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- Es importante, para ti y para nosotros que puedas desahogarte y contarnos de lo que te acuerdas, para eso vienes aquí.

Miré con desgana a la chica la cual me estaba preguntando.

- Entiendo que sea importante para mí, ¿Pero no crees que después de todo lo que me pasó, lo menos que quiero es recordarlo todo de nuevo? Podríais poneros un poco en mi lugar.

- Thalia tranquila, sólo queremos lo mejor para ti... - Me miró mi madre, podría decir que en su mirada se veía reflejada pena.

- ¿Podría dejarnos solas? Sólo serían unos minutos.

Mi madre asintió, sonrió poco y salió de la sala.

- Thalia. - Dejó el boli encima de la pequeña libreta donde apuntaba cada palabra que decia. - No quiero que sólo me veas como tu psicóloga, en parte, soy la persona que te quiere ayudar, junto a tu madre y tu familia a superar todo lo ocurrido con el accidente.

Suspire y apoye mi espalda en el respaldo de la silla.

- Lo tengo superado. No me hace falta ayuda. - Me cruce de brazos.

- Eso es lo que quieres hacerte creer. - Me miró. - Ya por ti, necesitarás desahogarte, soltar lo que llevas dentro, ¿No?

- Bueno... No exactamente, sé vivir con ello.

- Tus secuelas son psicológicas, no tienes secuelas físicas y la verdad que has tenido suerte, pero ahora hay que tratar esos problemas que quieras o no también duelen. Estubiste un mes en coma, no puedes decir que estás bien.

- Es que es todo muy complicado, aún parece mentira que todo eso ocurriera.

- Lo sé Thalia, lo sé. - Se puso unas gafas de pasta negra y volvió a dirigir su mirada hacia mí. - ¿Quieres contarme de lo que te acuerdas? Sin presiones.

- Tampoco me acuerdo de mucho, la verdad que solo veo imágenes dispersas.

- Relajate, cierra los ojos y desde donde te acuerdes.

Le hice caso y cerré los ojos, suspire y empecé a hacer memoria hasta un poco antes del accidente.

Trague saliva.

6 meses antes...

Flashes. ( Jesús Oviedo )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora