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  Stefanie estiró las manos, sintiendo la suave sábana debajo de sus dedos y dejándose envolver por la comodidad que sentía. No quería levantarse de allí nunca más. Había dormido como nunca, y si pudiera se hubiese quedado allí todo el día.
Se estiró a más no poder sobre la cama y rodó por ella, intentando alargar lo más posible el momento de tener que levantarse.

- Levántate. -Una voz masculina le llegó a los oídos como un estruendo y se tapó con la almohada- Levántate, no tengo todo el día.

Escuchó como las cortinas se abrían, dejando entrar los rayos de sol a la habitación. Soltó un murmullo indescriptible y hundió la cara en el colchón, rehusándose a levantarse.
La sábana fue arrancada de un tirón, dejándola descubierta en el frio colchón.

- Que te levantes, floja -Repitió la voz masculina, tirando la sábana lo más lejos posible- Son las doce del mediodía.

Stefanie soltó un gruñido y se separó de la suave almohada lentamente, incorporándose en la cama. Se llevó las manos a los ojos y se los frotó con paciencia antes de abrirlos. La luz la cegó por unos segundos pero después de parpadear un par de veces se acostumbró, aunque lo que tenía frente a ella fue toda una sorpresa.

- ¡Oh, por Dios! ¡Vete, fuera, oh Dios! - Stefy agitó su cabellera verde de un lado a otro mientras negaba con la cabeza y le aventó una de las almohadas al torso desnudo de James.

El pelinegro alzó una ceja ante el comportamiento de ella y soltó un bufido. No tenía tiempo ni ánimos para unas niñerías. Era sábado y lo menos que le apetecía era pasarlo con una freak.

- Eh, ¿Nunca has visto a un tipo antes? -Comentó con desgana, aventándole la misma almohada- Levántate, no pienso esperar todo el día.

Stefanie se levantó de la cama con un pequeño saltito y se abrazó a si misma al tiempo que negaba con la cabeza.

- No pienso ir contigo a ningún lado -Declaró, mirándolo con una despectividad exagerada- Que mala forma de despertar a alguien, Dios... -Murmuró, despeinándose el cabello.

Jimmy soltó una risa amarga y se acercó hasta ella lo suficiente para que Stefanie pudiera sentir su aliento chocar contra su mejilla. De repente se sintió pequeña, encogida ante su actitud.

- Lo digo por las buenas. Vístete, que voy a comprarte tu cámara. -Dijo, pronunciando cada palabra con un énfasis en su enojo- ¿O prefieres quedarte sin nada? -Esto último lo dijo con un doble sentido que Steffy no llegó a captar.

- "Buenos días" -Dijo Stefanie y se separó de él, huyendo por el pequeño hueco que su cuerpo no llegaba a tapar- Eso era todo lo que pedía. -Le sonrió sarcásticamente y caminó hasta el baño dando saltitos- Estaré abajo en unos segundos, "Jimmy". ¡Nos divertiremos tanto comprando!

Dicho esto cerró la puerta del baño y no pudo evitar reír. Si él quería jugar a ser el malo, ella podía sacarle de quicio con su tranquila y bonita actitud.
Stefanie salió del baño, envuelta en una toalla y soltó una pequeña risa. Le encantaba bañarse en las mañanas; le despejaba la mente, además, la relajaba.
Dio unos pasitos, bailando por la espaciosa habitación hasta llegar al closet. Lo abrió de par en par y cogió la ropa interior. Se quedó vacilante frente al closet, sin saber que ropa elegir. Empezó a desordenarlo, buscando entre los gabinetes alguna ropa que le hiciera sentir algo. Casi vació el closet entero hasta que un bonito short alto se cruzó en su camino.
Se lo colocó a juego con una camisa de MIW, unos borcegos negros y se ató el cabello azul en una coleta alta, dejando un par de mechones por fuera.
Se miró en el espejo antes de bajar y se subió un poco la camiseta, dejando su pircing a la vista. Le sonrió a su reflejó y bajó dando saltitos por las escaleras.

- ¡Buenos días! -Canturreó al entrar en la cocina, pero la única que estaba allí era la mucama, sirviendo solamente su desayuno. Hizo una mueca- ¿Ya se han ido todos?

- Si, señorita. La señora Caroline me dijo que le gustaban los waffles, así que le hice unos para desayunar -La mucama señaló el plato aún sobre la cocina con una cordial sonrisa.

- Oh, sí, sí. Gracias...- tomó el plato, lo depositó en la mesa y se giró hacia la mucama antes de sentarse- ¿Cómo te llamas?

La mucama, de unos treinta años la miró de forma extraña ante esa pregunta, pero terminó por decirle su nombre. Se llamaba lulú.

- ¡Lulú! Bien, te diré así... No me gusta esto de las mucamas ni nada. Yo soy Stefanie-Le sonrió y volvió a su plato, lista para desayunar.

- Vamos, por fin bajaste.

James entró en la cocina, luciendo esa típica expresión de pocos amigos . Steffy levantó la mirada, al menos esta vez estaba completamente vestido, aunque se veía como un muñequito de pastel. Al parecer nadie en esa casa se había vestido de forma informal en su vida.
Steffy asintió con la cabeza y le dio un mordisco más a su desayuno antes de hablar.

- Me gusta oler rico en las mañanas -Comentó con una sonrisa antes de mirarlo- ¿Por qué? ¿Esperaste mucho?

El pelinegro roló los ojos como única señal de haberla escuchado y le arrebató el plato de un movimiento, alejándolo de ella. Stefanie observó cómo se llevaban su delicioso desayuno y frunció el ceño.

- ¿Qué haces? Tengo hambre... -Se quejó, pero el chico negó con la cabeza, haciéndola callar.

- Comes algo en el camino. Vámonos, no pasaré toda mi tarde contigo. -James movió la cabeza en dirección hacia la salida de la cocina en señal de apuro.

Stefanie rechistó de mala gana y se levantó con toda la tranquilidad y lentitud que pudo. Se giró hacia Lulú y le murmuró un pequeño "Gracias" antes de caminar en dirección a James.

- ¿No te molestarán tus amiguitos porque vas con una Darksss? -Lo molestó, moviendo su cabellera verde a propósito.

Jimmy la ignoró y se limitó a guiarla hasta su auto deportivo. Era un lindo y nuevo Volvo descapotable de color azul oscuro. Stefanie se subió de un movimiento a la parte trasera, colocándose cómoda.

- ¿Qué haces? Te toca ir en este asiento -Dijo James, señalando con desgana el asiento contiguo al suyo.

- No. A mí me gusta aquí -Steffy le sonrió a través del retrovisor y extendió los brazos hacia atrás- Déjate llevar, tonto.

James entornó los ojos, introdujo la llave en el contacto y arrancó el auto, haciendo rugir el motor por las calles. "Relájate" Soltó una carcajada, no tenía que relajarse, él sabía cómo lidiar con su vida y le gustaba la forma en que lo hacía. No necesitaba a ninguna chica que se  para que se lo indicara, sin embargo no pudo evitar mirar por el retrovisor y sentir algo blando en el corazón cuando se encontró con la visión de Stefanie., el viento jugando con su cabello, y ella sonriendo, como si nada en el mundo estuviera mal.


:D

DarkGirl in Troubles -James Sullivan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora