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  Effy se miró por última vez en el espejo, asegurándose que todo estuviera en su lugar. Iba vestida bastante... Elegante, lo suficiente para engañar a cualquiera. Unos jeans Negros, una camisa elegante de su banda favorita A7x suelta, una chaqueta a juego con el jean y su cabello recogido en una bonita coleta le daban el aspecto que buscaba: Uno profesional.
Sabía que tenía que cumplir, o al menos fingir que cumplía, con la petición de su madre, y la única condición de aquel viaje a Londres. Ella tenía que asistir al curso de derecho, y aunque había aceptado; tenía otros planes. Para su suerte el edificio donde se impartía el curso quedaba a solo una calle de la escuela de arte en la cual se había inscrito en secreto, así que solo tenía que fingir que iba al curso.
Tomó su bolso, el cual se había negado a cambiar, revisó todo de nuevo y salió de la habitación con aire de autosuficiencia.

- ¡Buenos días! -Saludó con la mano, pasando como un rayo por la cocina.

En la cocina solo se encontraban Lulú y James, el cual, para su sorpresa, no iba vestido en traje. Stefy frunció el ceño; James trabajaba como interno en la empresa de su padre todos los días, y aunque solo habían pasado dos semanas desde que llegó allí nunca lo había visto en traje informal.

- Hola, Jimmycito -Le saludó también, despeinándolo apropósito.
- Míerda, deja de decirme así. -El pelinegro terminó de tomar su jugo de naranja y se levantó- ¿A dónde vas vestida como una persona normal?

Effy. le roló los ojos y se mofó de él con una risa irónica antes de poner su jugo en un vaso para llevar.

- ¿Qué haces tú vestido como alguien hippie? -Lo molestó, sacándole la lengua.

James la ignoró por completo, tomó sus llaves sobre la mesa y después de haber tomado un vaso de agua se despidió con un movimiento de cabeza de ambas y salió de la cocina. Effy se quedó observándolo, odiándose por lo que estaba a punto de hacer.

- ¡James! -La coleta verde de Effy se balanceó en el aire mientras corría hacia la figura ancha de él.
- ¿Qué? -Se detuvo, mirándola hacia abajo con poca paciencia.
- ¿Podrías...? - Se mordió el labio y soltó un bufido- ¿Podrías llevarme a mis clases?

James la miró de hito en hito pero terminó por alzar una ceja, fingiendo sorpresa y soltó una carcajada.

- Vamos, que ahora necesitas mi ayuda -Dijo, sonriendo de medio lado.
- No. Necesito tu auto... -Effy. negó con la cabeza, sabiendo que aquello era inútil- Olvídalo, iré caminando.

Se puso en marcha, lista para caminar las cuatro cuadras de distancia que le quedaban, pero la mano fuerte y grande de James la retuvo por el brazo. En menos de un segundo el pelinegro se encontraba detrás de ella, con sus labios a unos centímetros de su odio.

- "Por favor" Era la palabra que buscaba, pequeña Darki -Dijo lentamente antes de soltarla- Vamos, te llevaré.

Y dicho esto se encaminó hasta el garaje, cosa que Effy agradeció, pues sus mejillas parecían salpicadas en pintura roja. Meneó la cabeza, se sacudió los pensamientos que tenía y lo siguió hasta su auto.

Effy se bajó del auto, y lo rodeó, quedando en el área de la acera. Se inclinó sobre el lado de James y lo despeinó, tomándolo desprevenido.

- Gracias por traerme -Dijo, moviendo su cabellera verde.
- Sí, sí, de nada... -El pelinegro se apartó he hizo ronronear el motor del auto- ¿A qué hora paso por ti?

Effy lo miró por unos segundos sin decir nada; no se había esperado que él se ofreciera a buscarla de regreso, en especial porque en todo el trayecto hasta allí James no había dicho ni una palabra; pero lo que la peliaverde ignoraba era que él sencillamente disfrutaba de verla; de verla reírse cada vez que el viento alborotaba su cabello; de verla tomar fotos en cada semáforo, apuntando a completos extraños y capturando un momento por siempre.

- ¿Y bien? -Preguntó James, sacándola de su frágil mundo- Jóder, no te puedes quedar ida tan seguido...
- Búscame a las cuatro. -Se inclinó, dándole un pequeño abrazo antes de salir corriendo hacia el edificio frente a ellos.

Effy. se adentró el edificio donde supuestamente debería estar estudiando, entró hasta los baños públicos y esperó lo suficiente, dando oportunidad a que James se alejara lo bastante del lugar. Se observó rápidamente en el espejo antes de salir y se encaminó por la calle. Para su suerte solo tenía que caminar una cuadra más y estaría en su verdadero destino.
La escuela de Artes se ubicaba en dos antiguos y grandes edificios, en el norte de la ciudad, que se unían para formar la academia. Desde afuera solo se podía intuir lo viejo de la estructura, pero adentro de la misma era todo distinto. Cada pasillo tenía un tema diferente y una decoración colorida. Pudo sentir como su corazón empezaba a palpitar al ritmo de la energía del lugar; todo era tan perfecto a los ojos de ella que no podía evitar sentirse a completamente a gusto.
Soltó un respingo cuando sintió una mano tocarle el hombro y se giró de un solo movimiento, empujando, sin querer, a la otra persona.

- ¡Lo siento! -Effy. le extendió la mano, ayudándolo a levantarse- ¿Estás bien?
- No pasa nada. -El castaño le sonrió al mismo tiempo que se levantaba- ¿Nueva por aquí?

Effy. le sonrió, envolviéndose en la calidez de los ojos de aquel chico y asintió con la cabeza, sintiendo orgullo por poder decir que ahora pertenecía a ese lugar.

- ¿Se nota mucho? -Preguntó la peliverdel, encogiéndose de hombros.
- Algo. Estás vestida muy... Elegante. -Bromeó el chico, señalando su ropa.
- Oh, esto... -Effy. hizo una mueca, se soltó el cabello y le mostró su pircing al mismo tiempo- Que no te engañe, soy una espía. -Bromeó antes de extenderle la mano- Soy Stefanie
- Johnatan, pero llámame Johnny. -El castaño retiró su mano y la rodeó en un cálido abrazo antes de soltarla.

Effy. se sintió bienvenida al lugar; sí todos eran tan simpáticos como aquel chico no tendría problemas ahí. Le sonrió al darse cuenta de que, como ella, disfrutaba de un buen abrazo y no pudo evitar perderse nuevamente en sus ojos. Negó con la cabeza y sacó el horario de su bolso.

- Tengo que alcanzar la primera clase de fotografía. Fue un gusto tropezar contigo -Dijo, dando unos pasos en la dirección de su clase.
- ¿Fotografía, eh? -Johnny le mostró su cámara, la cual colgaba de su cuello y sonrió- Vamos, te acompaño, tengo la misma clase que tú.  



:D

DarkGirl in Troubles -James Sullivan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora