- 8.

382 34 3
                                    

¿Podría pasarme eso a mi? ¿Podría pasarme aquí cuatro años o incluso morirme?

[...]

Mi día a día aquí era el mismo, el no saber que podría pasar en cada instante, en el que alomejor podría despertar, o alomejor no.

Perdí la cuenta de los días que llevo así, creo que han sido dos semanas, dos largas y duras semanas, las cuales no dejo de atormentarme por todo aquello que está fuera de aquí.

Ruego día y noche a mi subsconsciente que logre despertarme de esta, echo de menos todo, a mi familia, a mis amigas, a Jesús...

A él le dieron el alta hace una semana, me alegro que haya podido salir tan rápido de esto, cierro los ojos al pensar que el último recuerdo que me queda de él es cuando se giraba para decirme que si tenía miedo, y pocos segundos después, todo se volvió negro.

El miedo no lo tuve hasta que lo vi tirado en el suelo, sin saber que alomejor podría estar muerto, sin saber nada de él.

Los médicos a diario hablan conmigo, me cansa lo realmente pesimistas que pueden ser, yo sólo necesito despertar de esta horrible pesadilla.

Estoy atrapada en una incógnita, que no sé si será resulta o si pasará a ser historia, una más.

No veo nada claro el que pueda salir de aquí, no veo claro que algún día, pase ese puto milagro que me haga volver a hace ese tiempo atrás y que me haga volver a estar bien.

Jesús.

Me encuentro en mi cama, dándole vueltas al asunto de Thalia, dándole vueltas a que ella está en una puta camilla en coma por mi culpa, por mi jodida culpa de ir deprisa con la moto.

Día y noche me atormento con ello, me paso las horas dándole vueltas a esto, yo era el que conducía y sólo me rompí el puto brazo, ¡un jodido brazo! y ella está en coma, sabiendo que a lo mejor no puede despertar nunca, y todo por mi culpa.

Dani no deja de repetirme que no es mi culpa, y tal vez no lo sea, pero cada día me siento más culpable por aquello, la quiero, y me duele cómo a nadie que esté ahí, lo estoy pasando mal, realmente mal, sé que eso es la suerte, es cómo una gran ruleta de infortunios qué te puede tocar o dejar de tocar, y eso no depende de nadie.

Muchos me dicen que haga vida normal, que salga, que vaya de fiesta y me olvide del tema, lo intento, no quiero pero lo intento por mi bien porque sé que al final acabaré jodidamente loco por este tema, y yo confío y rezo, en que ella se pondrá bien, y también confío y rezo en que algún día pueda perdonarme.

Iré subiendo poco a poco, gracias por tanta paciencia, sois los mejores!!

Flashes. ( Jesús Oviedo )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora