo siento, pero estoy saliendo con Kagami, lo que hicimos hoy día, no se lo digas a nadie -sentencio fríamente, pero con una sonrisa bastante traviesa-.

Fin.

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