Mi querido Yuu [MikaYuu]

cap 3

Capítulo 3

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El sol pronto empezaría a ocultarse, poco faltaba para que el cielo se empezara a teñir de naranja anunciando la llegada de la noche acompañada de la luna.

Habían recorrido aquella ciudad abandonada. Escombros por todos lados, la naturaleza era quien se había vuelto a adueñar de aquellas tierras, realmente parecía como si no hubiese quedado nada

Yuichiro miraba algo desanimado aquella desoladora escena, ciertamente era lo mismo a cualquier lado que el fuese desde que se unió a el Ejército Demonio Imperial Japonés, pero mientras recorría las calles con Mikaela una extraña melancolía invadía su ser, después de todo, la última vez que ellos estuvieron en una ciudad normal no se miraba tan desolado como ahora, ¿Cómo pretendían seguir con sus vidas si no quedaba nada?

Anduvieron un rato, recordando viejos tiempos, mientras pasaban por aquellos escombros, como si de alguna manera aquel fuera un gran parque donde solo se encontraban ellos dos.

Una suave brisa acariciaba los negros cabellos de aquel joven que todos conocían como Yuichiro Hyakuya, mientras observaba desde atrás como al igual que al él, el viento movía las hebras doraras de Mikaela, en una danza suave y casi hipnótica.

La suave pero fría mano del rubio tomaba la suya con fuerza, no quería dejarlo ir, no ahora que finalmente lo tenía.

-Yu-chan- dijo el rubio de manera suave aun sin voltear a verlo – ¿te das cuenta?- pregunto de manera poco sutil –lo logramos-

-¿eh?- Yuichiro hizo una pequeña mueca de no haber entendido

-Estamos afuera, tu y yo, lo logramos- su sonrisa se dirigió al joven Yuichiro quien apenas había entendido

-eh... si- palabras aun algo desconcertadas y dudosas salieron de los labios del joven de ojos verdes

Aun se sentía algo intranquilo, puesto que a pesar de que todo a su alrededor decía que estaría bien, en su interior aun podía sentir una pequeña intranquilidad

Mikaela por su lado, no era ningún tonto, sabía muy bien lo terco que su querido amigo podía llegar a ser, así que posesivamente tomo ambas manos del joven moreno y las llevo cerca de su boca como si las fuese a besar, pero sin concretar el contacto entre sus labios y los dedos de Yuichiro, tenía que quitar toda duda de Yuichiro

Esta pequeña acción sorprendió por completo a Yuichiro, quien estaba a punto de objetar, pero no pudo pronunciar palabra alguna porque el rubio se adelantó a hablar.

-ahora que al fin te tengo aquí conmigo, definitivamente no dejare que te vuelvas a separar de mi lado- dijo con un serio tono de voz, Yuichiro podía sentir el aliento de Mikaela rosar sus manos, lo que le provocó un intenso escalofrió que recorrió todo su cuerpo

Incapaz de decir palabra alguna solo retiro sus manos un poco avergonzado, desviando un poco la mirada ¿Qué había sido aquello?

-claro que no tonto- incapaz de verlo solo dirige su vista hacia donde el sol se empezaba a ocultar, miles de pensamientos invadieron su mente -¿y ahora que haremos?- pronuncio mientras el color del atardecer bañaba sus piel de un tono naranja

Era cierto que Yuichiro no sabía realmente como estaba la situación, ¿que podían hacer? ¿Qué es lo que no podían hacer?

¿Acaso su plan era simplemente deambular por allí y ya? Eso era imposible, muy arriesgado y tonto

-¿No es obvio? Viviremos juntos como debió ser desde el principio, no dejare que nadie se meta- Mikaela uso un tono de voz seguro pero también algo infantil