Parte 5

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Me quedé mirándolo con los ojos bien abiertos a penas dijo aquello. Sus palabras se repitieron una y otra vez en mi mente como si fuera eco y volví a tener aquella misma sensación que tenía cada vez que estaba cerca suyo. ¿Qué podía sentir por mi? me pregunté a mi mismo. Él no podía estar enamorado de mi ni yo tampoco de él, simplemente no podíamos, todo estaba en nuestra contra y no me veía estando con otro hombre. David y yo nos quedamos mirándonos el uno al otro durante bastante tiempo y por un momento pensé que estaba por besarme así como lo hizo aquella vez pero no fue así, David se alejó.

——No es nada discúlpame. Nos vemos mañana——musitó. Agarró su cuaderno, lo metió en su maleta y luego se retiró de la biblioteca. Yo me quedé en esa misma posición estático mirándolo irse. En el fondo quería que me diera un beso y si me lo daba no iba a abofetearlo o me iba alejar. Iba a dejarme besar de él. 

Al rato salí yo de la biblioteca y por los pasillos de la escuela ya no había nadie. Fui al patio frontal con la esperanza de ver al rubio de ojos verdes allí sin embargo aquí tampoco había nadie. David se había ido. 

Llegué a mi casa y ya mi madre estaba allí. Mi rostro desanimado debió ser muy notable porque a penas entré mi madre me miró de arriba a abajo y no dudó en preguntarme que me sucedía.

——¿Que te pasa?——preguntó——¿Se murió alguien? ¿Te dejó una novia?——volvió a inquirir.

——Nada de eso mamá. No es nada——respondí con desanimo.

——No te ves nada bien.

——No te preocupes mamá. Estoy bien——aseguré. Mi madre suspiró hondo rindiéndose de preguntar.

——Bueno si tu lo dices——replicó——Hoy hay cena, ya está preparada——avisó——Esta en el mostrador.

——Ahora comeré, no tengo hambre.——Otra cosa que mi madre miró extrañada pero esta vez decidió no inquirir sobre ello.

Subí las escaleras y me encerré en mi habitación. Tiré mi bolsa hacia un lado y luego me acosté boca abajo sobre la cama pensando en lo que había sucedido antes en la biblioteca. Luego me di vuelta y empecé a mirar hacia el techo por bastante rato dando rienda suelta a mis pensamientos y en uno de ellos imaginé que el rubio me había besado en los labios y que yo no forcejé.

**

Ya varios días habían pasado desde que sucedió aquello con David y no nos habíamos vuelto a hablar tampoco. Tan solo nos intercambiábamos miradas y luego la apartábamos avergonzados. No tenía idea de que clase de juego era este, porque hacíamos esto, tampoco tenía idea si que estuviera lejos de mi era mejor o peor.

En el receso me topé con Leila quien estaba junto a María y Lía. Las dos últimas seguían emparejándome con todos los hombres que veían en el colegio, era incómodo y a la vez divertido, sin embargo aún no mencionaban a David. Incluso una de ellas dibujó una caricatura sobre dos chicos en posición bastante comprometedora, uno de ellos casualmente tenía el cabello como el mio y el otro tenía el cabello rubio lo cual me hizo pensar inmediatamente en David y ruborizarme, aparté el dibujo que me estaban mostrando.

——¿Por qué si son chicas les atrae ver dos chicos besándose? Es muy raro——pregunté directamente. Ambas se miraron y luego se comenzaron a reir.  En verdad tenía aquella duda hace mucho rato en la cabeza.

——No lo vas a entender aunque tampoco pretendemos explicártelo——dijeron en tono burlón.

——Les gusta ver testosterona derramada eso es todo——intervino Leila poniendo los ojos en blanco y encogiéndose hombros.

Casi Prohibido(gay/yaoi)(EN REVISIÒN Y EDICIÒN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora